Primero que todo está historia no es mía esta sacada de una página +18 yo solo la estoy traduciendo.
__________________________________
Estaba de vacaciones del trabajo y había estado fuera por la mañana en la cercana Coventry, tomando fotos sinceras de hombres jóvenes principalmente bajo el sol, y regresé a Birmingham alrededor de las 2 en punto.
Justo debajo de la rampa peatonal que salía de la estación de tren se encontraban los baños públicos. Había oído hablar de las “casas de campo” y sabía que este baño, al estar ocupado y ser anónimo, era uno de esos lugares. No sé si mi subconsciente me estaba atrayendo o no al lugar hoy, pero cuando en realidad bajé allí, fue para hacer una llamada genuina, así que pagué debidamente y entré en un cubículo.
Las particiones entre los cubículos no llegaban al suelo, por lo que había un espacio debajo de aproximadamente 6 pulgadas. Después de un tiempo, mi curiosidad se apoderó de mí. Aunque nunca lo había hecho antes, me arrodillé en el suelo y miré debajo. Para mi ingenua sorpresa, a unos pocos cubículos de distancia, un rostro miraba en mi dirección. Mi reacción fue instantánea; Me senté rápidamente. Sin embargo, mi reacción fue tan rápida que no tuve tiempo de ver quién era ni qué aspecto tenía. Sin embargo, por alguna razón, no pude reunir suficiente coraje para mirar de nuevo. Me quedé ahí sentado.
Poco después, vi un par de zapatos jóvenes, al final de unas piernas enfundadas en vaqueros, entrar en el cubículo de al lado. Los zapatos eran nuevos y elegantes, con una puntera de latón, de moda en ese momento. Claramente era alguien bastante joven; Probablemente no sea mayor que yo, en cualquier caso. Pareció sentarse pero luego no hizo nada más. Sentí curiosidad y no pude resistir la tentación, así que escribí en un trozo de papel higiénico: "¿Cuántos años tienes?". y lo deslizó debajo del tabique. La nota fue rápidamente escuchada y poco después fue seguida por el sonido de una cerilla encendiéndose. Al principio pensé que estaba quemando la nota con disgusto, pero luego me di cuenta de que estaba usando la cerilla para escribir.
La nota volvió; “18” decía. Respiré bastante profundamente. ¿Ahora que?
Devolví la nota; "Tengo 26 años, ¿puedo masturbarte?" Recuerdo haber pensado en ese momento que la puntuación probablemente era superflua dadas las circunstancias y que un vocabulario bastante básico era más adecuado.
Se encendió otra cerilla del otro lado y apareció la nota: “Préstame tu bolígrafo”. Me di cuenta de que debía haber visto mi bolígrafo de acero inoxidable cuando deslicé el mensaje debajo de la partición y aún no estaba lista para correr el riesgo de perder uno de mis regalos de cumpleaños número 21. Como no tenía nada más con qué escribir, le devolví la nota diciendo: “No, la robarás” y le indiqué que continuara usando una cerilla.
Ahora hubo un pequeño retraso y pensé que debía haber desperdiciado mis posibilidades. En el mejor de los casos, ya no tuvo más partidos. ¡Y todo por perder un bolígrafo de acero inoxidable! Pensé para mis adentros mientras estaba sentado allí.
Sin embargo, para mi sorpresa, finalmente llegó otra nota dando su aprobación a mi solicitud original, siempre que aceptara "chuparlo". No hace falta decir que inmediatamente indiqué que estaba de acuerdo y le dije: "Desbloquee cuando esté listo". Tiré de la cadena y abrí la puerta. Cuando salí del cubículo, pensé: "¿Qué hago si no abre la puerta y me deja ahí parada como un idiota tratando de entrar?" La gente de afuera puede que supiera o no lo que estaba pasando, pero yo sabía que tenía que arriesgarme. Cuando me giré, vi que su cerradura hacía clic en "vacío" y fingí poner una moneda y entré al cubículo.
Pensándolo bien, mi acción apresurada merecía llevarme a serios problemas, pero mi limitada experiencia no sabía nada mejor. No sé quién realmente esperaba encontrar dentro, pero para empezar no había mentido sobre su edad. Era una fracción más alto que yo, de complexión ligera, cabello corto y oscuro, y vestía jeans azules y una chaqueta bomber de cuero negra sobre una camiseta blanca lisa. Pero lo que más me llamó la atención fue su rostro increíblemente hermoso. Tenía ojos gris azulados y rasgos suaves y juveniles, tan bien afeitado que parecía casi como si nunca se hubiera afeitado y nunca necesitara hacerlo. No podia creer mis ojos.
