Categoria: Smut
Advertencia: contenido sexual
Cantidad de palabras: 386
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Mike... - gemiste en la oscuridad de la habitación, mientras metías tus dedos dentro de ti, lento y suave, tal como el lo hacia
Abby estaba en una pijamada en la casa de una de sus nuevas amigas y decidiste esperar despierta a Mike, ya que volvía a las 10pm
Titubiabas su nombre sin parar de meter y sacar tus dedos, una paradoja de gozo se sentía en el ambiente cálido de la habitación, aquella en la que muchas veces Mike te follo duro, lento o incluso te dejó dominarlo
Al sentir la puerta de la casa abriéndose, supiste que era el, escuchabas sus pasados dirigiéndose al cuarto donde estabas fantaseando con ser tocada por el una vez más, donde estabas tan mojada y caliente
-Mike...-lo llamabas inconscientemente mientras llevabas tus dedos a la boca para chuparlos y meterlos de nuevo dentro de ti
Ves ciegamente su silueta observando la escena tan inoportuna que se encontró en su casa, ves como lento cierra la puerta y se acerca quitándose la corbata que le quedaba tan sexy..
Notas como se arrodilla en frente de ti y sientes sus manos alrededor de tus muslos, fuerte los acerca a su rostro
Sientes su respiración chocando contra tu entrada, y jadeas al notar como besa tus labios inferiores y empieza a chuparte, pasando la lengua de arriba a abajo, mientras ve como gimes
-Ahh! Mike..
-se siente bien, sigue así... Ahh! Si, ahí
-Mm demasiado bien..
Agarras su cabello con tu mano y lo acercas para sentirlo más, y sientes como hunde su cabeza en ti, chupando cada zona sensible mientras mete sus dedos dentro de ti desesperado por escucharte gemir todavía más sucio
-Ah! Mike si, meteme los dedos, si...
-Mierda.. AH! Mmm.. Que rico, dios mio
Sale de ti y se acerca a tu rostro, mirando tus labios bajo la luz de la luna que a sus ojos te hace ver como la mujer más hermosa del mundo
-Que belleza de mujer...- dice débilmente, posando sus labios sobre los tuyos con desesperación
El te muerde el labio pidiendo a gritos que abras tu boca para el, con gusto lo haces y el mete su lengua, empezando una guerra de pasión entre ustedes mientras te acomoda lentamente debajo de el.