Prólogo

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So It Goes… Gorgeous

El olor en el ambiente era extraño, podría decir que hasta agobiante. La mezcla del sudor de los presentes, el alcohol que circulaba entre los invitados y el humo de los cigarrillos lo estaban poniendo incómodo.
Intentó adaptarse a ese nuevo lugar, intentó seguir a sus amigos y salir de su zona de confort.
Bebió un par de sorbos del whiskey on ice que le sirvieron, luego otro sorbo de vino dulce, pero simplemente no era compatible con el lugar.

Jeon Jungkook, a lo largo de sus cortos 22 había asistido a un par de fiestas, pero sabía de antemano que no eran de sus espacios favoritos en el mundo.
Pero, al tratarse de una fiesta importante para los estudiantes de su facultad, la prestigiosa facultad de derecho, decidió aceptar la salida de Eunwoo, confirmando así sus sospechas de lo desastroso que podría ser quedarse ahí por más de dos horas.

Por eso, tomó una segunda copa de vino y salió a la parte trasera del lugar a tomar un poco de aire fresco. Pretendía hacerlo, pero no contaba con la presencia de aquel muchacho y mucho menos de la escena en la que se encontraba.

—Taehyung, hablamos de este tema por más de una vez. No me gusta verte cerca a ninguno de esos chicos. Podrían manchar tu prestigiosa reputación. —le dijo la delicada muchacha que sostenía el rostro ajeno, repartiendo caricias pequeñas, para simular la paz que sabían no tenían. —No quisiera que las cosas terminaran así de mal por culpa de una mala reputación.

El joven soltó una pequeña risa sarcástica y retiró con mucho cuidado la mano de Mirae, la cual le estaba empezando a fastidiar. No sabía en qué momento había llegado a esa situación, no sabía desde cuando su “ya no” relación se había convertido en mercurio, tóxico, tan dañino que empezaba a consumirlo.

Taehyung había decidido terminar la relación antes de que el pequeño cúmulo de nieve se convirtiera en una avalancha que acabara con la poca salud mental que tenía.
Desde que había salido del closet como bisexual (cosa que no veía necesaria) la situación en su entorno se volvió un problema y todo comenzó con la hermosa criatura frente a sus ojos, Choi Mirae.

Intentó, realmente lo hizo, quiso alejarla de él y de sus amistades porque estaba acabando con ellas, pero los acontecimientos diarios y su familia no se lo permitían, pero había llegado hasta cierto punto y ya estaba agotado.

—Mirae, te soy sincero. Yo acabé con esto hace mucho tiempo. ¿Mi reputación? Me interesa una mierda, lamento no ser lo que mis padres y tú desean, lamento ser la oveja descarriada de la familia. —tomó una fuerte bocanada de aire mientras sacaba la cajetilla de cigarrillos que había guardado en el bolsillo trasero de su pantalón. —Y lamento decirte que aunque rueguen por un cambio, jamás cambiaré lo que soy. —Prendió el cigarrillo y le dio una larga calada.

Jungkook observaba toda la situación a la distancia, sintiéndose intruso en la conversación, retrocedió unos pasos y giró nuevamente hacia la fiesta, sin caer en cuenta que cierta mirada lo había captado, eclipsando de alguna forma su concentración.

—Taehyung, yo…

—No, Mirae, dejemos las cosas así, por favor entiende que esto ya no es sano y no pretendo seguir contigo. Ve a casa por favor y piensa en cómo todo esto nos está consumiendo. —dio otra calada y tiró el cigarrillo apagándolo para dirigirse hacia dentro, también.  

Siguió la figura del muchacho el cual los había escuchado. ¿Qué pretendía? No mucho, solo quería saber un poco más sobre Jeon Jungkook.
Había escuchado de él, de uno de los mejores estudiantes de la carrera, sabía que era abiertamente gay y que su padre era juez de la corte suprema, que por cierto, lo amaba incondicionalmente.

Speak Now JJK-KTH & KNJ-KSJ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora