Capitulo 1-Luna rojo sangre

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-¿Cree que es buena idea lo que estamos haciendo?-
Pregunta el científico de bata blanca a su mentora con un tono de preocupación en su voz, notando un leve carraspeó de su parte al preguntar.

-¡Claro!, pensé que tú sed de aventura no se había quedado en el laboratorio junto a todos esos idiotas que no creen en esto-
Tomo un líquido azul celeste de un tubo de ensayo el cuál diluyo en agua destilada y relleno un pequeño galón que coloco en un rociador.

-Ten un poco más de fé en tu mentora, esto nos hara ricos y podremos hacerle un favor al mundo, cosa que algunos de los científicos cobardes que llamamos colegas jamás se ha atrevido, curar el calentamiento global y poder darle una nueva esperanza y longevidad a la especie humana-

El joven científico dudoso ayudaba a preparar la zona, un poco de clima adverso estaba en la pequeña zona de experimentación creando un ambiente hostil alrededor de aquellos científicos.

-Pero, ¿Está segura de que no será peligroso?, digo, no lo hemos probado lo suficiente en el laboratorio como para darlo por sentado de que realmente funciona, aún falta hacerle muchas pruebas al compuesto el cuál está en su fase experimental - traga saliva mientras sigue viendo el líquido espeso en su largo tubo de ensayo alargado tapado únicamente por un corcho de plástico el cuál evitaba que su contenido sea derramado- ¿Y si estamos haciendo las cosas mal?-

El joven es detenido en seco por un dedo el cual señalaba hacia su rostro, era proveniente de su mentora ocultando detrás de sus lentes una mirada de odio y agresividad que emanaban de un par de ojos azules profundos que lo recortarlo de pies a cabeza, analizando algo más que su bata blanco perla y su barba rojiza algo delineada.

-Una palabra más y te enterrare en esta misma explanada yo misma, ya te dije que todo estará bien, mientras que el compuesto sea rebajado con 75% de agua destilada y rociado en pocas cantidades en un radio de 15 metros por cada 18 mililitros de sustancia, ya hice los cálculos necesarios por lo cual no tiene por qué aver problema, así que cállate y ayúdame a terminar esta parte en lugar de llorar con que si es correcto o no.-

El novato solo dió un leve suspiro al darse cuenta del cálculo tan inexacto de su propia mentora, sin más remedio prosiguió a hacer lo que su superiora le ordenó de mala gana, dentro de si sabía que esto no estaba bien.

Pasada una hora, el compuesto se terminó, dejando una gran explanada cubierta de un color azul celeste brilloso llenando la oscura noche con un brillo peculiar, pero algo dejaba extrañada a la científica y su joven aprendiz, el color debía de aver desaparecido desde hace más de media hora, y al contrario de su deducción, el color era más y más intenso, además de que el aroma demasiado notorio cargado de monóxido de carbono, dejando poco oxígeno en el área.

-Rapido, colócate la máscara que esto no está bien, no hubo el cambio de la sepa, el resultado es inestable y corremos un riesgo muy alto si respiramos eso- decía colocándose la máscara con habilidad mientras que su compañero solo se quedó atónito repitiendo unafrase-

-estamos muertos, sabía que era una mala idea, no debí venir- sostenía su cabeza mientras sus ojos cambiaban de un color blanco a uno rojo y irritado, de sus párpados comenzaron a brotar leves gotas de un color azul oscuro, que al resbalar por sus mejillas cambiaban de tonalidad tornándose rojas.

-¡Maldita sea Tomás!, ponte la estúpida máscara ¡Ya!- corriendo hacia su aprendiz con una máscara en su mano, el chico comenzó a convulsionar sujetándose la cabeza fuertemente callendo al piso de una manera agresiva balbuceando y de su boca salía espuma y sonidos casi inaudibles.

Cuando llegó a dónde se encontraba su aprendiz, era demasiado tarde, el cuerpo del chico ya no se movía, dejando en claro que el compuesto había sido un fracaso, tomando el nombre en su bata de color blanco manchada de lodo y leves gotas de su propia sangre que brotaban de su boca y nariz manchando alrededor de su cabeza, al lado un pequeño charco de un color rojo carmesí que acompañado del color azul fluorescente que brotaba de sus párpados dejaba en claro que era nocivo el contacto con seres vivos y el experimento ahora era considerado un problema ambiental severo.

Abyssus: lágrimas de inocencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora