Taehyun y Beomgyu tenían que admitir que sus padres se tomaron la noticia bastante bien, sacando de lado el regaño que se llevaron por no cuidarse, se pusieron contentos y los felicitaron. Salió mejor de lo que pensaron; sus madres ya estaban planeando comprar cosas como la cuna y pañales, y sus padres intentaban hacerse los duros pero se podía ver las ganas de llorar que tenían.
Luego estaban sus amigos, ellos los felicitaron y Sooyoung aprovechó para burlarse por apostar que Jiwoo y ella serían las primeras en ser madres.
La pareja había decidido irse a vivir juntos a un departamento más grande, con ayuda de sus padres a sus antiguos departamentos los alquilaron y con ese dinero lograron comprar un hogar más espacioso para su bebito en camino. Cuando se mudaron, Beomgyu no dejó que Taehyun hiciera absolutamente nada, no lo dejó cargar cajas o valijas con ropa por más que el peligris estaba en condiciones de hacerlo, Choi prefería que se quede sentadito comiendo pollo mientras él hacía todo.
Los días pasaron, el departamento ya estaba ordenado y con sus cosas en su lugar, Beomgyu empezó a dar clases como profesor de matemática en una prestigiosa escuela secundaria y Taehyun como técnico dental. Pero este martes a la mañana ninguno fue a trabajar porque tenían una cita con el obstetra, su primera cita.
Taehyun estaba nervioso, muy nervioso, movía su pie impaciente contra el pulcro suelo de la sala de espera mientras jugaba con los largos dedos de Beomgyu, que se encontraba a su lado notándose un poco menos nervioso que él.
─Amor, tranquilízate, ¿sí? Todo va a salir bien ─dice el pelirrojo con voz suave mientras acariciaba su grisáceo cabello.
─Lo siento, es que vamos a ver a nuestro cachorrito por primera vez ─suspira─. Tengo miedo y estoy muy ansioso.
─Me di cuenta, siento que me vas a romper los dedos ─dijo haciendo una pequeña mueca de dolor, Taehyun rápidamente lo soltó algo asustado.
Al pasar unos veinticinco minutos aproximadamente un hombre beta los llamó. La pareja entró al consultorio y se sentaron frente al hombre, quien les sonrió dulcemente.
─Bien, Taehyun, Beomgyu, mi nombre es Lee Junghae y los voy a acompañar en todo este trayecto y también voy a ser yo quien realice las cesárea cuando su cachorrito nazca ─se presenta sin borrar su sonrisa y sigue hablando luego de recibir un asentimiento por parte de la pareja─. Veamos, Taehyun, ¿has experimentado algo durante estas semanas? Mareos, náuseas, vómitos...
─Mmh, las primeras semanas sentí mareos y algo de náuseas al oler alguna comida, vómitos muy pocos y algo de cansancio. Al principio pensé que solo había comido algo que me hizo mal hasta que decidí hacerme una prueba de embarazo y... bueno, salió positiva. Y por ahora solo náuseas ─murmura viendo como Lee escribirá algo.
─Bien, ¿no sentiste dolores fuertes en el vientre o sangrado al orinar? ─Taehyun negó─. Genial, acuéstate allí y súbete la camisa. ─Taehyun asintió con la cabeza e hizo lo que el profesional le indicó─. Esto puede estar un poco frío.
El peligris tuvo un pequeño espasmo por el frio de esa especie de gel.
─¿E-Es normal que este tan frio? ─pregunta algo asustado y el médico asintió con una sonrisita burlona. Era bastante normal que los omegas se asusten por cualquier cosa puesta sobre su vientre, pues su instinto de protección estaba en alerta.
Beomgyu se acercó y tomó la mano de su omega viendo como Junghae pasaba un aparatito por el vientre ajeno. El médico señaló un pequeño puntito en el monitor a unos centímetros de distancia de ellos.
─Esta cosita que esta aquí es su cachorrito ─menciona Lee sin dejar de mover ese aparato─. Mide aproximadamente 84 milímetros y pesa 14 gramos.
La pareja estaba embobada viendo ese pequeño puntito moviéndose levemente, ahí estaba su cachorrito y dentro de poco podrían tenerlo entre sus brazos. Lee se quitó los guantes de látex y le dio a Beomgyu unos pañuelos para limpiar a su omega.
─¿Está todo bien? ─pregunta Beomgyu.
─Claro que sí, se ve que esta sano. Bien, cualquier cosa que sientan que puede estar mal vengan aquí de inmediato. Si te empiezas a sentir mal o sangras, vienes, eso puede ser peligroso ─habla en un tono serio pero sin perder la simpatía y amabilidad─. Nos vemos dentro de tres meses, ¿les parece? Lo único que te diré, Tae, es que comas más frutas y verduras.
─Claro. Gracias, doctor ─sonríe Taehyun antes de salir del consultorio.
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El cuerpo de Taehyun empezó a removerse encima de la cómoda cama, abrió sus ojitos con pereza y se sentó con cuidado observando la oscuridad de la habitación, ladeó su cabeza e hizo un puchero al divisar a su alfa durmiendo. Se estiró y prendió su luz de noche para después mover el brazo del pelirrojo levemente.
─Gyu... Gyunnie ─lo llama hasta que el alfa empezó a despertar.
─¿Qué ocurre, Hyun? ─pregunta Beomgyu con la voz ronca y rasposa.
─Quiero helado y fresas...
El alfa asintió con la cabeza y se levantó de la cama sobando uno de sus ojos, hace varios días que Taehyun empezó a sentir antojos y lo despertaba a mitad de la noche pidiendo algo para comer, ya sea cosas dulces, saladas o juntas. Una vez por poco lo manda a comprar una tarta a las tres de la madrugada.
Su olor a cachorrito había incrementado, el olor a leche y galletas estaba por todo el departamento. Y muchas veces lo pilló oliendo su ropa o el dorso de su mano, Taehyun amaba tener ese olor y varias veces obligó a su alfa a olerle el cabello o cuello. Beomgyu no se negaba, era muy tierno ver lo entusiasmado que veía.
Taehyun le agradeció con una radiante sonrisa y un beso en la mejilla antes de empezar a comer felizmente.
─Come ─dice, obliga, Taehyun poniendo una fresa frente a los labios de Beomgyu.
─Come tú, cosita, es para ti ─dice Choi alejando delicadamente la mano de su omega.
─Pero el cachorrito quiere que comas también. Come ─vuelve a insistir con un pequeño puchero.
─Oh, ya veo ─ríe bajito, colocando su mano encima del vientre de Taehyun─. Quieres que papá alfa coma con papi omega, tiene sentido.
Sin más mordió la fruta y al terminar de tragar besó la mejilla de Taehyun, quien comía felizmente el helado.
─Cachorrito esta feliz ahora.
─Ya lo creo, amor.
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