Victoria decidió desintoxicarse de las redes sociales, nunca imaginó que sería tan
difícil. Escogió como destino México y, empacando apenas lo necesario, se embarcó en el viaje en donde conocerá el amor.
Con el ritmo del Noa Noa su vida cambiará...
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Las relaciones a larga distancia no eran lo que Viktoria hubiera imaginado. A pesar de la chispa que había surgido entre ella y Yurio en su primer y único encuentro en México, la realidad de vivir en continentes separados se estaba volviendo cada vez más desafiante. Los horarios diferentes eran una de las primeras dificultades a las que se enfrentaban: Cuando uno de ellos estaba listo para conversar, el otro a menudo estaba agotado después de un largo día de trabajo. La comunicación se volvía inconsistente, y las conversaciones por mensajes de texto y llamadas de video no podían reemplazar la sensación de estar juntos en persona.
La distancia física había comenzado a pesar en sus corazones. Extrañaban los abrazos, los besos y la simple compañía del otro. Las noches solitarias se volvieron más frecuentes, y a veces se encontraban despiertos a la madrugada, sobretodo después de una larga sesión de sexting o videollamadas un poco más subidas de tono.
Ambos tenían la solvencia económica suficiente para permitirse viajes improvisados al otro extremo del planeta, sin embargo, sus agendas apretadas no les permitían darse esos lujos, aunque, de hecho, también había un pequeño detalle que les impedía volver a verse.
Tanto Viktoria como Yurio habían pactado no hacer pública su relación y no por razones oscuras ni mucho menos, más bien era algo pensado para protegerse el uno al otro de las miradas ajenas, los chismes y todas esas cosas que hace la gente envidiosa para sabotear una relación. Viktoria, al ser una figura pública, no estaba a salvo de las preguntas incómodas y fuera de lugar y sabía que la presencia de un novio terminaría por afectarlo a él más que a ella, esto por comentarios malintencionados de los mal llamados "fans". Por otro lado, Yurio, al ser un empresario reconocido, temía que su propio círculo empezara rumores para desprestigiar a Viktoria de tal forma que ella no pareciera ser más que una cazafortunas.
En realidad, no era un pequeño detalle... Quizás era el mayor de sus problemas, uno que se vio más palpable cuando por un descuido, Viktoria se dejó ver por las calles más concurridas de su ciudad cargando un gran regalo. Pensó, muy ingenuamente, que recoger un detalle de esa magnitud podría verse como algo habitual en una influencer de su talla, sin embargo, no tomó en cuenta que nunca antes se la había visto recoger regalos en persona. Esto solamente hizo que algunos rumores empezaran a revolotear sobre ella e incluso la caja de comentarios en sus videos o posts de Instagram empezaron a llenarse de preguntas incómodas relacionadas a un "novio fantasma".
El miedo y la incertidumbre empezaban a hacer mella en ellos. No era un secreto para nadie que en cuanto las relaciones se ventilaban a la vista pública, todo empezaba a irse en picado, aunque quizás esto se debiera más a la inmadurez de algunos famosos al tratar de manejar su vida sentimental en redes. Sea como sea, ninguno de los dos quería tomar riesgos innecesarios, aunque eso significara tener que postergar un poco más su encuentro.
Sin embargo, Un día, mientras Viktoria revisaba su correo electrónico, se encontró con una invitación que desde hace mucho tiempo esperaba: Una prestigiosa empresa de maquillaje la había elegido como el rostro principal de una nueva línea de skincare que se destinaría a una obra benéfica. La sorpresa no terminó ahí, ya que, al revisar los detalles del evento, descubrió que Yurio estaría presente. Su empresa siempre había tratado de colaborar con iniciativas sociales y esta ocasión no sería la excepción.