Capítulo 2

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Saludo a Cynthia mientras entro a mi clase, después de despedirme de Ilena y Dafne.

Me siento en mi asiento y pongo mi bolso color pardo en ese ganchito de la mesa.

—¿Qué tenemos ahora? —pregunto. No me acuerdo, y se me ha olvidado el horario en casa. Por mucho que ayer lo hubiera analizado, no fue tanto como para memorizarlo.

—Física y tecnología —responde.

Justo en ese instante, el profesor entra. Es un calvo con gafas y muy espigado, creo que se llama Ángel.

—Buenos días clase. ¿Tenéis todos cuadernos? —nos pregunta. «No, teoría no, por favor». Cómo nadie dice que no, sigue hablando—. Hoy vamos a empezar dando un poco de teoría, recordando lo que dimos un poco el año pasado, porque hay nuevos becados. Vosotros —dijo dirigiéndose a estos becados—, si no entendéis algo porque en vuestra antigua escuela no lo disteis, recordad que en los descansos estoy disponible todos los días excepto los lunes.

Cuando pienso que se va a callar, vuelve a añadir una cosa más:

—Sé que muchos os preguntáis por el taller de tecnología que mencioné ayer. —Ah, ¿sí?—. Lo empezaremos a usar a partir del segundo trimestre, y tal y como dije ayer, pero lo repito, aprenderemos a usar y crear diferentes tipos de mecanismos, y a construír muebles. Recordad que aquí os preparamos para que en un futuro tengáis las máximas posibilidades posibles de ser lo que queráis.

Dicho eso, empieza a explicar la ley de la gravedad y todo eso, para repasar. Yo lo di el año pasado, pero aún así apunto de vez en cuando algo importante y los ejemplos y dibujos que hace en la pizarra.

Cuando la clase termina, no me atrevo a levantarme de mi sitio para salir al pasillo, ya que nadie más lo hace, no como el año pasado, que media clase estaba en el pasillo hablando con estudiantes de diferentes aulas.

Por raro que parezca y por muy estrictos que sean en Gaederth Academy, nunca nos llamaron la atención.

La clase de biología pasa rápidamente. Al igual que la de Física y Tecnología, nos vuelve a explicar que la primera evaluación daremos biología humana, y después de los animales, y acto seguido empezamos a dar teoría, sobre las células.

Que si las procariotas no tienen núcleo y las tienen bacterias, que si las eucariotas hay dos, una de animales y la otra de las plantas, que si el ADN en unas está en el núcleo y en las otras no. De nuevo, todo lo del año pasado. Aunque la verdad, me sirve para repasar.

«Por lo menos no nos hacen un examen para saber cual es nuestro nivel», recuerdo.

Y, después de biología, por fin, el descanso. Salgo de clase, pero no antes de rebuscar en mi bolso el almuerzo. No sé lo que me ha preparado mi madre, no he tenido tiempo de preguntarle, pero al ver que sea lo que sea está metido en una fiambrera de metal, adivino que es un bocata de pan de trigo y queso y un poco de lechuga. No sabía que tuviéramos lechuga en casa (ayer a la mañana, por lo menos, no había), pues últimamente está un poco cara. Pero no me iba a quejar.

Antes de salir al pasillo, oigo que me llaman.

—¡Leah! Espera. —Antes de girarme, ya sé que es Cynthia. ¿Qué quedrá?—. ¿Quieres venir conmigo?

¿He escuchado bien? ¿Me está invitando a integrarme en su grupo? Se me hace raro que me intente integrar así, pero al igual que la lechuga, no me voy a quejar. ¿Quién se quejaría de conocer mejor a Aidan? ¿A Leander? ¿A más hijos e hijas de duques, condes, marqueses...? En resumen, gente importante.

Voy a decir que sí, que me encantaría, pero recuerdo a dos personas: Dafne e Ilena. No las puedo abandonar. Se enfadarían si ven que estoy con otro grupo. Seguro que piensan que las estoy reemplazando.

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⏰ Last updated: Jan 06 ⏰

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Una Corte ApasionadaWhere stories live. Discover now