¿Cuan importante era la familia?
¿Que tanto puede sentir un mafioso por un familiar?
A veces uno no se da cuenta de lo que siempre tuvo hasta que ya lo encuentre perdido, por aquello llamado muerte, que en ocasiones solo nos recuerda la soledad en la que existimos.
Llevaba ya tres horas caminando sin saber que hacer ni a dónde ir, solo caminando. Su única compañía era la luna que con sus débiles rayos apenas alcanzaba a iluminar unas cuantas cosas dejando lo demás en penumbras. Así era la vida de Akutagawa, oscura, fría y solitaria.
Realmente no podía tachársele de ser un tipo apegado a lo demás. Desde niño había perdido todo lo que tenía, sus primeros amigos, quienes fueron cruelmente asesinados, su única compañía era su hermana menor Gin, a quien cuidaba y protegía tanto como podía, pues poco la podía ver, además por ser ninja asesina poco podía hacer por ella.
Siempre creyó en ella, en su fuerza, en sus habilidades, en su astucia. Poco importaba su aspecto delicado, pues cuando quería se podía volver un arma mortal capaz de matar en cuanto recibiera la orden. El azabache siempre se preguntaba si era un destino justo para su hermana pero siempre llegaba a la conclusión de que era lo mejor que pudieron conseguir, y a pesar de todo los había ayudado a sobrevivir este tiempo.
Pero llegó alguien a romper su mundo y su pequeña ilusión. Su hermana, la ninja homicida de la mafia no era más que un ser humano, frágil, vulnerable, a la cual se le podía dañar. El maldito bastardo que se lo recordó no solo lastimo a su hermana, si no que la dejó luchando por su vida en un estado crítico.
No estaba allí cuando ocurrieron los hechos, pero por lo que se le informó, Tachihara Michizo era un traidor a la mafia, y no solo lo demostró revelando sus verdaderos objetivos sino que se llevó la vida de varios hombres y dejo al borde de la muerte a sus compañeros de lagarto negro, Gin y Hirotsu.
Akutagawa se enteró por medio de los reportes y cuando vio el estado de su hermana, una sed de venganza lo consumía desde las entrañas, la cual no se calmaría hasta arrebatarle la vida al maldito hijo de perra que le había hecho eso a su hermana, pero primero se dispuso a monitorear el estado de su hermana y pedirle perdón por no estar allí para protejer la.
Pasaron los días y el humor de Akutagawa empeoraba, dejaba de lado sus labores en la Port mafia y se dedicó días y noches a buscar a Tachihara. Rashomon cuál bestia que era, se dedicaba solo a cazar a Tachihara. Cuando Mori se dió cuenta de las acciones de su subordinado lo dejo ser, considerando que Akutagawa podía traerle la cabeza al traidor, y por medio de su venganza podía dar escape a todo revoltijo de ideas y emociones a su cabeza antes de que estás interfieran más en el trabajo de lo que ya lo estaba haciendo.
Por fin después de mucho buscar ya lo había encontrado. Ya nada le importaba solo su sed de sangre y sus ganas de desgarrar pieza por pieza cada parte del traidor. No le importaban en lo más minimo los demás miembros de los Perros de Caza, así que no se molestó en enfrentarlos solo burlarlos, para llevarse a Michizo a una de las escondites de la mafia portuaria.
Paso unas cuantas horas clavando a rashomon una y otra vez hasta que la sangre tiñó la alfombra, tuvo un ataque de tos por el esfuerzo pero no sé detuvo. El bastardo aún respiraba. Tomo el cuello del pelinaranja y empezó a apretarlo con toda la furia que cabía en su cuerpo, notando como el contrario se quedaba sin aire y como los ojos se iban poniendo blancos. Al final lo soltó cuando este yacía muerto.
Satisfecho y sabiendo que la mafia se encargaría del resto se dispuso a abandonar el lugar, caminando sin descanso y disfrutando del silencio. Un rayo de luna iluminó su camino y fue allí cuando su mente hizo click.

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Acróstico
RandomAtsushi Nakajima, una joven que vivió una infancia que le dejo un montón de cicatrices que no le desearía a alguien más, atraviesa el camino de la maternidad viviendo varias cosas con la persona menos esperada