''Antes era demasiado frágil''

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Domingo, 00:21


Me levanté y me dirigí hacia donde estaban. Quería olvidar lo que acababa de oír y seguir divirtiéndome. Hacía mucho que no me lo pasaba así de bien. ¡Podía hacer de todo! Saltar como una loca, gritar, bailar, beber... fue brutal.


Rubén se agachó hasta llegar a mi oído: creo que ya es hora de que nos vayamos - me gritó y, aprovechando que estaba así de cerca, colocó su mano derecha en el horizonte de mi cara y me besó. Me besó con intensidad, como en el sofá aquella tarde.

-Vale - le dije al separarse nuestros labios, mirándole desde abajo y con una sonrisa.


Nos despedimos, y por el camino hablábamos de cosas varias. Teníamos bastante alcohol en la sangre, pero por suerte no llegamos al extremo (creo que con todo lo que habíamos sudado, la gran mayoría del alcohol lo eliminamos). Al llegar al portal de su casa, Rubén pulsó el botón del ascensor.

En ese momento, me cogió de la cabeza y me estampó contra la puerta del ascensor, besándome como si no hubiera un mañana.

Se abrió la puerta y fue entonces cuando yo di la vuelta, le agarré yo de la cabeza y le estampé contra la pared del ascensor. Extendí mi mano izquierda para pulsar el botón y le comencé a besar con más pasión aún si se podía.

Yo le arañé el brazo derecho y el me agarró mi pecho derecho con su mano izquierda y, cuando le arañé, me abrazó la cintura con su brazo derecho y yo coloqué mis brazos sobre sus hombros.

Llegamos al piso, él salió escopeteado hacia la puerta, la abrió, me cogió de la mano y tiró de mi hasta sus brazos. Me llevó a dentro y giró para cerrar la puerta. Volvió a girar para seguirme besando.

Mientras me besaba me llevaba hasta su habitación. Me soltó un momento para sacar a Wilson y a Raspberry, que estaban acostadas en su cama y cerró la puerta.

Se quitó los zapatos rápido con sus pies, colocando la punta en el talón del otro. Yo hice lo mismo.

Se quitó la camisa, la lanzó por ahí y yo, que estaba colocada justo en la esquina de la cama, me cogió, me tiró y me colocó en el centro, quedando él encima.

En ese momento, la pasión se suavizó. Me cogió de las muñecas y me las agarró con su mano derecha colocándolas en el hueco que quedaba entre mi cabeza y el cabezal de su cama. En ese momento me puse MUY cachonda. Me mordí el labio.

Yo, inmóvil de brazos, no pude evitar volver a repetir aquel movimiento de cadera, hacia delante y atrás en círculos, que se frotaba en sus partes.

Él me quitó como pudo el vestido, quedándose mis pechos en sujetador por fuera.

Bajó su boca y las mordió suave por un lado que se sobresalía. Con su mano izquierda me desabrochó el sujetador, me lo quitó y lo tiró, volviendo después a la pose inicial.

Mordisqueó y lamió mi pezón izquierdo primero, y luego, el derecho. Volvió a mi boca y entonces se desabrochó el cinturón y luego el botón del pantalón. Con mis pies le ayudé a quitárselo y él me levantó la falda. Como me había soltado para quitarme la falda, fui a quitarle el calzoncillo, pero él me volvió a agarrar las muñecas con su mano izquierda esta vez y a volvérmelas a subir. Bajó su mano derecha hasta el ombligo y, a partir de ahí bajó la intensidad y deslizó su mano hasta mis bragas con sus suaves manos.

De ahí siguió bajando hasta acariciarme los labios exteriores. Juntó sus dedos indice y corazón y comenzó a moverlos en círculos y de arriba a abajo. Quitó la mano y comenzó a frotar sus partes con las mías.

Conociendo a Rubén Doblas (ElRubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora