No siempre esta bien fingir que estamos bien o que estamos curados, a veces es bueno dejar que todos vean lo dañado, pero como?, si todos creen que es un cuento de terror, donde tu eres el actor que va por el mundo queriendo llamar la atención, pero no se dan cuenta que eres presa de tu dolor, solo sientes la presión que tu al rededor te provoca donde no se toman el tiempo de observar tu guión y te tratan como la chica que se corta por un poco atención. No saben que lidiar con el dolor de un corazón roto es crear poco a poco un muro donde los más sercanos solo pueden crusarlo, pero a veces ni ellos pueden ayudarte a aliviarlo, es una sensación de rechazo y desprecio hacia el exterior, donde agarran a la más débil para hacerla odiarse a sí misma, despreciarse y autolesionarse, para luego llamarla "ridícula" y ayudarla a tirarse al precipicio donde solo sabe decir "Tal ves tengan razon"
Los cortes son gritos de ayuda, gritos que te dicen que ya no pueden más solas, que necesitan apoyo emocional y amistades verdaderas, que no te juzguen por tu apariencia, los cortes son un método de salvación, muy bien sabemos que no son buenos pero nos ayudan a conseguir paz interior, es un vicio donde caes y no puedes salir, te arrastra y te deja sin salida hasta que la única solución es brindarle tus muñecas y aliviarte con cada ardor de dolor. El llanto, el temor y la desesperación detrás de cada corte justifican mis muñecas partidas, te juzgan por unas marcas pero no se ponen a pensar que esas marcas fueron producto de sus "queres llamar la atención", cada marca tiene una explicación, no es un método de aprobación.