¿Cómo puedo ser Rebeca?

Capítulo 4 - Corriendo

1002 d.C. - Sigrblót: Harpa

Hoy iba a haber un festival en honor a Sigrblót: el primer día de Harpa, también conocido como el comienzo del verano.

Estaba ayudando a mi madre a preparar las festividades junto con las otras mujeres del pueblo. Henrik estaba siguiendo a papá y a los demás para ayudar a conseguir mesas y mover las cosas más grandes con los otros hombres del pueblo.

Desde que nos convertimos, nuestra sed de sangre se ha apoderado de nosotros en ocasiones. A veces la necesidad de alimentarse es demasiado fuerte. Henrik ahora sólo tiene trece veranos, pronto cumplirá catorce veranos y todavía es demasiado joven para que se produzca el cambio.

También hemos descubierto que no estamos obligados a pedir permiso para entrar en una casa, ni nos detienen las flores de verbena. No tenemos debilidades aparentes, sin embargo, es probable que eventualmente seamos atacados por los ancestros como represalia por nuestro cambio.

Supongo que no son conscientes de nuestra nueva inmortalidad encontrada o, al menos, que no creen que haya funcionado. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que todavía podamos morir; aún no hemos probado completamente esa teoría.

"Vamos hermanita, ¿por qué no? No necesitas ayudarlos a prepararlo". Kol dice con un gemido mientras me sigue por el pueblo. "Pudimos-"

"Kol, me encantaría, pero sabes que no puedo. Si no ayudo, entonces ya sabes cómo se pondrá mamá".

"Podemos convencer al padre de que convenza a la madre de que será mejor hacerlo sin su ayuda". Añade emocionado haciéndome detenerme y girarme hacia él con igual emoción.

“¿Encontraste algo?” Pregunto alegremente, asegurándome de contener mi grito de emoción. "¿Qué pasa? ¡Dime, por favor!"

No sería la primera vez que íbamos a explorar ni sería la primera vez que encontráramos algo que nadie más ha afirmado haber encontrado.

"Es un nuevo asentamiento, cariño". Kol responde descaradamente mientras envuelve su brazo alrededor de mi mano y me lleva hacia el borde del pueblo. "Vamos, Elijah y Klaus se reunirán con nosotros allí. Finn ya está mirando desde los árboles altos y padre se está alimentando actualmente, o más bien eso es lo que dijo, después de eso él también estará allí".

"¿Estás seguro de que es nuevo?" Le pregunto con curiosidad mientras salimos del pueblo.

Kol pone los ojos en blanco mientras me arrastra con entusiasmo. "Seguro que parece nuevo. Lo están construyendo ahora mismo. Tampoco son como los lobos".

Soltando un suspiro y una sonrisa de diversión lo sigo, solo para llegar al lugar quemado, gritos se escuchaban por todas partes alrededor del casi nuevo pueblo. En medio de los escombros estaban Finn, Elijah, Klaus y Mikael. Todos ellos están cubiertos de sangre, miran hacia nuestro acercamiento y gruñen mientras sostienen fuerte a su víctima muerta o moribunda como si temieran que viniéramos a luchar por la comida.

Congelado en seco, miro a mi alrededor con horror silencioso ante el desastre que han creado y mientras miro al cielo casi me pregunto si esta noche habrá una luna de sangre.

Cuando voy a caminar hacia ellos, Kol me empuja hacia atrás, su rostro está lleno de ansiedad, de miedo por su situación actual. Instintivamente se enderezan alrededor de sus presas, los cuerpos ensucian el suelo de la casi nueva aldea. Se sentía como si estuviéramos ahí para siempre en un punto muerto, sin negarnos a irnos ni siquiera dar el primer paso.

Hasta que escuchamos un gemido penetrante que resonó en el aire, fue como si nos hubieran quitado el rastro. Padre, Elijah, Klaus y Finn miraron la carnicería que los rodeaba con absoluto horror.