⁂🎨.•.🎸⁂──Acompaña a Alyssa, una talentosa pintora con el poder de ver el pasado y el futuro a través de sus lienzos. Cuando regresa a la fundación que fue su prisión, se reencuentra con su mejor amigo Rama, desencadenando un amor profundo y decidi...
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Alyssa se encontraba en la habitación de un lujoso hotel, hermanada con la preocupación y la incertidumbre, mientras su hermano postizo, Cristóbal, se hallaba en un rincón de la habitación, enfrascado en su enfado infantil. La rubia, decidida a aliviar la tensión, buscaba entre DVDs la elección perfecta para su pequeño compañero.
─Entonces Chris, ¿Vemos "Toy Story", o "Cars"? ─propuso con una sonrisa.
─Ninguno. ─ respondió el pequeño cruzándose de brazos.
Alyssa, con un suspiro de paciencia, se aproximó y se sentó junto a él, intentando descubrir la razón de su enojo.
─¿Qué pasa, peque? ─ preguntó con cariño, pero Cristóbal evitaba mirarla, manteniendo los brazos cruzados
─Nada me pasa a mi, Alyssa. ─ se levantó de la cama luciendo algo enojado.
─Apa, pero que pasa chiquito.
Alyssa vio cómo seguía evitando mirarla, cruzado de brazos.
─Papá no quiere llevarme a la investigación, es injusto eso. ─ mostró por fin su descontento.
─Sé que te molesta no poder ir, pero sabes que es peligroso. ─ intenta razonar, pero parece que no funcionó cuando ve el puchero en su rostro.
─Pero yo sé cuidarme, Aly… No da gusto estar acá ─se rindió Cristóbal, sentándose junto a la rubia y apartando la mirada.
─Bueno, ¿qué te parece si voy a buscar un poco de comida y luego bajamos a la pileta? ─ propuso Alyssa, intentando distraer a su hermano de su enojo.
Tras dudar unos instantes, Cristóbal finalmente aceptó y prometió esperar mientras Alyssa bajaba al comedor en busca de algunas galletitas.
Pocos minutos después, con todo listo para distraer a Cristóbal, Alyssa regresó a la habitación, pero notó algo extraño al no encontrarlo.
─Cris, no encontré las galletitas que te gustan, pero traje estas de vainilla que están riquísimas. ─ con un pie cierra la puerta ya que sus manos están llenas, y al estar de espalda a la habitación, se extraña al no escucharlo. ─ ¿Cris?
Al darse vuelta, se encontró con la habitación vacía, con la tele reproduciendo Cars, y con la ventana abierta.
─¡¿Cris?! ─ lo llama asustada mirando al rededor. ─ ¡Sabes que no me gustan esos juegos! ¡Dale, vení!
Ya se empieza a desesperar, pasaron un par de minutos y el pequeño no aparecía. Sabía cómo era el rubio menor, así que salió de la habitación para dirigirse al lobby y esperar encontrarlo ahí.
