00: Nueva integrante

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La guardería plus ultra, no era una gran guardería, pero tenía buena reputación

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La guardería plus ultra, no era una gran guardería, pero tenía buena reputación. Los cachorros eran bien cuidados en ese lugar, la mayoría de los trabajadores eran omegas, por lo que llevarse con los pequeños era su especialidad.

Allí es donde trabajaba Sergio desde hace un par de años. Cuando se graduó de la universidad esa fue su decisión y no sé quejaba de eso, tenía un título en cuidado de cachorros y maestro.

Le gustaba mucho pasar tiempo con los cachorros de cuatro años, enseñándoles a leer y escribir. Era una de las cosas que más le gustaba. Estar rodeado de pequeños cachorros, dulces y muy tiernos.

Tenía la esperanza de algún día encontrar un alfa y formar una familia, pero claro, fuese más fácil si el no fuera un asocial. En parte, pues era alguien muy tímido y reservado, en sus veinticinco años nunca había ido un fin de semana a fiestas.

Prefería estar en casa leyendo o viendo una serie, ni siquiera se quedó en la fiesta de la universidad en la cual estudió, solo fue con su madre por su título y se fueron a casa a celebrar comiendo lasaña.

Se logró independizar después de eso, consiguió un pequeño departamento en un buen precio y el trabajo de la guardería, cuidaba a los pequeños casi como si fueran suyos.

Todos sus compañeros eran amables con el, quizás era casi el más joven pero no había problemas con eso, lo único que lo tenía triste era que, es el único omega sin pareja, ni marca.

Quizás teniendo en cuenta que era el más joven, pero, Charles era mayor que el solo por un año y tenía una marca que lucir en su cuello.

Lo hacía sentirse muy solo, y lo peor del caso era que el era vírgen. No podía si quiera pensar en la palabra "nudo" para llenarse de vergüenza.

Vergüenza debería darse si mismo, ¡Era un adulto por todo lo santo! Pero, no tenía la culpa, cuando era muy pequeño no tuvo experiencias muy agradables con desconocidos.

En la primaria y secundaria sufrió abusos escolares de parte de sus compañeros, eso hizo que se volviera aún más inseguro de los que era antes.

Por esta misma razón siempre quería estar solo, pues si estaba solo, nadie lo miraría mal, ni trataría de hacerle bromas pesadas.

Así fue como pasó su juventud, escondido en la biblioteca y en el cuarto de su casa. Pero, aunque quisiera estar siempre metido allí, la vida de adulto lo había sacado a rastras de ahí.

Trabajar, si no trabajaba no tenía dinero, y sin dinero, solo sería una carga para su madre, y ella ya había dado gran parte de su vida cuidándolo.

Entonces, al estar en la universidad pensó mucho en lo que iba a hacer, y se fue por lo más seguro para el, cuidar de los pequeños.

Se graduó como especialista en eso, incluso tomó algunos cursos de pediatría. Y trabajar en una guardería era lo mejor, tanto para el como para los del lugar, pues si algún cachorro se enfermaba, el sabía que hacer.

Un día normal, cuando llegó a su trabajo de forma habitual, fue recibido por un gran lloriqueo, se preocupo por esto y fue hasta el orígen de este.

- ¿Que ocurre? - Preguntó cuando llegó, había por lo menos tres omegas tratando de calmar a una niña de pelos rubios, nunca antes la había visto, por lo que supuso que era la nueva integrante de la familia.

- ¡Ya no se que más hacer, lleva llorando desde que su padre la dejo, y eso fue hace casi una hora! - La pobre Kelly mecía a la pequeña en sus brazos pero está aún lloraba y pataleaba para quitarse del agarre de la mayor.

Sus mejillas pequeñas estaban rojas y llenas de lágrimas. Entendía que quizás era la primera ves que ella se separaba de sus padres y por eso estaba así, había lidiado con un par de cachorros de esos antes.

- Ya pequeña, ya. Tus papis vendrán después por tí, deja de llorar -. Kelly estaba frustrada al igual que los demás, parecía que la castaña se pondría a llorar en cualquier momento.

- ¿Ya le dieron de comer, su pañal le incomoda? - Apareció de pronto Charles poniendo un dedo sobre su mentón, y los demás asintieron.

- Tratamos de darle su biberón, pero no lo quiso y su pañal está bien, ni siquiera está húmedo -. Explicó otro omega mirando a la pequeña, a Checo le partía el corazón verla de esa manera.

Se miraba tan triste, capaz la pequeña no estaba acostumbrada a los extraños, y eso solo hacia las cosas peores.

- Ven, préstamela, creo que tú angustia solo la altera más.- Checo había acabado de llegar, así que estaba tranquilo, en cambio los demás tenían un aire de preocupación.

Kelly asintió y le dió a la pequeña, quien empezó a llorar con más fuerza al ver que la estaban cambiando a otra persona. Checo trato de sostenerla con cuidado y a acostó en su hombro, cerca de su glándula de aroma.

Le empezó a dar palmaditas tarareando una canción de cuna. Para su milagro, los lloriqueos fueron bajando de intensidad en cuestión de minutos y se volvieron sollozos.

Checo sintió como la pequeña se aferró a su ropa y acercó su carita a su cuello, aspirando por manera tartamudeante por sus anteriores lloriqueos. Los demás se le quedaron viendo entre asombrados y aliviados, al menos ya no había más ruidos estridentes.

- ¡Bien echo, Pérez, pudiste calmarla! - Charles fue quien hablo primero, y el pecoso se sonrojó con algo de vergüenza, no estaba acostumbrado a recibir halagos.

- N-no fue nada, solo quise ayudar.- Respondió y los demás solo sonrieron más tranquilos, cada uno se fue a hacer sus cosas con los demás pequeños que iban llegando, Checo se fue a su salón.

El era el encargado de seis cachorros, tenía que estar al pendiente de ellos y al parecer tenía que cuidar de otra más. Se llevó consigo la mochila de la pequeña que dormía en su hombro, revisarla con una sola mano no era fácil, pero tampoco imposible.

Olivia Verstappen, un año de edad, alérgica a las moras. Se sorprendió un poco por esto, no había muchos pequeños de un año en esa guardería, normalmente llegaban de dos en adelante.

Los omegas eran muy protectores con su cachorros el primer año de vida y apenas y podían despegarse un poco de ellos cuando tenían un año y medio de vida.

Pero, el no era nadie para juzgar, tal vez los padres eran muy ocupados y no podían cuidarla como les gustaría.

- Bien, pequeña Olivia, hay que llevarnos bien ¿Te parece? - Hablo en un susurro mientras sobaba con suavidad la espalda de la pequeña, Oli solo dió un suspiro, al parecer dormiría más.

- Bien, pequeña Olivia, hay que llevarnos bien ¿Te parece? - Hablo en un susurro mientras sobaba con suavidad la espalda de la pequeña, Oli solo dió un suspiro, al parecer dormiría más

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Holi, holi, ¿Me extrañaron?

¡Ya sé, ya sé! Estuve muy inactiva...en mi defensa, me tomé unas vacaciones, tenía que desconectarme un ratito de escribir, pero aquí estamos de vuelta 🫶🏻✨🍒

Les traigo una nueva historia para compensar 💕

Historia original: Zaorycast

Nos vemos en el siguiente capítulo, corazones 🤍

¿Mamá? - Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora