Capitulo 1

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Jimin iba de camino a su casa tratando de no alterarse mucho por
miedo a que su olor atraiga a algún alfa peligroso.

había gastado el dinero de sus supresores en los medicamentos y víveres para la señora Cho, y no tomarlos hacía que su olor —que si bien no era muy intenso normalmente
— sea mucho más perceptible y se liberaba mucho más con las emociones fuertes como lo era el miedo.

Agradecía ser una persona calmada y que podía controlarse mucho
más que otros omegas.
Pero aún así a veces perdía el control y quedaba algo vulnerable ante los alfas con los que se cruzaba, aquellos asquerosos alfas que lo miraban como si de un pedaso de carne se tratara.

Los odiaba. Pero sabía que su lado lobo no lo obedecía ante la voz de
mando o el fuerte aroma de un alfa, mucho menos cuando estaba cerca
de su celo. Que por suerte para eso aún faltaban varias semanas.

Las poco oscuras pero muy desoladas calles de camino a su casa siempre le ponian los pelos de punta.
Llegar a casa ileso era un logro
cada día, y agradecía caerles bien a muchos de sus vecinos, que lo
ayudarían si gritaba por ayuda.

A unos pocos metros de su pequeño y descuidado apartamento, escuchó unos pasos detrás suyo, y no pudo evitar asustarse.
Alguien saltó sobre él pasando su brazo sobre sus hombros y pegó un grito lo suficientemente fuerte como para avergonzarse.

—Tranquilo, Minie. Soy yo —dijo el joven de cabello rojo que lo
había asustado sin querer—. Huelo tu miedo desde lejos, tranquilízate.

—Dios, Tae. Casi me da algo… —dijo calmandose y llevando una
mano a su pecho, como si tal acción ayudara a calmara más rápido su
respiración.

—Lo siento, lo siento —se disculpó el pelirojo soltando sus hombros
y caminando junto a él camino a su casa, que estaba justo al lado del
rubio—. ¿Pudiste ayudar a la señora Cho?

—No. No soy un familiar directo, era obvio que no iban a decirme
nada —dijo frunciendo el ceño al recordar lo borde que fue la chica del
banco—. Pero pude conseguirle sus medicamentos.

—Dejame adivinar; gastaste tu dinero, no tienes para supresores y por
eso estás tan paranoico. Tu olor es mucho más notable —dedujo como si
conociera al rubio a la perfección.

—Si, tendré que aguantar unos días así, luego conseguiré para los
supresores —dijo restandole importancia para que menor no se
preocupara.

—Aja, claro. O puedes esperar a que algún alfa alzado se aproveche
de ti antes de que puedas conseguirlos —el pelirrojo le dió un abrazo,luego lo miró sonriendole—. No te preocupes, conseguiré dinero para
que puedas comprarlos los más antes posible.

—Taehyung, no —amenazó con la mirada tomando sus hombros,
mirándolo seriamente—. Ya te dije que dejes de hacer eso. Además,
podrías entrar en celo en cualquier momento, tus dolores de cabeza y
calambres solo son señal de que debes de quedarte en casa a esperar tu primer celo, ¿Qué pasa si estás solo de noche y-?

—Bien, bien, entendí. Voy a quedarme en casa —dijo bajando la
mirada, en señal de que comprendía su preocupación.

—Más te vale. Eres mi mejor amigo, si algo te sucediera me volvería
loco —dijo abrazandolo con cariño.

—Yo también te quiero, Jiminie —dijo devolviendole el abrazo.
Aprovechó para oler el aroma tan agradable caracteristico de su Hyung,y sonrió—. Tu aroma es muy agradable, me hace sentir en casa.

—Tu aroma es relajante, me hace sentirme seguro —respondió él de
igual forma.

—Seamos novios —bromeó dándole una nalgada, rompiendo así el
abrazo.

—Eres un pervertido —regañó estirando una de sus mejillas—. Es
tarde. Ve a dormir, mañana tienes escuela.

Nos vemos mañana —dijo caminando hacia la siguiente puerta—.
Oh, y sé que si fuera alfa estarías moviendo la cola por mi, no te hagas
—siguió bromeando antes de que el rubio ingresara por completo a su
casa.

Jimin solo le mostró el dedo medio e ingresó a su casa con una sonrisa divertida. Sin dudas el menor era su calma, y estaba agradecido
con el de arriba por haberlo conocido.

Por otro lado, Taehyung ingresó pero para tomar un bolso con todo
tipo de herramientas, un tapabocas negro y una gorra del mismo color.

No tuvo que cambiarse ya que siempre andaba con ropa oscura, por si acaso. Le había dicho a Jimin que se quedaría en casa, pero no le había
dicho cuando.
Sabía el riesgo que corría, pero aún así decidió arriesgarse por Jimin y
la señora Cho.

Su omega le decía que no era una buena idea, pero él y su omega nunca estaban de acuerdo, así que lo ignoró. Sintió una corazonada y tomó un preservativo que había comprado por las dudas desde que sus dolores comenzaron, por miedo a que en un arranque de calentura buscara a algún alfa.

Así al menos estaría cuidado de alguna forma si eso pasaba.
No creía que lo necesitara esa noche, pero era mejor prevenir que  lamentar.

Había conseguido un trabajo y ya hace varias noches que no tenía que
salir a robar, pero no podría conseguir dinero rápido de otra forma que no sea esa. No dudaba de sus habilidades, ya que podría robarle la billetera a alguien y esa persona no se daría cuenta de nada, además de que no había cerradura que no pudiera abrir.

El mayor peligro y temor en esos momentos eran los alfas.
Llegó al banco cerca de su casa y caminó hacia la parte trasera del
edificio, donde sabía que podía subir al techo a traves de la pared y
ventanas, y donde estaba el circuito de cableado que le permitiría apagar
las camaras de seguridad durante toda la noche. Pero solo iba a buscar lo necesario y luego se iría a la seguridad de su casa.

Buscó con la mirada la caja del sistema de cableado y lo abrió con un destornillador; sacó una pequeñas pinzas de su bolso y buscó los cables
color naranja, para luego cortarlos uno por uno, hasta que no quedó
ninguno.
Buscó la puerta que conectaba el techo con el interior y logró forzar la cerradura con un par de alambres y un poco de fuerza bruta.

Ingresó al edificio como si estuviera caminando por el pasillo de su casa,
sin miedo ni preocupación por si había algún guardia de seguridad.
El sabía perfectamente que el lugar no contaba con tales, al menor no
por donde él iría.

Bajó por las escaleras hasta llegar al primer piso, buscó el lobby
donde estarían las cajas de seguridad y se dispuso a sacar sus alambres
para forzar las cerraduras de las cajas, pero paró en seco al ver a alguien más allí.
Una persona; al parecer un hombre con tapabocas igual que el suyo.
Estaba tecleando algo en la computadora, tan metido en hacer lo que estaba haciendo que no se percató de su presencia en el momento.

Taehyung se asustó. Era la primera vez que se encontraba con alguien
más de esa forma, y no sabía que hacer. Podía sentir su aroma desde su lugar: era un alfa.

El chico frente a la computadora entró en alerta al sentir un fuerte olor a lavanda y menta, podía sentía el miedo en aquel aroma de omega. Se giró encontrándose con alguien más allí, se quedron varios segundos
conectando sus miradas en completo silencio, hasta que el pelirrojo se
volteó para intentar correr lejos.

—Alto ahí, omega —dijo el desconocido con su voz de alfa,
consiguiendo que el cuerpo del pobre omega obedeciera por completo al
estar asustado.

¿Your Wolf Or You? | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora