Me pongo mis gafas de sol favoritas y salgo con mi caliente taza de café a la ruidosa pero acogedora calle de Nueva York, camino un par de manzanas para poder llegar a mi auto no sin antes tropezar con un señor que va hablando por celular sin prestar mayor atención a su alrededor, me disculpo, pero él no me escucha; cuando voy a subir a mi auto un par de lindas chicas se acercan a mi pidiendo una foto, no me gustan las fotografías y nunca sé que decir cuando me piden una así que solamente sonrió forzosamente para la cámara para después tomar un bolígrafo y rayar una simple firma en un papel, Martina Henninger. Soy una reconocida modelo en Estados Unidos y, según lo que tengo entendido también en varias partes del mundo; no es algo que me agrade mucho, pero vivo de ello.
Subo a mi auto y enciendo mi playlist en Spotify, suena I'm so sorry de Imagine Dragons, amo esta canción. Me pongo en marcha y me dirijo a un gimnasio que mi amigo Matthew me ha dicho que su mejor amigo ha comprado, y es el que usa para entrenar o algo así. El tipo es un boxeador profesional pero realmente nunca lo he visto, lo cual es bastante extraño ya que Matthew y yo somos amigos desde hace seis años y ellos alrededor de dos décadas. Ubico un lugar para estacionar cerca a la dirección del gimnasio y camino alrededor de una calle para llegar a este. Cuando llego al sitio puedo ver que es realmente grande desde afuera, toco el timbre y Matt abre la puerta recibiéndome con un cálido abrazo.
—Hola tú. — Le digo a modo de saludo, él sonríe y toma mi bolso de mi mano.
— Hola a ti — dice, — te va a encantar entrenar aquí, es bastante grande y con muchas cosas que te gustan.
— ¿Kickboxing? — Le pregunto y lo miro mientras descarga mi bolso en la mesa de recepción.
— Sí, tenemos algunos chicos que entrenan con Derek y alguno de ellos te puede entrenar. Por cierto, cancelé tu suscripción con el otro Gimnasio.
Me observa por un momento midiendo mi reacción.
— ¿Por qué harías algo así? Pensé que este era para una visita. — le digo.
— No me dijiste que ese fotógrafo estaba acosándote dentro de ese gimnasio nuevamente, su seguridad apesta, si van a tener celebridades deberían ser jodidamente más cuidadosos. — Expresa con un tono poco agradable. — Pensé que teníamos bastante precaución con tu seguridad, Martina.
Me reprocha, sucede que mi amigo también es mi manager, y uno muy intenso.
— Te lo iba a decir, y no me llames celebridad. — Le digo y me giro observando el gimnasio y cambiando de tema le preguntó dónde puedo guardar mis cosas.
— Sigue ese pasillo color negro y al fondo verás un pequeño vestidor con casilleros, eres la única mujer aquí así que no hay problema, ¿de acuerdo? — Pregunta y asiento, tomo mi bolso para dirigirme por el camino que él indicó, pero me detiene cuando dice. — Jimmy Fallon quiere una entrevista contigo, al parecer eres una de las pocas celebridades que él no ha podido tener en su show aún, cuando termines de entrenar podemos hablar de eso.
— Ya sabes que no me gustan las entrevistas y, no me digas celebridad — Me giro y sigo mi camino hacia la habitación para guardar mi bolso, no sin antes revisar que estoy sola y segura.
Matthew piensa que soy una modelo un poco singular ya que huyo de los paparazzi, no asisto a alfombras rojas a menos que sea muy necesario, no aceptó muchas entrevistas y esto a la prensa le encanta y, me siguen a todos lados, al parecer sin escándalos no hay ventas; pero no entiendo por qué las personas quieren saber todo de mí, es decir, incluso me han preguntado la marca de mi papel de baño, eso me parece ridículo. Me dirijo a la zona de máquinas a empezar un leve calentamiento, observo todo el lugar y registro cada rincón detalladamente, es lindo y acogedor, cuando siento que he estado sosteniendo la respiración por un largo rato, me relajo y empiezo a trotar suavemente por unos treinta minutos con la música zumbando en mis oídos y cuando termino de hacer cardio en la cinta corredora me doy cuenta de que un chico se acerca a mí mirándome de pies a cabeza, pauso la música desde mi celular y bajo de la máquina.
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Epifanía de medianoche
RomanceEl difícil camino del amor propio que ha recorrido Martina toda su vida es algo a lo cual está acostumbrada. Sin embargo, siendo la modelo mejor pagada de la actualidad, debe mostrar una cara diferente al mundo que la sigue.