4. Nervioso

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A la mañana siguiente, no podia pensar con claridad. Le estaba dando tantas vueltas a lo que me pasó ayer que me estaba volviendo loco.

Decidí no pensar en eso mucho, que tenía clases a las que ir. Me duche, me cambié, comí algo y me fui directo.

Al llegar estaba bastante bien ya, me había calmado y no pensaba tanto en el sábado.

Pasaron unas horas y llego el momento del patio. Me reuní con mi amigo Álvaro que me estaba esperando donde siempre.

Cuando llegue hasta donde estaba el, le comente todo lo que pasó ayer y lo emocionado que estaba.

Pero, su reacción me dejó de piedra. Resulta que no le gustó en absoluto el hecho de que fuera a quedar con alguien que acababa de conocer.

Le dije que no pasaba nada porque era buena persona, pero, no me hizo caso y siguio insultandome.

Me empezó a llamar gilipollas y todo tipo de insultos, cosa que no iba a tolerar. Asi que, con toda la rabia que llevaba, le dije.

- Para ya Álvaro. Nunca te has alegrado por alguno de mis logros o algo que consigo, dejame vivir tranquilo. Deberías apoyarme no? Para algo eres mi amigo, o bueno, eras. No quiero saber nada mas de ti, te odio.-

- No te enteras verdad, Alex? Si te digo esto es porque me preocupas.-

- Si claro, ahora te importo. Ya esta Álvaro, ya me has dejado claro como eres. Adios.-

Nada mas decirle eso, me fui a clase.

Cuando acabaron y llegue a casa, rompí a llorar. Tenía muchos años de amistad con el, y me duele.

De tan mal que me sentía, decidí hacer algo que creo que me sentaría mejor.

Aquel dia en la heladería Donde viven las historias. Descúbrelo ahora