única parte

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kinktober 2023, día 24: sex worker

Kim Namjoon tiene motivos para celebrar por su cuenta esa noche, pues su ánimo y buen humor se encuentran alcanzan los límites del cielo, y las ansias de descargar su éxtasis le provocan un revoltijo gustoso en la boca del estómago que le hace desear perderse por el resto de la noche en el aprovechamiento de aquel magnífico viernes que ha sellado su destino dentro del mundo de los negocios.

Alrededor de los círculos empresariales y financieros, Namjoon es conocido por su habilidad excepcional para cerrar tratos cruciales, su encantadora sonrisa repleta de hoyuelos profundos y por su destreza absoluta para convencer y persuadir hasta al cliente más decrépito, testarudo y cuadrado que se pueda presentar delante de su mesa.

Aquel día no ha marcado ninguna diferencia a su racha ganadora que no parece conocer límite alguno. De hecho, esa misma tarde la ha hecho incrementar tras haber cerrado un contrato crucial con uno de sus mejores clientes, y Namjoon ha quedado tan satisfecho consigo mismo y con su desempeño que ha tomado la decisión de darle un pequeño giro a su noche e ir a celebrar su logro como si se tratase del primero.

Ha tenido que detenerse a pensar cuál podría ser el lugar más apropiado para su júbilo, y como una especie de rayo revelador, a su mente ha llegado el recuerdo de un club de anfitriones que uno de sus colegas le ha mencionado para variar.

En su momento, Namjoon no se ha mostrado particularmente interesado en visitar un sitio como ese, desestimando cada una de las anécdotas por parte de sus compañeros y todo lo relacionado al ambiente, las bebidas dulces y la serie de actividades especiales protagonizadas por el adorable —palabras de su compañero, no las suyas— personal del local.

Namjoon estaría mintiendo si dijera que la curiosidad no lo va picando a medida en que avanza por las calles nocturnas del distrito de entretenimiento en busca de aquel dichoso bar, y en el finde de sus anhelos, espera no tener que encontrarse con nadie que pueda reconocerlo a simple vista, no porque se avergüence de andar rondando por esos lares como si se creyera mejor que nadie, sino más bien, porque desea soltarse un poco a sí mismo y dejarse llevar por la corriente sin la exhaustiva preocupación de mantener su reputación.

No pretende intoxicarse hasta la inconsciencia ni mucho menos recurrir a la violencia, pero sí tiene planes de gozar todo el tiempo que las estrellas permanezcan en el cielo sin llegar a arrepentirse en el proceso.

Eventualmente y sin la necesidad de caminar más de lo que puede ser estrictamente requerido, Namjoon localiza el club, y tras mostrar una identificación que confirme su edad, no tarda en adentrarse en el exótico espacio que le ha sido recomendado.

Las luces le golpean el rostro casi de inmediato, un destello de colores vibrantes, pulsantes y ligeramente insidiosos que cautivan sus sentidos y lo obligan a detenerse una décima de segundo.

Sus ojos vagan por los derredores sin que su mente deje de correr a velocidad, casi al mismo ritmo de su corazón. Aprecia el decorado elegante que llena el local, visualizando la temática sofisticada que inunda cada rincón del establecimiento y, aparentemente, a sus empleados, quienes —si no se equivoca— van vestidos de satín color carmín de pies a cabeza y cubiertos por un antifaz que guarda la verdad detrás de sus identidades.

Parpadea lánguido y brevemente inseguro de a dónde debería dirigirse, pero su incertidumbre es cubierta rápidamente por la aproximación de un joven enmascarado, quien le dedica sonrisas amplias y le habla con una cortesía ejemplar que logra que Namjoon quiera seguirlo hasta los confines de la tierra.

Lo dirige hacia una de las mesas disponibles, un espacio estratégico desde donde el empresario puede disfrutar del ambiente y la vista al escenario sin la necesidad de ser el centro de atención.

Leaves from the vine ✿ namgi au! | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora