Tras volver a casa de mi tiempo como vigilante, procedí a entrar por la ventana y acostarme en la cama. Esto se me hizo un hábito después de discutir las horas en las que podía estar acompañando y aprendiendo de Luck, ya que con el paso del tiempo me fui acostumbrando a las cosas que me enseñaba, como lo serían el uso de martillos como armas o el combate cuerpo a cuerpo sin uso de quirks.
– Por suerte, hoy es viernes.. Tal vez invite a los amigos de Shima a salir a algún lado.. ¿Izuku estará libre?.. Naa, no creo. - Dije mientras pensaba en las posibilidades de que se pueda.
– En todo caso, lo organizo después.. Ahora toca dormir... - Dije para cerrar los ojos y proceder a dormirme.
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Tras despertarme dentro de unas siete horas y proceder a levantarme, me vestí y me dirigí hacia el comedor para tomar el desayuno.
– ¿Cómo dormiste, hijo? - Pregunto mi padre mientras veía la hora.
– Bien, lo bueno es que hoy es viernes.. - Dije mientras recordaba lo agitada que fue el resto de la semana.
– Jaja, tienes razón, esta semana sí que fue un poco pesada. - Dijo mi padre mientras soltaba una pequeña risa.
– Por cierto, ¿Tienes planes para hacer algo después de la escuela? - Preguntó mi padre para acordarse de algo y alzar su mirada.
– Ehh.. Estaba pensando salir con algunos de mis amigos. ¿Hay algún problema? - Pregunté con una mirada confusa.
– En ese caso, ¿Te gustaría que después de eso tengamos un tiempo como padre e hijo? - Preguntó mi padre mientras formaba una sonrisa.– De acuerdo.. Pero... ¿Qué pensará mamá de esto?.. - Pregunté susurrando mientras veía a mi madre acercarse a la mesa.
– ¿De qué tanto están hablando ustedes dos? - Preguntó mi madre curiosa de nuestra conversación.
– ¡OH! ¡NO ES NADA CARIÑO! - Gritó mi padre nervioso por la repentina aparición de mi madre.
– Estás actuando extraño.. ¿Ocurre algo? - Preguntó mi madre mientras comenzaba a sospechar.
– Me voy yendo.. Suerte... - Le susurré al oído a mi padre para ir al baño y cepillarme los dientes.
– ¡Espera!... - Fue lo último que le escuché susurrar a mi padre antes de que me haya ido.
Mientras me cepillaba y me veía al espejo, me puse a pensar sobre distintas cosas, pero la que más destacó fue acerca de mi padre.
– ¿Sobrevivirá al posible ataque de mamá?.. - Me pregunté a mí mismo mientras me imaginaba los posibles escenarios.
• Opción 1: Mamá termina por no aceptar la idea y papá es reprendido.
• Opción 2: Mamá termina aceptando la idea y todo va bien.
• Opción 3: Mamá no termina de escuchar toda la idea y termina reprendiendo a papá..
• Opción 4: Papá se pone nervioso y no le puede explicar bien la idea, para terminar siendo reprendido...– Si tuviera que elegir alguna, diría que sería la opción tres.. - Dije para imaginarme cómo sería en ese caso.
Tras cepillarme e irme a mi habitación para tomar mis cosas, pude escuchar lo siguiente.
– Está bien... Tú ganas.. ¡Pero volverán antes de las nueve! - Exclamó mi madre desde la cocina mientras yo tomaba mi mochila y mi suéter.
– Parece que esta vez sí pudo ganar. - Dije en mi mente, sorprendido por el resultado.
Bajé por las escaleras con las cosas ya preparadas para ver a mi madre aclarando algunas cosas con mi padre.
– No harán nada peligroso, procurarán no meterse en problemas y si pasa algo, me avisas. ¿Está bien? - Dijo mi madre para señalar a mi padre.
– Ya me voy yendo, avísenme después cómo va a ser. - Dije tras aparecer y despedirme de mis padres para abrir la puerta.
– ¡De acuerdo, hijo! ¡Cuídate! - Escuché decir a mi padre antes de que me vaya.
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Estuve caminando un rato por la calle, viendo los negocios y la gente que veía en mi camino, hasta finalmente llegar a la escuela.
– Bueno, tengo tiempo de sobra, puedo intentar repasar un poco de las materias en el salón. - Dije para proceder a entrar a la escuela y dirigirme a mi salón.
– ¿Hola? ¿Hay alguien? - Pregunté para abrir la puerta de mi salón y entrar a este.
– Parece que es la primera vez que llegas temprano. - Dijo Aiko concentrada en sus estudios sin apartar su mirada de los libros.
– ¿Cómo estás, Aiko? - Pregunté para sentarme en mi silla.
– Ocupada, ¿y vos? - Pregunto sin prestarme atención.
– ¿Puedo ver lo que estás haciendo? - Pregunté intentando sacar un tema de conversación.
– Si es que no lo arruinas, no hay problema. - Dijo mientras parecía terminar uno de los ejercicios y me devolvía la mirada.
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Reencarne como Bakugou
FanfictionErick un chico de 16 años murió tras una muerte súbita mientras entrenaba en el gimnasio, tras reencarnar tendrá que afrontar muchos problemas y ver cómo se las arreglará para afrontarlos.