Eres un idiota, Baji

Parte única

—¿En qué está pensando Baji-san? -Chifuyu observaba a su capitán, notablemente distraído.

—En que tengo hambre. -Respondió el pelinegro de manera brusca, mientras disimuladamente dirigía su mirada hacia una pelirrubia a lo lejos.

—Yo también tengo hambre. -Comentó Pachin, tumbado en el suelo junto a Mikey.

—Siempre tienes hambre, Pah. – Bromeó Draken.

—Déjalo, su cerebro es tan pequeño que solo piensa en comida. -Dijo Peyan con aburrimiento.

De repente, se escucharon pasos apresurados, todos voltearon para ver quién se acercaba.

—¡Draken, hola! -Exclamó una chica pelirrubia emocionada, ignorando a los demás que estaban con él.

—Hola, Emma. -Respondió Draken, serio como siempre.

—Hola Baji, ¿cómo estás? Yo bien, gracias por preguntar, eres muy considerada, Emma. -Respondió el pelinegro de manera sarcástica.

La chica solo rodó los ojos y le sacó la lengua. —Eres un idiota, Baji.

El de colmillos no pudo evitar sonreír ampliamente.

—Parece que Emma tiene a sus favoritos. -Comentó Mitsuya con una sonrisa amable.

La chica, nuevamente ignorando a todos, se centró en hablar con el de tatuaje de dragón. Los demás continuaron con sus cosas, pero Baji prefirió irse, siendo seguido por su vicecapitán.

—Baji-san, ¿puedo hacerte una pregunta? -Inquirió Chifuyu.

El pelinegro emitió un sonido afirmativo mientras continuaba caminando.

—¿Te gusta la hermana menor del Capitán?

Baji se detuvo en seco y, con gran enojo, fue a encarar a Chifuyu.

—¿De qué diablos estás hablando?

—He notado que la observas discretamente con una sonrisa y posiblemente no te des cuenta, pero siempre buscas algún tipo de contacto físico con ella, como darle palmaditas en la cabeza.

—A ella le gusta Draken y él a ella.

—Eso no fue lo que pregunté...

El pelinegro se dio la vuelta.

—¿Y qué más da si me gusta? Total, ella tiene sus ojos puestos en alguien más.

—¿Puedo preguntar cómo llego a gustarte?

Baji suspiró con pesar; tal vez, si le contaba a alguien, se liberaría del peso que llevaba cargando durante varios años.

—Bueno... fue hace varios años, cuando éramos niños. -En ese momento, varios recuerdos le llegaron a la mente.

Baji desafiaba a Mikey una vez más para que peleara con él, hasta que de repente vio a una niña escondida detrás de la puerta.

—¿Y ella quién es?

—Oh, ella es mi hermana Emma.

—¡Tienes una hermana!

—Eres muy escandaloso, idiota...

La observó detenidamente; le pareció una niña muy linda, con su pelo rubio, sus ojos dorados, su piel blanca. Quedó embobado por la belleza de Emma. La chica se sintió muy observada, así que salió corriendo. Mikey le dio una patada al pelinegro.

—Tarado, la asustas.

Sin embargo, Baji ni se inmutó ante la patada de Manjiro; solo observó cómo la pelirrubia se iba corriendo, pensando que le gustaría hablar más con ella.