Capítulo 1

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Katsuki oia un zumbido en su oído derecho, tenia su cuerpo entumecido y adolorido, su cabeza palpitaba y sentía una liquido ya seco en su frente, abrió los ojos lentamente intentando acostumbrarse a luz que provenía del sol, la cama en la que estaba postrado estaba enfrente de una ventana. Intento levantarse pero todo su cuerpo se erizo y gruño del dolor, todos sus sentidos eran molestos.

—Veo que ya despertaste—Escuchó una voz dulce al lado de su cama, y cuando enfoco la vista, vio al chico más bonito del mundo—Me preocupaba que te quedarás desmayado.—Ahi fue cuando se dio cuenta, no conocía de nada a ese chico.

—¡¿Ah!?¿Donde mierda estoy? ¿¡Qué me has hecho!?—Dijo viendo las hojas con remedios en su piel.

Tal vez el chico era un brujo y ahora el era un tipo de mierda vudu o algo parecido. Miró a su alrededor con desagrado intentó pararse de la cama y salir corriendo de la pequeña cabaña. Era un lugar rústico y había plantas por todas partes, libros en la mesa y en un sillón cómodo, el estaba postrado en el medio en un catre en el que apenas cabía su cuerpo.

—¡No te levantes tan rápido, te lastimaras!—Dijo el chico en un tono preocupado señalando su vendaje en la pierna, se veía mal.

—No me importa, ¡Solo quiero salir de este lugar!

—Tranquilo, solo respira, ahora dime, ¿De donde vienes?—Katsuki estaba apuntó de a abrir la boca cuando toda su mente quedó en blanco .

¿Por qué estaba tan apurado por irse? ¿Qué le había pasado?

—Bueno, eh, ¿Como te llamas?—Eso si lo sabía.

—Katsuki...—Hasta ahí podía acordarse ¡No recordaba su nombre!

—Bueno, Katsuki, yo soy Izuku, tuviste un mal accidente al caer de un acantilado, es una suerte que salieras con vida.

¿Acantilado? Lo último que recuerda es el dolor que sintió durante un rato, era como si todos sus huesos se hubieron roto, pensaba que estaba muerto, pero había despertado ahí, estaba intacto, bueno, casi. No podía recordar nada más allá de eso, su nombre estaba en su cerebro intacto pero era como si sus otros recuerdos se hubieran bloqueado en algún lugar de su cerebro y no lo dejaban acceder a ellos.

—Mierda, tengo que volver, no puedo quedarme aquí.

—¡Ey! Tienes la herida de la pierna abierta, sangra mucho, no puedes irte así.

—¿Y que quieres que haga? ¿¡Eh!?

—Al menos un "gracias" por salvarte la vida—Dijo murmurando Izuku, de no ser por los buenos oídos de Katsuki no lo hubieran escuchado.

—¿Que dijiste mocoso?

—¡Nada!

—Eres un completo Deku, molesto y odioso.

—¡Pues tampoco eres el mejor paciente!

—¡Ahg! Mejor me voy ¿Donde esta el pueblo más cercano?

—A unos minutos de aquí, solo asegúrate de que alguien desinfecte la herida.

—Si, si, lo que sea.—Dijo cerrando la puerta del hogar de Izuku de manera brusca.

Estaba molesto, mucho, ni siquiera recordaba quien era o lo que hacía pero a estaba seguro que nadie debería hablarle de forma tan irrespetuosa ¡Era un Deku! Ese chico era molesto, si le había salvado la vida, pero le estresaba todo el. En fin, iría al pueblo e intentaría averiguar algo de él ¡No recordaba nada! Pero seguro que con su nombre descubría algo, sabía que era alfa pero eso no le servía nada para descubrir de donde provenía.

Solo pasaron unos minutos cuando llegó a la aldea, saliendo del bosque se podía ver un pequeño pueblo lleno de casas coloridas y de personas alegres, en el medio había una plaza donde había mercaderes vendiendo sus productos, había cintas de color rojo rodeando los faroles, al parecer estaban en un festival; recorrió un poco la plaza hasta encontrar una pequeña tabla de anuncios, periódicos de cosechas, anuncios reales sobre la visita de un tal príncipe heredero, el solo bufo y se quedó ahí, esperando.

No sabía nada de si mismo, no sabía que hacer, su memoria estaba casi en blanco, no sabía que hacer con la poca información que retuvo, su edad, su primer nombre y su género secundario, algunos flash back estaba ahí, pero nada que le dijera quien era en verdad. Se sentó en una esquina de ahí y se sintió adormecido, decidió descansar un poco, sintió un pinchazo en su pierna antes de caer en el sueño de nuevo, estuvo así por no sabe cuanto hasta que escuchó una voz.

—¡Si que eres idiota!—Abrio los ojos y vio al peliverde de nuevo, inclinado vendando se nuevo so pierna—Te quedaste aquí como moribundo en vez de dejar tu orgullo atrás y dejar que un omega te ayude.

¿El chico era omega? La verdad no lo parecía, era fuerte, no tanto como él pero tenía sus músculos, era alto y no se veía tan femenino como tenía el estereotipo de un omega, pero a pesar de eso, su olor lo delataba ahora que ya lo podía percibir.

—¡Ah! Eso duele ¿sabes?—Se quejo Katsuki al sentir como Izuku socaba el vendaje fuerte.

—Te lo mereces

Lo ayudo a pararse, el cielo ya estaba oscuro, asi que debía haber estado dormido un buen tiempo en esa plaza, la gente lo veía pasar y murmuraba cuando lo veían, el solo les gruñía e intentaba caminar cojeando con la ayuda del peliverde, su pierna le dolía como el demonio, y sangraba también, sus otras heridas tampoco estaba en mejores condiciones.

Cuando llego nuevamente a la pequeña cabaña del omega, lo recostó en el sofá y terminó de ponerle hierbas medicinales, lo veía de aquí para allá mientras alistaba las cosas y lo acomodaba, el chico lo había ayudado mucho, por lo menos merecía unas palabras.

—Gracias—Pronunció seco el rubio cenizo sin mirar a Izuku, quien se quedó callado de la sorpresa.

—No sabía que conocías esas palabras.

—¡Vete a la mierda! Ya lo dije y no lo volveré a decir en un tiempo.

Si, eso no iba a ser una tarea fácil.

El príncipe (BakuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora