One-Shots [King Ghidorah x Rodan]

Perdón

De todos los lugares que podrían haber elegido para curar sus heridas, sería esta tierra de hielo y oscuridad. No era la primera vez que huían a este lugar, pero estaban seguros de que no dejarían que el tiempo los congelara nuevamente.

Sus alas habían sido quemadas, dos cabezas reducidas a cenizas en cuestión de segundos, y cuando todo parecía perdido para ellos, llegaron los otros Titanes y fueron testigos de su debilidad. Ser testigo de su derrota .

Y en la distracción y coronación del débil Rey, lograron escapar al mar utilizando uno de los túneles para escapar.

La regeneración de sus cabezas siempre les molestó, demostraba que estaban débiles y habían sido atacados con la guardia baja, ahora debido a la radiación esta vez fue más dolorosa que nunca, dolorosa y lenta ; Sin las otras dos cabezas no podrían crear sus rayos destructivos, no podrían luchar. Sus alas eran las que ansiaban regenerarse. Tendrían que salir de aquí, tendrían que desafiar nuevamente al débil Rey, demostrarle que no serían sumisos como los otros Titanes.

No querían estar aquí donde no había nada ni nadie...

Un chillido familiar en el aire les hizo mirar hacia la dirección de donde venía.

Un destello rojo claro voló sobre las nubes oscuras. El demonio rojo chilló un par de veces más en cuanto los vio, Ghidorah gruñó mostrando sus colmillos, ignorándolo. Una vez que Rodan estuvo sobre ellos, voló en círculos, lanzando chispas que caían sobre sus cuerpos y alas. Las chispas no los lastimaron, no les resultaron dañinas como la irradiación del Rey débil, eran más bien cálidas . Un sentimiento extraño que sólo les hizo darse cuenta de lo congelados y solitarios que habían estado hasta ahora.

El demonio de fuego aterrizó lo suficientemente cerca de ellos, a una distancia considerablemente segura de ellos. Ghidorah podía verlo, no era la distancia como antes, cuando volaba a su lado, derribando esos pájaros de metal. Cuando se convirtió en su socio en la conquista y transformación de este mundo.

La hidra de tres cabezas refunfuñó y evitó mirar al demonio de fuego cuando este gemía, tratando de llamar su atención. Fue el primero en arrodillarse ante el débil Rey, ese demonio de fuego no tenía estándares ni orgullo .

Rodan chilló un par de veces, desde su distancia segura, sacudiendo la cabeza de arriba a abajo, esperando que alguna de las cabezas reconociera su presencia. Ninguno de ellos quería verlo.

Ni le gruñó a San mientras los lamentos del demonio rojo comenzaban a hacer efecto en ellos y la tercera cabeza intentaba ver al demonio de fuego, algo que tanto Ichi como Ni, comenzaron a exasperarlos porque—Ellos también querían verlo.

Escucharon el llamado desesperado del pájaro de la destrucción, pero lo ignoraron. El gemido volvió y gruñeron. No respondieron a nada ni a nadie , lo que el demonio rojo quisiera de ellos, no funcionaría. Sin embargo, tan pronto como sintieron al demonio de fuego tratando de acercarse a sus alas aún sin curar, perdieron la paciencia, mordiendo a la criatura de fuego, extendieron sus dañadas alas doradas tratando de intimidarlo, esta vez rugiendo hacia el cielo y luego durante tanto tiempo, sus rayos salieron de sus hocicos, iluminando el cielo oscuro.

Cuando terminó el sonido de los truenos y relámpagos, el mundo volvió a quedar en silencio, a excepción de la tormenta de nieve, que fue todo el sonido que quedó entre ellos.

Las tres cabezas le gruñeron a Rodan, esperando que el demonio rojo entendiera que no lo querían cerca .

Rodan chilló totalmente molesto, para sorpresa de Ghidorah, y ante los tres pares de ojos el demonio de fuego extendió sus alas y despegó hacia el cielo rápidamente, rompiendo las nubes oscuras y despejando el cielo.

Incluso la tormenta de nieve había desaparecido, dejándolo solo otra vez.

San miró hacia el cielo, buscando una forma roja brillante volando en el ahora cielo estrellado, no había nada más. Rodan realmente se había ido . Su pareja los había abandonado nuevamente. La tercera cabeza miró a sus hermanos, solo Ni negó sacudiendo la cabeza, señalando a Ichi quien se dejó caer al suelo helado.

