Parte única

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Gregory no podría dormir esa noche.

Puede que a simple vista no se notaba porque nunca se le ven los ojos cubiertos por cabello rubio rizado, pero si estaba más nervioso que de costumbre.  

¿Qué es lo que lo ponía tan nervioso como para no dormir bien? O mejor dicho ¿Quién?

Matías, quien estaba se encontraba dormido a su lado bajo la misma carpa y siendo el causante de sus nervios. 

A veces no entendía porque el rubio se puso nervioso esa noche, se estaba aguantando de no echarse un pedo de la puta madre después de que Matías advitio de que se enojaría con Gregory de que si lo hiciera se iría afuera a pasar la noche afuera.

Quizás porque estaba muy cerca suyo, y que muy rara vez lo veía así de tranquilo. Y claro, porque está dormido y no despierto diciendo cada rato "boludo" a todo ser viviente que respire.  

Si había algo en que Gregory no considera una boludez es sobre Matías acerca de sus muestras de afecto ocasionales y el querer estar con él por más que el del pulover naranja rechazaba sus muestras de afecto. Pero, justamente, cada vez que Gregory tenía algún tipo de contacto físico hacia Matías, ya sea saltando en sus brazos o siendo agarrado sentía como si el corazón le saliera el pecho. 

Y es que a pesar de sus  peleas que tienen por las razones más pelotudas, ha estado teniendo cierto tipo de sentimientos hacia Matías. Y por más que Gregory le demostraba su afecto, Matías siempre lo repela de su lado. 

Era la primera vez que dormía a su lado, el rubio se quedó un poco más quieto al estar acostado boca arriba, buscando en poner su mente más en blanco y que esa noche pasará volando. 

—Uhh, no puedo dormir. Si me sigo moviendo, despertaré a Matías y se enojará conmigo. Pero, si me tiro un pedo sin querer, se enojará conmigo también. —habló consigo mismo, pero también se dio cuenta mientras hablaba. —Paren, si sigo hablando también lo voy a despertar y se enojará ¿Qué hago?

Se quedó callado, buscando hallar una respuesta.

—Ahh ¿Por qué le dije que durmiera acá?

Giro a su lado para ver si no lo habia despertado mientras hablaba solo, el de pulóver naranja seguía dormido y por un momento fruncio el ceño de su rostro. Solo pensó que ya lo estaba molestando al estar hablando solo, pero se sorprendió cuando lo vio moviéndose y acercándose. 

Sintió como si el mundo se congelará de un instante a otro cuando pudo sentir como Matías se acercó a Gregory y estando dormido. Era raro verlo así, tranquilo y buscando comodidad en alguien más cuando estiró su brazo izquierdo en su alrededor y acomodo su cabeza en el pecho de su amigo.

Matías se había acurrucado en Gregory como si fuera un nene abrazando a un peluche gigante, era raro verlo así. Y el rubio no sabía que hacer, moverse y hablar no eran las mejores opciones. Pero, si algo que había descubierto esa noche era que Matías podría ser cariñoso cuando menos se lo puede esperar, y era si este se encontraba profundamente dormido.

Tal vez porque la noche se había vuelto larga o por la flor de nervios que tenía el rubio estaba perdiendo contra el sueño que tenía. Los nervios se convirtieron en comodidad cuando Gregory ya estaba durmiendo en paz, no sin antes mover un poco su cabeza, sentir como su corazón latía a lo loco con el contacto que estaba teniendo y sumado a la cercanía de la respiración ajena. 

Le deseo buenas noches y probablemente el mejor sueño en toda su vida. 

—Descansa Mati, que sueñes con los angelitos. 

...

A la mañana siguiente se podía ver el siguiente panorama, en el interior de la carpa había ropa esparcida a su alrededor y hasta un calzón. Con ambos chicos durmiendo y compartiendo la misma sabana. 

Puede que parezca sacado de contexto, aun que no fue como realmente sucedió porque de ser así ambos estarían en bolas. 

El rubio había dormido tan bien que quería hacer cucharita con el cabello oscuro, anoche pudo sentir su calor y ahora quería que Mati lo sintiera. Acerco su cuerpo y su mano llegaba al hombro de Matías hasta que esté último ya despierto se levantó y reacciono de golpe. 

—¿Qué haces, boludo?! —salto de la cama —¡Salí de acá! ¡¿Te volviste loco, gordo?!

Gregory paso de tener una noche de ensueño a volver a despertarse con la realidad. 

—Anoche no pensabas lo mismo. 

—¿Qué haces? ¿Qué decís, boludo? —reclamo Matías, pareciera que no recordaba lo que pasó la noche anterior. 

—No, nada. —prefirió no responder.

—Vámonos a la mierda, boludo. 

Ambos procedieron a salir de la carpa donde pasaron la noche, Gregory no quiso seguir mencionando que había sucedido anoche y quedarse con el recuerdo. Un recuerdo de una noche donde pudo sentirse feliz de haber tenido dulce sueños, que por un momento sintió que solo eran él y Matías estando juntos. Este último podría estar negando o no recordar nada, de cualquier forma, es alguien incapaz de admitir el motivo de su cariñosa acción. 

Quería creer que su amigo sabía que lo había abrazado y que pudo sentir tantas cosas en una misma noche. Pero, conociendo a Matías diría que se encontraba muy cansado luego de estar haciendo horas de vigilancia en busca del Pata de Lana y terminaría agregando un "boludo". 

Lo que ninguno de los dos sabían era que en la única ventana que tenía estaba El Viejo, quien fue a pasar a verlos y encontrarse con tal escena.

—Eeeeh. 

Fue el único testigo de dicho suceso y quedo impresionado desde luego. Quien sabe, si alguna vez esto se volvierá una anécdota que saldría de su boca acerca de Gregory y Matías en el momento más aleatorio posible. 

Pero, por ahora eso sería top secret.

—🌄—

N/A: si alguien del fandom de Alejo y Valentina (o que no lo es pero se encontro con este OS) está leyendo esto, disculpen mi poca inspiración. Apenas estoy recuperando mi autoestima para escribir después de un año bien pesado y el de ahora será peor.

Sin más que agregar, nos leemos la próxima. 

🌠; Anoche || GretíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora