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𝐌𝐢𝐫𝐚𝐫 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐜𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧, ¿𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨?
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† - Monster High ; pasillo principal
El nuevo tema de conversación entre absolutamente todos en la escuela caminaba tranquilo por el pasillo. Notaba como los estudiantes suspiraban cada vez que pasaba frente a ellos, sus miradas lo seguían donde quiera que fuera y los murmullos sobre lo guapo, atractivo y misterioso de su ser eran la nueva comida favorita de su terrible ego.
Estaba más que acostumbrado a provocar dichas reacciones en los demás, simplemente se sentía bien saber que su encanto lo perseguirá hasta el fin del mundo, que su apariencia podría atrapar a cualquier monstruo que quisiera. Se regocijaba en el pensamiento de que era el más maravilloso ser que los estudiantes de Monster High hayan presenciado antes. La sonrisa que jamás caía de su rostro llamaba la atención a varios metros de distancia.
¿Cómo podría dejar de sonreír? Sabiendo que cualquier monstruo se sentiría afortunado de ser su compañero, sabiendo que los demás no se ponían de rodillas solo porque él aun no se los había pedido. Tachando la idea de que ser rechazado alguna vez como una completa ridiculez, la seguridad que emanaba su cuerpo era totalmente seductora.
Sintió una pequeña mano tomar su antebrazo, deteniendo su caminar al lado del pasillo. Volteó hacia abajo para observar a la chica frente a él, luego sonrió amablemente como siempre lo hacía.
- Soy Toralei - la minina se apresuró en presentarse, maldiciendo en sus adentros por lo atractivo que era el vampiro, pero rápidamente volviendo a la idea de su plan inicial.
- Es un placer, soy-.
- Valentine, lo sé. Lo sé todo sobre ti - el vampiro sonrió engreído después de escuchar tales palabras.
- Tal parece que mi reputación me persigue - Toralei río un poco, maravillada por la voz del chupasangre.
- Y sé que estás aquí por el corazón de Draculaura - por primera vez en varios años, la sonrisa en el rostro de Valentine titubeó un poco. Carraspeó un par de veces antes de volver a ofrecer esa sonrisa galante hacia la más baja. Alzó su brazo, indicándole a la chica que lo tomara para guiarla a un lugar con menos oídos. Toralei lo aceptó con gusto, dirigiendo su atención a sus mejillas para evitar sonrojarse.
Una vez apartados del gentío en el pasillo principal, ambos se pararon frente a frente en uno de los corredores laterales, con muchos menos monstruos que antes.
- No sé que a que te refieres con "el corazón de Draculaura", solamente estoy aquí para asistir a una escuela más grande - el vampiro contó una historia falsa con gran facilidad, logrando que la chica frente a él ronroneara divertida.
