-prometo llegar mucho más lejos que el nivel 100- cualquiera pensaría que eso pondría alegre a la deidad de las guerras, pero la reacción de sus llamas parecía mostrar todo lo contrario.
Ares: muchacho entiendo que siempre acabaste todo, incluso demaciado perfeccionista, trabajos, peleas, entrenamientos incluso juegos los acabas al 100% pero no tienes que hacer eso aquí.
Sam: vamos Ares tranquilo, ya morí una vez y duele, se siente demaciado horrible pero ya ví que no es necesito preocuparme volveré a aparecer aquí como un juego, de echo todo esto me recuerda mucho a un anime o un juego lo cual es emocionante.
Estás palabras solo causaron que Ares se quede en silencio , el muchacho frente a el era demaciado entusiasta por crecer algo admirable pero peligroso, pues por eso que lo tomo de la capucha dejando ver qué el chico tenía una cabellera algo larga y lo jalo asia afuera mientras lo arrastra.
Sam: EY EY EY! QUE HACES?!
Ares: vamos..
Sam: A dónde?!
Ares: a qué te des cuenta por qué la familia Ares es tan pequeña, a diferencia de las demás.
Así al salir, la deidad con armadura y fuego no dardo nada en lanzar a Sam por los cielos y fuera del reino, pudo mirar más gente haciendo la prueba cerca de los muros, gente dentro de un bosque, equipos ya mejores armados y equipados contra mounstros mucho más grandes y al final, dónde la vegetación verde termina y solo existe un valle seco unos caballeros oscuros peleando contra una gran kimera.
Esto sorprendió a Sam por lo cual no presto atención a que casi se estrella contra el suelo, aún que cuando se dió cuenta y se cubrió fue sujetado por Ares.
Sam: ay santa mier.... Casi me matas.!
Ares: de todas formas eres inmortal no? No importa si vuelves a aparecer.
Sam: NO USES MIS FRASES CONTRA MI!
Ares: como sea mira a tus hermanos mayores, ellos ahora son nivel 90 y quedándose en esta zona les tomara unos 300 años subir un nivel.
Así sam solo se levantó y camino a la orilla donde cada uno daba lo mejor de si para derrotar a esta kimera de varias cabezas, incluso pudo divisar a un tanque con un gran escudo y armadura que cubría a una chica con dos pistolas, no no eran pistolas comunes estás lanzaban magia, cada uno lograba hacer daño a la quimera asta que en un punto está callo muerta y desaparece dejando algunas cosas en el suelo, solo por eso estos celebran también por qué una de sus cabezas se quedó ahí.
Ares: esa sería la número 30.
Sam: Que?! Número 30? Y a ese paso les tomara 300 años?!
Ares: si pero les advertí que pasaría si salen del valle o de estos acantilados y viajan al desierto nocturno.
Sam: tu? Los echas de la familia?
Ares: no... Verás incluso si nosotros podemos acabar con las bestias fácilmente nos aburrimos y los mandamos a ustedes aún que a diferencia de muchos dioses mientras menos guerreros pierda mejor.
Sam: pero si aparecemos en nuestras camas o donde hayamos aparecido en mi caso por qué los perderían?
Ares: aún no lo comprendes, solo pasa si mueres en zonas llenas.de vida o dónde el ambiente es similar a tu mundo, pocos an salido al desierto de la noche y regresado con vida.
Sam: y... Que pasa si no regresan?
Ares: te conviertes en una de ellas, antes todo era oscuro, escucha los humanos no son los únicos aquí, creamos y dominamos muchos mundos, incluso aquí donde los queremos mantener asalvo muchos mueren.
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El caballero de la lanza de Ares
FantasySam un chico de 25 años de edad había terminado con su vida en una pelea, o mejor dicho su última vida, era considerada un alma vieja luego de varias reencarnaciones en este mundo, aún así al abrir los ojos estaba en una casa, una casa moderna pero...