Lanzado Atrás

Capítulo 1

Lanzado Atrás

Capítulo 1

A/N Esta es una reescritura de mi historia anterior, When We Were Young. No estaba contento con cómo empezó ese. En esta historia, Hogwarts comienza a los 14 años, haciendo que todos tengan 5 años y 18 años. Muchos personajes han tenido sus edades ajustadas ligeramente para encajarlas en la historia.

Después de derrotar a Voldemort, Harry se sentó en la oficina del director en el segundo piso, diciéndole a Ron, Hermione, Kingsley y McGonagall cómo había ganado. Confió en todos en la habitación con la verdad, y no les ocultó nada. Para cuando terminó, la habitación estaba en silencio mientras los ocupantes intentaban aceptar su increíble historia.

"Entonces, esa es realmente la Varita de Saúco?" Preguntó Ron, mirando con asombro la varita en su mano.

"Ronald!" Hermione regañó, abofeteando su brazo. "No lo mantiene. Bien, Harry?"

"No seas tonto. Tiene la varita más poderosa del mundo, no puede simplemente deshacerse de ella. Solo piense en lo que podríamos hacer con una varita que nunca falla", dijo, mirando con nostalgia.

"Ese es exactamente mi punto!" Hermione argumentó. "Es demasiado peligroso."

"Ron puede tener un punto, Hermione." Kingsley saltó, sorprendiendo al par de disputas.

"Lo hago?" Preguntó ron.

"Él lo hace?" preguntó Hermione.

"Voldemort puede haberse ido, pero muchos de sus Mortífagos siguen libres. Tener esa varita de nuestro lado podría salvar cientos de vidas." Kingsley dijo en su voz profunda y retumbante.

"Necesitaríamos mantenerlo en silencio." McGonagall agregó. "Nadie fuera de esta habitación puede saber que lo tiene."

"Todavía no creo que sea una buena idea mantenerlo." Hermione dijo.

"Hey, tal vez podrías averiguar cómo funciona." Ron le dijo. "Tal vez podrías descubrir cómo hacer más de ellos."

"Bueno, si él va a mantenerlo, supongo que no podría doler estudiarlo", admitió.

Apretar.

Cuatro cabezas se rompieron para mirar con incredulidad a Harry, y las dos mitades de una varita rota en sus manos.

"Sr. Potter." McGonagall jadeó de horror.

"Nadie debería tener tanto poder, profesor." le dijo suavemente.

Girando, Harry arrojó la varita rota a la chimenea y luego la encendió con su varita Holly recientemente reparada. Una risa de la pared los hizo girar para mirar el retrato de Albus Dumbledore colgado en la pared.

"Qué apropiado", dijo. "El único hombre que realmente merece la Varita de Saúco, es el que provoca su destrucción."

Harry le dio una pequeña sonrisa.

"Supongo que es lo mejor." Hermione estuvo de acuerdo.

"Tal vez todos deberíamos descansar un poco." McGonagall dijo.

Asintiendo, Harry hizo dirigirse a la puerta, pero se detuvo cuando escuchó un fuerte estruendo detrás de él. En la chimenea, las llamas se habían vuelto de color púrpura antinatural y ardían peligrosamente alto. De repente, las llamas explotaron hacia afuera, y Harry apenas tuvo tiempo de levantar los brazos para proteger su rostro antes de que lo envolvieran.

"Harry!" Hermione gritó.

El profundo infierno púrpura rodea a Harry antes de que pareciera ser absorbido por la chimenea, llevándolo con ella antes de que desaparecieran en la nada.