¿Mamá? - Chestappen

07: Sin avisar

Eran las cuatro de la tarde, Checo despedía a los pequeños que se iban con sus padres, le gustaba ver las caritas de alegría cuando sus padres llegaban.

Cuando se fueron todos, el pecoso suspiró, ahora le tocaba ordenar un poco el salón antes de irse. La pequeña Oli estaba en el suelo pitando con unos crayones, balbuceaba algunas cosas, pero no se le entendía nada.

Su tranquilidad fue interrumpida por su celular, era un mensaje de Max, sonrió con un ligero sonrojo en las mejillas y lo abrió.

"¡Sergio, cierra la puerta de tu salón y no dejes que entre!"

Eso sinceramente no se lo esperó, escuchó unos pasos venir del pasillo y se asustó un poco pensado en quien sería, tenía que ser alguien malo para que Max le mandará un mensaje de esa manera.

Dos personas se pararon en el umbral de la puerta, uno tenía el cabello marrón y la otra tenía el cabello rubio, Checo sintió como su garganta se secó al pasar saliva.

-¿Éste es el salón 3-C, en donde se encuentra Oli Verstappen?- preguntó amablemente el señor del cabello marrón, la pequeña Oli que estaba dibujando en el suelo, volteó su cabeza en dirección de la persona que dijo su nombre.

-¿Ba-ba?- Oli vió a los adultos, les parecían familiares, pero no del todo, lo mejor era ponerse en un lugar seguro, se levantó y caminó hasta las piernas del omega para esconderse allí.

-Mirala Toto, es tan tierna y ya camina.- habló el rubio con cariño, Oli solo sacó un poco la cabeza de un lado mirándolos, y Checo sonrió algo tenso.

-Disculpen, ¿Me podrían decir quiénes son?- el pecoso preguntó haciéndose una idea de quiénes eran, se agachó un poco para tomar a la pequeña en sus brazos, Oli solo se agarró de su delantal y miraba curiosa.

-Ah, que maleducados somos, mi nombre es Christian Horner, y el es Toto Wolff Verstappen.- Checo sintió como su cuerpo se entumecía, estaba al frente de los papás de su alfa, ahora no sabía ni como actuar, no quería dar una mala impresión.

-E-es un gusto conocerlos, soy Sergio Pérez.- ahora estaba completamente nervioso, incluso su voz había temblado un poco, miró a la pequeña Oli quien solo se chupaba su dedito pulgar.

-Asi que eres Checo.- la mayor se acercó hasta quedar frente al pecoso, quien solo tragó saliva nuevamente.-Me alegra que mi mocoso haya encontrado a alguien tan bonito como tú.

Checo sintió como su sonrojo cubría su rostro hasta las orejas, sonrió de manera tensa mientras que la mayor le miraba relajada. Unos pasos apresurados se oyeron venir desde el pasillo. Max apareció, respiraba un poco agitado y estaba algo sudado, miró a los mayores, pero sobre todo, miró mal a el rubio.

-Viejo brujo, ¿Que fue lo que te dije?- regañó mientras se acercaba a ellos, el rubio solo bufó arrugando el entre cejo igual que su hijo.

-¡Tú a mí no me mandas mocoso, ni siquiera vas a visitarnos ni nada!, Y cuando vengo ¿De que me entero?, Tienes Omega y hasta de una demanda te libraste.- Checo solo los miraba discutir, no se insultaban, en parte, eran moderados y quizás era porque estaba la pequeña al frente de ellos.