🪽 En el Ragnarok, Brunhilde contrata a Cupido para reconciliar algunos rivales. Sin embargo, se forma un caos al formar parejas entre estos 💘
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Tras un tiempo en el Ragnarok.
Brunhilde, con frustración grabado en su rostro, se encuentra en la sala principal del Valhalla, inmersa en una importante charla con su hermana menor, Göll.
Todo era sobre las quejas que resonaban en sus oídos, melodía que anunciaba el creciente malestar entre los rivales del inminente Ragnarok.
Göll, ocupaba una silla cercana, observando con interés a la valquiria mayor.
- ¿Por qué te afanas tanto en sus discordias? El Ragnarok siempre ha sido un pandemónium lleno de gente especial.
La mayor bufó, impaciente, mientras recorría la sala con pasos agitados y pesados.
- Puede que sea un caos, pero las quejas han alcanzado una dimensión insospechada. Ya no puedo tolerar más las batallas encarnizadas y los estragos. ¿Has visto lo que Thor y Lubu hicieron en su última confrontación? Despedazaron un mural histórico con su ferocidad desatada.
La menor, con una sonrisa, intentó calmarla.
- Al menos, debe de haber sido un espectáculo impresionante. Incluso el propio padre de Lubu quedó absorto ante el nuevo nivel de su hijo.
Sin embargo, Brunhilde la miró con incredulidad.
- ¡No se trata de eso! Necesito hallar una solución antes de que todo el tejido del Ragnarok se deshilache.
Lo que no expresaba abiertamente era su preocupación por perder momentos con Siegfried mientras lidiaba con tantas responsabilidades post-ragnarok.
Mientras ambas continuaban su acalorada charla, se sumergían en anécdotas acerca de las disputas entre los participantes de la contienda.
La risa de Göll resonaba en la sala al enterarse de que Apolo, en pleno enfrentamiento con Leónidas, dejó calvo a Zeus con un rayo de luz.
- ¡Imagina la expresión de Zeus! Fue a encerrarse a causa de su calvicie y Apolo le pidió disculpas mas de mil veces. Exclamó Brunhilde, entre la frustración y el asombro.
Göll asintió, deleitándose con la narración: - ¿Y qué hay de Sasaki y Poseidón? Esa debe ser una historia fascinante por como se llevan.
La mayor suspiró. - Kojiro casi se ahoga gracias a Poseidón; ahora tratamos de mantenerlos alejados con Hrits...
La sala resonó con la risa contagiosa de Göll. - Tal vez deberíamos dejar que el Ragnarok siga su curso natural. Después de todo, siempre ha sido un evento caótico y entretenido.
Aunque no totalmente convencida, Brunhilde decidió reflexionar sobre las palabras de su hermana. La conversación entre ellas continuó y las palabras flotaban en el aire mientras buscaban una solución para mitigar las tensiones entre los rivales.
La valquiria mayor, cruzando los brazos con determinación, exclamó finalmente: - ¡He encontrado la solución! Busquemos a Cupido, el dios del amor romano. Él puede traer la paz y la amistad entre nuestros combatientes.
