𝙽𝚘 𝙼𝚎 𝙿𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝙳𝚎𝚓𝚊𝚛 𝙰𝚜𝚒́ (𝙲𝚑𝚎𝚠𝚒𝚜)

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¿Por qué? Porque te fuiste así de mi vida, sin explicaciones, la lluvia sigue cayendo, como el día en que te fuiste, me dejaste como un tonto pensando en ti, no, no pudiste haberme dejado así, o ¿sí?, ¿ya no hay? amor donde siempre lo hubo?

Te fuiste con todas nuestras promesas, ¿qué paso con dar la vuelta juntos? ¿Con ir a vivir aventuras los dos? Me duele el pecho, no sabes cuanto duele saber que no estás aquí, ¿Qué pasó con nuestro feliz para siempre? Fue una mentira como tus te amo, no, no me puedes dejarme así, me dejaste como un tonto pensando en ti.

El mar aún suena como las veces en que estuvimos juntos, ¿No pudiste quedarte un poco más? La lluvia me recuerda a ti, a las veces en que ambos nos decíamos te amo, hacíamos el amor en la sala mientras la lluvia caía sobre la ventana, nuestros cuerpos chocaban, las pieles sonaban, nuestros corazones se sincronizaban.

Cada instante es distinto sin ti, nada es igual, todo cambio, cambio como cuando tu llegaste a mi vida, ¿Qué hice para caer ante ti? Tus ojos, tus pecas, tu sonrisa, tu carisma, todo tú me enamoraba, ¿Porque me deja aquí sin saber porque te vas? Acaso ¿amas otra persona?

Los rayos truenan a lo lejos, recordando como temblabas ante ese sonido, era tu miedo, pero te hacías el fuerte ante mí, decías que no eras débil, pero ¿No éramos nuestra debilidad? Miró por la ventana las gotas caer por las hojas de las plantas que había en el patio, me hacen pensar ¿Qué hizo que tomaras la decisión de irte? ¿Me cambias por alguien más?

La temperatura del lugar es fría como la soledad, era diferente cuando estabas tú, cuando hacíamos en amor con la lluvia de fondo, escuchando el choque de nuestras pieles, las veces que toca tu tersa piel, los te amo que nos decíamos, los besos. ¿A dónde se fue esa persona? si simplemente el amor se acabó en lo que teníamos, ¿Porque me dejaste así?

El británico estaba tan perdido en sus pensamientos que ignoraba los golpes provenientes de la puerta principal, el extraño hombre golpeaba con desesperación, esperanza, su corazón latía a un millón sintiéndolo en su garganta, creía que en cualquier momento se saldría por su boca, la ansiedad. en el crecía, esperaba que aún existiese ese amor, ese amor que él pensaba se había extinguido.

La lluvia lo había empapado, el aire tampoco le ayudaba en ese momento, los golpes a la puerta se intensificaban cada vez más, el frío ya le estaba calando hasta los huesos y sabía que Lewis estaba ahí dentro, por lo que no le quedó más. opción que empezar a gritar el nombre de este.

- ¡LUIS! POR FAVOR ABREME, POR TODO LO QUE AMES, SOLO ABREME LA PUERTA.

Con eso el británico salió de su trance, los golpes en la puerta lo hicieron sobresaltarse y preguntarse de quién se trataba, ya que no espera visita y menos con la lluvia que estaba cayendo, por lo que rápido camino hasta la puerta y se fijó por la mirilla de esta, pudiendo ver al mexicano empapado y temblando de frio, el corazón de Lewis empezó a latir rápido, el solo verlo hacía que sus mejillas enrojecieran, el británico no podía creer lo que veía, Sergio, su Sergio estaba en la puerta de su casa, no lo quería pensar mucho para mandarlo a la mierda, pero le daba un sentimiento mandarlo en medio de la lluvia.

Sergio dudaba se si quiera Lewis le abriría la puerta, no se rendiría si era necesario se quedaría hasta que Lewis se dignara recibirlo, lo amaba y necesitaba hacérselo saber, no quería volver a cometer el mismo error, porque lo deje, probablemente pensando que todo Lo que paso fue su culpa, pero no es así, necesitaba remediarme con él, hablar de lo que me había pasado, que lo seguía amando y no me había olvidado de él.

Sin esperárselo, la puerta se abrió mostrando al británico en el interior de la casa con una expresión de enojo en su rostro, era obvio, no se esperaba ver a su ex frente a su puerta después de haberlo abandonado sin haberle dicho palabra alguna, mucho. menos que este regresara con arrepentimiento.

