🕰🦋|| TIME AFTER TIME!
an andrew garfield fanfiction
charlie necesita una cita para la boda de su mejor amiga y andrew será el primer voluntario en ayudarla a encontrarla.
💒; andrew garfield x fem oc!
social media x real l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
005. real life amigo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CHARLIE HABÍA CREÍDO SER LA MÁS BORRACHA DE AMBOS, pero para cuándo hubo entrado a su departamento era Andrew el que tenía que apoyarse en su hombro para mantenerse de pie. El tequila que aún circulaba neciamente su sistema y la gracia de la situación causaba que Charlotte no parara de soltar risitas tontas, mientras intentaba decidir el mejor lugar para dejar caer al castaño. Finalmente, y sin poder llegar más lejos por su torpeza, se decidió por el sillón de la sala donde el actor cayó con un quejido risueño. La mujer jadeó del esfuerzo, su cabello cayendo en mechones frente a sus ojos, mientras reía por cómo las extremidades de Andrew se zafaban de su cuerpo para encontrar apoyo en los cojines de su sillón. Con exagerado cansancio por haber arrastrado a su acompañante del coche al elevador y del elevador a su piso, Charlie se dejó caer a un lado con pesadez, suscitando otra carcajada coreada por ambos.
El lugar en el que se solía quedar cada que iba a Nueva York era estilo loft, que rentaba cada que salía de la ciudad. La empresa de limpieza que contrataba ya había hecho un excelente trabajo en desempolvar el lugar hasta relucir, pero si alguien osara a entrar en su habitación vería que su maleta seguía deshecha y sin guardar en el piso. Por el momento, en la estancia principal en la que se encontraban, reinaba la quietud. Por haber tenido las manos ocupadas con sostener a Andrew y manejar las llaves del lugar, Charlie no había podido prender la luz adecuadamente. La única iluminación provenía de la calle, bañando sus paredes y las siluetas de sus muebles como miel. De sus grandes ventanales también se colaba el continuo ronroneo de los coches circulando allá afuera, los ladridos de los perros y el latir de la ciudad a medianoche.
Charlie y Andrew se quedaron unos momentos en silencio tirados en el sillón, mientras sus risas y respiraciones se acompasaban.
—Charlie.
—¿Mmh?
—Charlie, Charlie, Charlie.
—¿Qué? —preguntó con una sonrisa, echando su cabeza hacia atrás para mirar el techo.
—Me voy —concluyó tajante, poniéndose de pie con demasiada velocidad.
