Emma esperaba ansiosa la llegada de su amor de la niñez, Taehyung. Este se había ido hace ya 13 años a estudiar a Estados Unidos, pero ahora estaba de vuelta. Lo que no se esperaba era que este regresaría casado y con 5 hijos.
¿Podrá convivir 4 día...
Chul no sabía para dónde ir, ya habían llegado a Busan, pero no sabían dónde podía estar Emma, quizás la chica se había perdido y le había pasado algo o estaba en búsqueda de Taehyung, tan solo esperaba que la segunda no fuera realidad.
–Chul, ¿qué haremos? –Joy estaba desesperada, ella quería saber el paradero de su hija.
Al hombre se le pasó una gran idea por la cabeza, así que saco su celular. –Chul, no es momento de estar en el celular, ¡Tenemos que buscar a nuestra hija! –Joy no sabía que estaba haciendo su marido con el celular, no hasta que este le mostró lo que parecía ser una ubicación.
–Aquí está, por suerte no apago su GPS –Chul sonrió, pero aquella sonrisa cayó rápidamente al ver donde estaba. –Está un poco lejos, además hay tráfico, tenemos que irnos ahora –Tomo la mano de su esposa y comenzó a buscar un taxi.
–Emma, espero que no te metas en problemas –Joy murmuraba en el carro, estaba muy nerviosa por lo que su hija estaría haciendo en esos momentos.
–Quiero dejarte claro algo Joy –Chul, hablo con voz dura. –Apenas encontremos a Emma, nos iremos a Japón y la internaremos, no es pregunta, es afirmación –Joy no pudo responder, sabía que su esposo tenía muchos motivos para internar a Emma, pero simplemente su corazón de madre no le permitía estar totalmente de acuerdo.
–Amor... –Intento persuadirlo.
–No, Joy, Emma paso la raya, por muchos años tuvimos que aguantar sus arranques de ira y su personalidad obsesiva, pero ahora ya ha pasado el límite, la internaremos obligatoriamente –Chul tampoco quería dejar a su hija en un hospital psiquiátrico sin poder verla todos los días, pero sabía que era lo correcto. –Es eso o mandarla con mis padres a Incheon y tú sabes perfectamente cómo van a ser con ella, así que, por favor, no me pidas que deje pasar esto –Joy trago duro, los padres sé su marido eran personar frías y casi sin corazón, seguramente golpearían a su hija si la dejaban con ellos, no lo permitiría.
–Está bien... –Tuvo que resignarse –Emma irá a tratamiento –Chul solamente la abrazo sin decir nada más, iba a ser difícil para todos.
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Emma estaba muy desesperada, al parecer había ocurrido un choque unas cuadras delante de ella, por ello no habían avanzado por más de 40 minutos, es más, ya estaba anocheciendo.
–Señor, ¿en serio no puede avanzar? –Estaba comenzando a sudar de la desesperación.
–Lo siento jovencita, al parecer se van a demorar en retirar los autos que chocaron –El viejo taxista le explico. –Pero no falta mucho para su destino, si desea puede bajar e ir a pie –Emma asintió mientras le daba la paga al taxista.
Bajo lo más rápido que pudo y se dirigió hacia la vereda, saco su celular y puso la dirección exacta para comenzar a correr.
–Debo de apresurarme, no puedo llegar cuando ya sea de noche –Se decía a sí misma mientras esquivaba a todas las personas que se cruzaban en su camino.