- ¿Qué quieres aquí Sergio? porque no nos haces un favor a ambos y te vas de aquí, sabes que no eres bienvenido a mi casa. - escupió el británico, no podía creer el cinismo del mexicano al estar parado frente a él.

- Y-Yo, Lewis perdón, sé que soy la última persona que quieres ver en estos momentos, solo... solo quiero hablar contigo.

El británico quería dudar, realmente lo quería hacer, no quería creer las palabras de menor, no después de todo lo que tuvo que pasar para superarlo, no después de haberle llorado muchas noches, haberle rogado a la luna para que este volviera, no después. de que ya haya aceptado que tenía que dejar ir su recuerdo, ¿Por qué? ¿Porque tenía que volver en este momento?

- Ni lo pienses Michel, creo que debes entender que ya no eres bienvenido en esta casa, porque no mejor te regresas de donde viniste y buscas a otro idiota al cual enamorar.

El moreno estaba por cerrar la puerta cuando una mano se lo impedía, el mexicano no se rendiría, no ahora.

- Vamos Lu, solo permíteme hablar, quiero que me escuches, te amo sabes, nunca deje de hacerlo.

-Pues que última, yo ya no te amo. - El enojo en el británico se hacía más grande, todos los recuerdos de su sufrimiento se intensificaban. - Eres un estúpido por pensar que puedes volver, así como si nada, no, así no son las cosas Sergio, te fuiste, me dejaste, te alejaste de manera tan silenciosa qué nadie sabía de ti, sabes cuanto he llorado por ti, cuanto A veces pensé que yo tenía la culpa de que te fueras, cuantas veces me auto sugestioné pensando que yo ya no era perfecto para ti. - Las lágrimas se asomaban en los ojos oscuros del británico. - no, no lo sabes y jamás los sabrás, lo mejor para ambos es que te vayas.

Antes de que el moreno pudiese cerrar la puerta, el mexicano se lo impidió, no quería dejar las cosas así, quería hablar con él, decirle que aún lo amaba que dejara de pensar así, lo amaba como era, sin importarle lo que los demás pudiesen decir de él.

No le importaba el frío que estuviese haciendo en el momento. No le importaba que estuviese empapado o si quiera que el moreno se estaba negando, en ese momento, en ese preciso momento solo lo beso.

Lo beso como si ese fuese su último beso, lo beso con delicadeza, con tanta como si el contrario se fuese a quebrar, ambos tenían ese sentimiento de pertenencia, porque lo hacían, se pertenecían el uno al otro. Era como si Sergio nació para estar con Lewis, de igual forma de que Lewis hubiera nacido para estar con Sergio.

El moreno se rindió ante el mexicano, este sabía cuál era su debilidad, él sabía que puntos tocar para que cayera a sus pies. No lo negaría, extrañaba esos toques de él, que lo tomara por la cintura, que lo poseyera y le recordara que era suyo, solo de él. Las manos del mexicano se rozaban por la suave piel de Lewis, la extrañaba y algo dentro de él necesitaba volver a probarla. Los besos subían de intensidad, la necesidad y el calor igual. Ninguno supo en qué momento ya estaban dentro pegados en una pared, peleando por la dominación del beso.

De manera obvia iba ganando el mexicano, el calor en el lugar iba aumentando como las caricias del menor, se extrañaban, sus cuerpos lo hacían, era un gran reencuentro para ellos, nada en ellos había cambiado, para Sergio Lewis tenía los mismos tatuajes en todo su torso, le encantaba cada uno de ellos, por lo que se separó un poco del mayor y observa minuciosamente cada uno de ellos, sabía el significado de todos, el motivo por el que se los había hecho y acompaño al moreno a hacerse uno. en especial.

Con las yemas de sus dedos acaricio sobre la tinta negra que estaba impregnada en su piel, de color negro estaba su nombre tatuado, Sergio en letras góticas, le encantaba como se veía, era un recordatorio de que era suyo, de igual manera Sergio tenía un tatuaje con el nombre de Lewis, era su sello, sabían a quién le pertenecían. El moreno tomó las manos del mexicano haciendo que lo viese a los ojos, en donde ambos solo se sonrieron, no necesitaban más palabras, con una sonrisa les basto, para saber que aún existía ese amor que siempre se decían.

One Shot F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora