Kai Havertz

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Las chicas y yo nos dirigíamos a una fiesta cuyos invitados nos contrataron para "pasar un buen rato" como se suele decir en este mundillo. Llegamos al lugar, era una gran casa, la música se oía desde fuera al igual que muchas voces masculinas.

Fue mi mejor amiga, Natasha, la que llamó a la puerta. Nos abrió un chico joven - Ey tíos, ya han llegado las putas - gritó anunciando nuestra llegada, mira que majo, no puede usar otro término para describir nuestro trabajo. Estuve a punto de reprocharle por como nos había llamado, pero mi amiga, me frenó.

Entramos en un salón en el que había varios chicos, unos más guapos, otros más feos, pero mi opinión no contaba, yo solo me los tenía que follar.

Nos sentaron en un sofá apartado mientras ellos bebían y charlaban ignorándonos por completo. Estaban hablando de fútbol, tema del que no sabía mucho, solo alguna cosa que me decía alguno de mis clientes entre polvo y polvo. Concretamente, estaban hablando de la liga española, discutían por quién iba el primero, si el Barça o el Madrid, hasta donde yo sabía, por lo que había oído, iba el Girona, así que lo dije en voz alta, dejando a todo el mundo que se encontraba en la sala con la boca abierta.

- Y a ti, ¿Quién coño te ha mandado hablar? - se acercó a mí un chico rubio y me puso de pie con un tirón de brazo.

- A mi no me hace falta permiso para hablar, yo hablo cuando quiero - ¿Pero quién narices se creía este tío para decirme a mí nada?

- Encima contestona - me reprochó. Alzó la mano para pegarme, pero eso nunca llegó a pasar, ya que otro chico de los que estaba sentado, le frenó con unas simples palabras.

- Tiene razón - dijo aquel chico de pelo moreno sin apartar la vista de su teléfono móvil.

- ¿Qué dices Kai? ¿Cómo va a tener razón esta putita maloliente? Si del zulo del que viene no se debe hablar más que de como follar - los insultos a mí no me afectaban, estaba cansada de oírlos, pero si me molestó que metiera a mis amigas en el pack, así que le volví a contestar dejándolo sin palabras.

- Dice que tengo razón, ¿Qué pasa? ¿Estás sordo? - intentó volverme a poner la mano encima, antes de ello, miró a sus amigos, y cambió su acción, cogiéndome del brazo para guiarme a una habitación.

- Te voy a enseñar modales, porque parece que en tu cuchitril, no lo han hecho - dijo apretando más su amarre en mi muñeca, hasta que el chico que me defendió antes, apareció por el pasillo.

- Martin, déjala en paz, ¿no ves que no quiere follar contigo? - esto hizo que mi agresor me soltara el brazo y se girara muy enfadado mirando a su amigo.

- A, ¿y contigo sí? ¿Desde cuando las putas eligen a sus clientes? Tranquilo Kai, que solo le voy a enseñar modales a esta guarra - intentó cogerme del brazo de nuevo pero lo esquivé abrazándome al otro hombre - Iros a la mierda - y se fue maldiciéndonos en lo que supuse que era su idioma natal.

- Gracias - dije mirando los preciosos ojos azules de mi salvador.

- No lo he hecho por ti - continuamos andando por el oscuro pasillo en silencio hasta entrar en una habitación - me gustan contestonas - y cerrando la puerta, me empujó haciendo que cayera sobre la cama.

- ¿Qué haces? Casi me tiras al suelo - me senté bien en el colchón cuando se me queda viendo de pie.

- Voy a tener mucho trabajo contigo - se iba desabrochando el pantalón poco a poco hasta quedar desnudo ante mí. Que puta suerte tengo, el primer guapo mazizorro que me toca, y menuda pedazo de polla, me lamí los labios al verla, era la primera vez que estaba deseando hacer mi trabajo, y os aseguro, que lo iba a hacer muuyyy bien.

One shots +18 (fútbol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora