VIII

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Al día siguiente...

Hinata iba por los pasillos con el ceño fruncido y no saludaba a nadie solo pasaba de largo irrespetuosamente.

¿Por qué la mala cara?

Tiene lógica, ayer vio a su esposo con ese omega de segunda en la misma cama durmiendo, como no iba a estar furiosa, Naruto era solo suyo, y no entendía como ese peli-negro está apegado al rubio, recordando que el evitaba o ignoraba al alfa.

¿Por qué ahora?

Porque se le ocurrió de la nada dejar de ignorar a Naruto, acaso ese chico ya comenzó un romanticismo con el oji azul.

¡No, No Naruto solo era de ella, solo de ella!.

Pero el día de hoy el emperador que era su esposo la llamo, no sabe para que pero debe ser algo que la volverá loca de las irás.

Ya estaba al frente de la puerta de la oficina de Naruto, solo abrió para ver al rubio como siempre observando la ventana para no verla

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Ya estaba al frente de la puerta de la oficina de Naruto, solo abrió para ver al rubio como siempre observando la ventana para no verla. Entro pero no se acerco mucho, solo quedó fijamente mirando al oji azul para ver si el sabía que estaba allí.

Nada ninguna respuesta.

Carraspeó su garganta para ser escuchada por el rubio.

_ Pensé que eras muda_ mira de reojo a la mujer.

_ ¿Para que llamaste?_ se cruzó de brazos.

Naruto ni hablo solo empezó a rebuscar algo en uno de sus bolsillos, la peli-violeta solo miraba incrédula al lugar donde buscaba el rubio, hasta que de uno de esos bolsillos sale una tela morada.

_ Te lo devuelvo_ dice para extender la tela.

Hinata con cautela lo agarra, para observar más de cerca dándose cuenta de que era su bata que dejó ayer en la habitación de Naruto, y volvió a ver al rubio con temor.

_ yo..._ artículo en sus labios que temblaban, retrocediendo con pasos lentos.

_ ¿Que me vas a decir?_ pregunto con sarcasmo, volteando su cuerpo a la dirección de la omega_ Me vas a decir que entraste nuevamente a mis apocentos para tu nuevo plan que nisiquiera te funcionó como los otros, que necia eres, ¿Verdad?_ asesino con la mirada a la mujer, Hinata estaba sin palabra_ pero que mala suerte para ti, me viste con mi precioso omega en mis brazos durmiendo juntos abrazados sin separarnos.

Hinata cabizbaja con los ojos repletos de lágrimas que se comenzaban a acumular en sus párpados inferiores, mordiendo sus labios para no sacar ningún sollozo mientras empuñaba sus manos casi clavando sus uñas en la palma de su mano.

Era una escena algo tensa.

Pero la omega mira al alfa, y entre lágrimas y con una sonrisa de oreja a oreja le dice:

_ Se feliz su majestad_ hablo, para pararse recta y limpiar sus lágrimas, reverenciando para salir del lugar.

Naruto frunció el entrecejo a lo dicho de la mujer, pero ahora no quiere preocuparse por nada.

𝓔𝓵 𝓬𝓸𝓷𝓬𝓾𝓫𝓲𝓷𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓮𝓶𝓹𝓮𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻_𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪𝓿𝓮𝓻𝓼𝓮_TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora