Epifanía de medianoche

Capitulo 2

Siento que mis pulmones se quedan sin respiración, pero esta vez es de una manera muy cálida y acogedora. Su mano es grande y áspera, mi mano se ve tan pequeña y delicada en la suya, pero encajan perfectamente; aspiro pesadamente y huelo su perfume, tan masculino y por alguna razón tan él. Diablos, ¿qué me pasa?, esta no soy yo, miro sus ojos y lo único que veo es luz, una muy bonita luz azul. Siento que mis manos tiemblan y tengo miedo de decir mi nombre y que suene tonto, reúno toda la fuerza que tengo y firmemente digo:

— Soy Martina. — Lo que pareció una eternidad fueron solo unos segundos.

Bella se acerca a mí por detrás y me abraza, por fin quito mi mirada de este, hermoso hombre, y me fijo en ella y le devuelvo el abrazo.

— Hola Belly —, le digo con cariño y saludo al resto, Alan, bueno no me interesa, Matthew, lo veo todo el tiempo así que da igual. Nos sentamos y para mi buena suerte, me siento frente a Derek, yo siempre soy tan suertuda en la vida, ¿qué hice para tener buena fortuna? Evito mirarlo porque me hace sentir extraña, nerviosa y no me gusta.

— ¡Oye tú! Lo siento, no sabía que había tantos paparazzi —. Matthew me sonríe y mi mirada se desvía hacia Derek, quien me observa con atención.

— Siempre hay paparazzi —. Le respondo simplemente. — Siento la tardanza —, les digo a todos.

— No te preocupes, sin embargo, ya ordené por ti, filete y verduras. - Me dice Bella, le sonrió en agradecimiento.

Como un imán, mi mirada se dirige a Derek nuevamente. Hace años he escuchado hablar de él, pero nunca estuve muy interesada en conocerlo, él debe notar mi mirada porque alza su vista enfocándose en mí y, le ofrezco una pequeña sonrisa para después centrar mi atención en el resto de los chicos, ¡Dios! Estoy muy nerviosa, noto como mi pierna está temblando bajo la mesa, Bella pone su mano en ella y me mira con grandes ojos preguntado con la mirada qué me pasa, así que abro mis ojos mucho más grandes y señalo a Derek; ella lo mira y asiente con la cabeza, lenguaje femenino, creo que ya todo está dicho.

Estoy tan distraída que casi no escucho como dicen mi nombre. Desvió mi mirada a Matthew quien me habla rápidamente.

— ¿Viste a tu nuevo novio? — Me pregunta, arrugo mi cara en desagrado y niego con la cabeza.

— Trabajamos juntos para una campaña, creo —. Respondo casualmente, no puedo ser vista con ninguna persona porque rápidamente sacan artículos de que estoy en una nueva relación, es abrumante.

Una mesera se acerca con lo que parece nuestra orden y pone nuestra comida ágilmente en la mesa, trata de parecer profesional pero su expresión lo dice todo cuando se fija en la cara de Belly, por supuesto, ¿quién no? Su belleza es sobrenatural, pero más que nada su carisma lo es, atrae a las personas como un imán y te contagia con esa vibra amistosa al instante.

— Martina, ¿alguna vez has visto una pelea de boxeo? — Me pregunta Alan.

— Ninguna hasta ahora —. Le respondo mientras corto mi filete.

— ¿Prácticas kickboxing, pero no ves boxeo? — Pregunta Alan con cara de disgusto.

— Algo así. — Le respondo simplemente, no tengo por qué ver boxeo si no quiero.

Alan continúa haciendo preguntas sin sentido, ahora entiendo a lo que Matt se refería cuando dijo que no sabía de lo que hablaba el muchacho la mayor parte del tiempo, habla tanto que parece un pájaro, no ha guardado silencio desde que llegue, que odiosa soy.

Los chicos continúan con la charla casualmente y veo a Bella interactuar con ellos de forma natural mientras yo observo, participo en la conversación un par de veces, pero la mayor parte solo escucho ya que estoy ocupada robando miradas del hermoso hombre sentado frente a mí. ¿Qué tan pequeño puede ser el mundo para encontrarme con él dos veces hoy? Aún más, que sea el mejor amigo de mi mejor amigo a quién he conocido por años y me ha hablado de Derek millones de veces y he decidido ignorar, ¿cómo puedes ignorar a este hombre? Cuando habla, su voz grave y áspera te obliga a verlo, su gruesa y tranquila risa te hace sonreír también, ¡Por Dios! Mejor me pido otra copa de vino por que definitivamente no me siento muy bien.