Los trece *EN CORRECCIÓN*

Capítulo VIII

Mila Borisov

Intentaba calmar mi respiración mientras escuchaba como bomba tras bomba explotaba.

El último que escuché fue el tercero, aunque supongo que son más pues los movimientos del grupo junto con la cazadora me alertaban de más.

En mi cabeza solo estaba el zumbido y la incomodidad de no poder respirar bien.

Poco a poco fue aclarándose mi sentido auditivo, a lo lejos podía escuchar a varias personas tosiendo. Yo también tosía, escuche algunos pasos acercándose y luego unos brazos rodearme.

-¿Estas bien? -pregunto mi hermano.

-Ujum -no pude gesticular palabra alguna.

Otros pasos se acercaban, aunque estos no hablaron en absoluto.

El humo fue esparciéndose, por lo cual se veía con más claridad. No había nadie más que nosotros. Solo éramos Falco, Luke Jack y yo.

Los últimos tres nos mirábamos entre si, buscando alguna herida, subí mi mirada a Falco, quien veía hacia atrás. Algo pasaba o estaba a punto de suceder. En el momento exacto en que pensé eso tuve el impulso de dar paso hacia atrás.

Un tipo de traje oscuro se había lanzado sobre mi, era como los que trajeron las cajas, pero en vez del numero en su hombro tenia una X grabada en hilo dorado.

Saco dos dagas de su pantalón y empezó a atacar, yo esquivaba mientras el intentaba apuñalar, vi como otros llegaban y atacaban al resto del grupo. Intentaba alejarme pues no sabia si atacar contaba como mala conducta.

Los chicos copiaban mi estrategia, Luke haciendo lo que mejor sabe: escabullirse. Veía como se transformaba en murciélago para escapar de los X.

Seguía dando vueltas hasta que choqué contra la rubia de la hacha, la que tenía en manos y casi clava en mi nuca.

-Ataquen, no es malo defenderse. -menciono la psiquica respondiendo a mi duda mental.

-¿Ah? -gesticule levantándome para seguir esquivando. Para mi sorpresa ahora del pecho de mi atacante salía sangre. Vi a Aurora, el contrafilo de su hacha goteaba el mismo liquido.

Uy.

Lo siguiente que escuche fueron gritos agudos, una clara señal de dolor.

Vi a mi hermano, quien acababa de darle una patada en la cabeza de su contrincante. Falco, convertido en una serpiente, atravesaba la pierna del suyo. De la boca de Lane salía más de ese liquido rojo, a su lado, un cadáver reposaba.

Voltee mi vista a las dos chicas que habían llegado segundos antes. La sitica...

Alguien se arrastraba hacia nosotros, poco a poco el cuerpo de la cazadora se acercaba, a su lado el cazador.

Ella llevaba ambas espadas agarrándolas con fuerza. estas goteaban agua que se veía mas roja de lo que debería ser, la espada del chico, en cambio, se veía nítida, ni siquiera se veían rastros de agua.

-¿Y los demás? -pregunto guardando ambas espadas en su espalda.

-Ya vienen -respondió la ojo marrón. -¿Están heridos? Si lo están es mejor que se curen rápido antes que sea mortal.