No necesitaban al demonio de fuego, ahora estaba sirviendo al falso Rey, y seguramente lo había enviado a buscarlos porque había sido el Titán con quien había compartido la mayor parte del tiempo. Esta era sólo otra trampa. En cualquier momento, el Rey débil parecería terminar su batalla.

Un chillido se escuchó nuevamente en el aire, esta vez las tres cabezas alzaron la vista hacia el destello rojo en el cielo; Ichi miró el suelo helado, esperando que un azul bioluminiscente se rompiera debajo de ellos... Nada . Rodan había regresado solo.

Esta vez el demonio de fuego aterrizó más cerca de ellos, llevando dos ballenas en su pico. Rodan los dejó frente a ellos y esperó.

Ghidorah no tenía hambre, no necesitaban comida, tampoco necesitaban dormir, no eran de este planeta, por lo que no estaban sujetos a sus reglas y leyes. Sin embargo, no habían entendido el por qué de este gesto. Lo hacía sentir diferente , habían elegido pareja cuando en el pasado la idea nunca se les había pasado por la cabeza. ¿Por qué?

Rodan volvió a chillar, esta vez impaciente ante la dudosa reacción de su antiguo rey y socio.

La cabeza del medio rugió, tenían todo el derecho a sospechar, no se habían recuperado del todo y volvieron sus ojos hacia la ballena. No les sorprendió que fuera San quien empezara a mordisquear la carne. Mirando hacia Ni, la cabeza derecha suspiró y comenzó a mordisquear la suave carne.

Ichi miró a Rodan, la criatura de fuego parecía contenta consigo misma como si hubiera completado algo. Así que a Ichi no le quedó mucho más que comer con sus hermanos, siempre en guardia por si aparecía el débil Rey o la molesta Reina se reía en el aire con su aún más molesta canción, en cambio estaba el demonio de fuego a su lado. mirando sus alas como si fuera lo más importante que podían hacer ahora que les llevaba comida.

Una vez que solo quedaron los huesos, y Ghidorah quedó satisfecho, fue que Rodan se acercó a ellos, acercando su cuerpo de magma al dorado, esparciendo su calor.

Habría sido un momento en el que habrían aceptado, si no hubiera sido porque Rodan apestaba al Rey débil.

El demonio rojo chilló enojado cuando dos cabezas comenzaron a morderlo y una tercera se frotó contra su cuello y sus alas. Al comprender que su antiguo Rey estaba tratando de impregnar su olor, Rodan no tuvo más remedio que dejarlos hacer sus atenciones o de lo contrario tendría un Rey de tres cabezas haciendo berrinches.

Tan pronto como el demonio de fuego comenzó a oler como ellos, Ghidorah quedó satisfecho consigo mismo. San fue el más expresivo de los tres, acariciando su cabeza con la de Rodan, a lo que el demonio de fuego respondió de la misma manera.

Oh, había ese sentimiento otra vez . Queriendo demostrar que todavía eran lo suficientemente fuertes como para recuperar su título de Rey, demostrarle al demonio de fuego que valían la pena para quedarse a su lado.

Una cortina verde iluminó el cielo estrellado, luego siguió una capa roja, y luego una capa amarilla, rosa y violeta, creando un arcoíris nocturno que maravilló a ambos Titanes.

Fue una vista maravillosa, un recuerdo fugaz de hace miles de años cuando llegaron a este planeta y las noches estaban pintadas de estrellas brillantes y cortinas de colores, por un momento les recordó cuando estaban allí arriba y se dieron cuenta de que —No No extrañaban el espacio tanto como estaban convencidos, extrañaban las estrellas y contemplarlas con alguien.

Rodan miró hacia el cielo de colores, nunca había visto algo así antes, claro que nunca había ido a lugares tan fríos como estos, sus santuarios eran volcanes, lugares cálidos, pero tenía que regresar por su compañero. . Por un momento observó a Ghidorah quedar hipnotizada ante tal espectáculo, era como ver una cría.

Con ese pensamiento, Rodan se sentó junto al Titán más grande, sintiendo dos cabezas posándose sobre su cuerpo y una tercera acariciando su cuello.

Esta noche, el Rey Ghidorah permitiría que Rodan estuviera a su lado, compartiera su calidez y sus estrellas, se maravillara con los secretos que este planeta aún guarda, pero mañana acelerarían su regeneración y abandonarían este lugar helado, el mundo tenía que saberlo. estaban aquí y que estarían listos para desafiar al débil Rey una vez más.