Prólogo

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- Sí, ama, te llamaré cuando llegue a mi habitación. Ya sé que solo te preocupas por mí. Yo también te quiero, adiós.

Finalmente cuelgo la llamada y miro la hora, ya solo me quedan diez minutos más de viaje y habré llegado a Madrid. La verdad es que no tengo muy claro como me siento, llevo tanto tiempo esperando a que llegue este momento que ahora ya no sé como actuar. Se supone que debería estar feliz, pero tengo demasiadas preocupaciones como para poder estarlo del todo, en Gexto he dejado a mi familia ya mis amigos. Aunque Madrid me trae la oportunidad de cumplir mi sueño también tiene muchas cosas inciertas. Aún no sé si será capaz de hacer amigos, mis mejores amigas me han dicho demasiadas veces que caeré bien enseguida y que eso no me tendría que preocupar; pero no puedo dejar de pensar en eso, para mis amigos son parte de mi familia y no sé que haré sin poderlos ver tan a menudo.

A pesar de que todo eso saliera bien no puedo dejar de preocuparme por si mis notas bajarán y tampoco sé si de verdad me gustará la carrera; aunque estoy seguro de que actúa es mi pasión, los profesores pueden influir mucho en si te gusta o no una asignatura. Creo que ese es mi mayor miedo, sería incapaz de volver a Bilbao y decirle a mis padres que todo el esfuerzo que han puesto para que yo venga a Madrid y pueda cumplir mi sueño no ha servido para nada. Simplemente esa no es una opción.

De repente suena el altavoz del tren para avisar que ya estamos llegando a la estación de atocha. Por fin, al menos ya puedo estar tranquilo de que no moriré en el camino, desde que de pequeño vi una noticia donde salía como se había descarrilado un tren les tengo un miedo horrible y ahora cada vez que se escuchaba un ruido raro o el tren temblaba me cagaba de miedo. Pero por ahora, primera misión: Completada.

El brillo de La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora