CAPÍTULO 5: LA MEJOR DEFENSA ES UN BUEN ATAQUE

246 42 7
                                    

Hinata se repetía una y otra vez las palabras que sus amigos le habían dicho, no solo Suigetsu y Jugo la habían alentado, sino que Kiba y Shino también estaban de acuerdo con lo que sus nuevos amigos le habían aconsejado.

Pero no podía evitar sentir nervios de solo imaginarse compartiendo varias horas al lado de Sasuke. Sabía que muchas de sus antiguas compañeras de clase morirían por una oportunidad como aquella, pero ella estaría más que feliz de cedérsela, no quería nada que ver con el chico.

Soltó un largo suspiro. Aún faltaban diez minutos para que Sasuke apareciera a la hora acordada, pero aun así Hinata no tenía ni un poco de ganas de llegar a la biblioteca. Ya se imaginaba su intensa mirada sobre ella y criticando cualquier cosa que propusiera.

Negó, esta vez no solo quería ser una oveja más, quería ella también liderar, después de todo la nota iba conjunta.

Con nuevo valor adquirido se dirigió hacia la biblioteca, pero nuevamente se le drenó cuando notó que Sasuke ya se encontraba allí. Dio otro par más de respiraciones y se encaminó en su dirección.

—Buenas tardes Uchiha-san—dijo algo incómoda.

—Solo siéntate Hyuga—dijo con ligera molestia haciendo que la chica cumpliera su orden.

Para sorpresa de ambos rápidamente se pusieron de acuerdo en los roles que empleaba cada uno, mientras que él buscaba la información más importante, Hinata la sintetizaba y en un abrir y cerrar de ojos adelantaron casi la mitad del trabajo.

A lo largo de su vida Sasuke había trabajado con multitud de personas, incluidos Sakura y Naruto, pero era la primera vez que se sentía de aquel modo con alguien. Hinata en ningún momento se había desviado del tema ni había pedido tiempo de descanso, había sido aplicada en todo el tiempo que habían estado trabajo, cualidad que nunca había notado.

—Creo que es suficiente por hoy, la biblioteca ya va a cerrar—dijo Sasuke haciendo que Hinata mirara el reloj y se sorprendiera por lo tarde que era.

—Muchas gracias por todo Uchiha-san—dijo recogiendo sus cosas. —Supongo que ya me dirá cuando quedaremos de nuevo para terminar—dijo dispuesta a marcharse.

Sasuke la observó con algo de intriga, jamás se había parado a mirarla y la verdad es que la chica no era nada fea, no entendía porque estaba tan aislada en su clase.

—Hyuga—la llamó, extrañándola. —¿Has hablado con Naruto? —preguntó haciendo que por nervios y asombro se le cayeran todas cosas al suelo.

Hinata no entendía a qué venía esa pregunta, creía que una vez acabaran el trabajo el chico no querría seguir hablando con ella, no entendía porque le estaba haciendo esa pregunta.

Incómoda comenzó a recoger sus cosas, y para su propia sorpresa Sasuke la estaba ayudando.

—Naruto me dijo que te cuidara, está preocupado. Por lo visto el muy idiota se siente mal después de haberte rechazado y ahora quiere que otros carguen con el peso de sus errores—dijo como si nada haciendo que Hinata se detuviera.

Sasuke observó como aquello la había afectado, no quería causarle un shock a la chica, pero necesitaba salir del lío que su amigo lo había metido. Por lo que creyó que lo mejor era que hablara con sinceridad. Parte de él había pensado que la chica se pondría feliz por saber que Naruto aún pensaba en ella, pero por su reacción parecía que se había equivocado.

Si bien era cierto que Naruto y ella habían acabado "bien" después de su rechazo, algunas noches aún lloraba por ese amor que no había podido ser. Parte de ella pensaba que ya lo había superado, pero al volver a hablar del chico hizo que las cosas se agitaran en su corazón.

Sin poder evitarlo varias lágrimas comenzaron a descender de sus ojos, sorprendiendo al Uchiha, que no sabía cómo reaccionar.

Avergonzada Hinata solo pudo salir corriendo de allí, no le importaba que sus cosas se habían quedado allí, solo necesitar salir de aquel lugar.

—Disculpe, pero ya va a ser hora de cerrar, le pido que recoja y se marche por favor—dijo la bibliotecaria despertando a Sasuke, de verdad que no había esperado que la chica reaccionara de aquella manera.

"Maldito Naruto", pensó.

oOoOoOoOo

Si antes la chica lo evitaba, ahora era aún peor. Parecía como si fuera un apestado o algo peor, porque cada vez que se intentaba acercarse a la chica esta salía despavorida. Entendía que se encontrara avergonzada, pero por una vez en su vida no había querido herir, solo estaba tratando de cumplir con lo que su mejor amigo le había pedido.

—Maldición—dijo cansado.

Por su parte Hinata sabía que tarde o temprano iba a tener que enfrentar al Uchiha, aún tenían que terminar el trabajo y lo que era peor, el chico no había hecho nada malo como para que lo evitara de esa manera. Pero es que se encontraba demasiado avergonzada como para enfrentarlo. Además, parte de ella temía que el chico quisiera hablar de nuevo de Naruto.

—Nos vas a decir de una vez que te ocurre—dijo Suigetsu mientras le robaba una de sus patatas a Hinata.

La chica, como ya llevaba haciendo desde hace un par de días esquivó la pregunta y los llevó hacia otro tema, ambos se daban cuenta de las intenciones de Hinata, pero si era tiempo lo que necesitaban se lo darían.

A la mañana siguiente Sasuke no estaba dispuesto a que esa estúpida situación se alargara mucho más, si no hacía nada estaba seguro qué la chica seguiría huyendo de él para siempre. Y esta vez no era su culpa, él no había intentado herirla.

Llegó temprano a clase y se escondió en uno de los pasillos para que Hinata no notara su presencia cuando ingresara, así que solo la esperó en silencio. Cuando la chica se aproximó, en un rápido movimiento le tapó la boca y aprisionándola con su cuerpo la puso contra la pared.

—Muy bien Hyuga, vamos a hablar quieras o no—dijo el Uchiha como si nada mientras que Hinata abría con sorpresa los ojos y no sabía que era lo que pasaba.

Notas de la autora: Hola, estoy por aquí otra vez, poco a poco voy avanzando. Sé que tengo un ritmo algo lento, pero aun así seguiré escribiendo, así que espero que me tengan paciencia. 

Como siempre muchas gracias por todo su apoyo y comentarios.

Ya nos leemos.

Amigo fielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora