Un mundo pasajero
Una vida corta
Un instante de felicidadTodo podía acabar en un esporádico momento. El esfuerzo de una vida, los logros de una eternidad no valían tanto la pena. Tal y como un castillo de arena que se desborona por los fuertes vientos que resiste, lucha por mantenerse vigente. Sin embargo, cae al final.
Así es la vida
Así son las personas«Te lo dijimos»
«El sería tu destrucción»¿Que le podía hacer?, lo hecho, hecho estaba.
Todo lo que había construido en estos años había llegado a su fin. Su mundo, ese perfecto sitio al que recurrir cuando la marea subía y la tormenta aproximaba. El lugar donde residía su vida, reinaba su corazón y descansaba su cerebro.
Ya no está.
Caído en picada venían fragmentos de sus recuerdos, del amor que expresó, de las acciones que realizó y que pudo haber realizado.
«Vete, aléjate de mí»
«Piérdete»
Escuchaba clara su voz, su martirio y su dulce tormento. Lo sabía desde que lo conoció, todos se lo advirtieron, pero ¿Que mas daba?, se derritía lentamente con cada palabra que pronunciaba, con cada toque, cada beso y cada mentira.
Sus dulces y bellas mentiras
Bello, como él.
Sentado en el suelo de aquella enorme y desolada habitación perdía su vida, entre botella y botella maldiciéndose. Los cuadros que representaban etapas de su vida yacían vacíos, rasgados, sin vida.
Una pequeña vela era su compañía y su luz en ese desordenado lugar. Así representaba su actual vida. De momento, decidió levantarse y dirigirse hacia aquel tumulto de cosas que estaban cubiertas con una manta blanca, en el proceso cayó una y dos veces debido al desequilibrio provocado por el alcohol.
No recordaba con exactitud que es lo que ocultaban de su vista, pero curioso se acercó. Sin embargo, se quedó quieto en su lugar, de pie, como si estuviera esperando la señal milagrosa de proseguir. Suspiro cansado y la tomó jalándola hacia el suelo.
Tosió muchas veces por el acumulado polvo, y observó con cautela aquellos cuadros. Los analizaba, intentando recordar en que momento de su vida los pintó. No obstante, no existía tal recuerdo, no comprendía muy bien el mensaje que estas transmitían ni tampoco el objetivo con el que estaban ahí.
Era como si quisieran decirle algo, pero se arrepentían al instante. Amor y odio, venganza y rencor, sentimientos de índole negativos conectados a una pizca de ilusión.
Movió su brazo hasta ellas, tocándolas y dejando que su tacto interfiriera entre sus recuerdos y sus sentimientos. Reconocía la técnica con las que fueron pintados, él mismo le enseñó, a sentir, a expresar.
Le hizo vivir en carne propia el sentimiento de amar y ser amado, le mostró por sus propios medios su inspiración, su arte.
Esa expresión artística que combina cultura, cuerpo y alma. Colores y sentimientos, que dejan a la interpretación de cada persona. En las que relucen sus pensamientos, su filosofía, su vida a través de los lienzos y cada línea trazada dando formas en variedad.
— ¿Por qué estabas tan herido? ¿Por qué me heriste a mi?
Preguntaba a aquellas pinturas, que por su deterioro fueron tratadas con desdicho.
Entre ellas, una se había colado de su escondite, era pequeña y apenas visible, pero esta guardaba un mensaje diferente. Era una casa, dibujada en el campo. Un campo lleno de flores, girasoles en específico, un columpio vacío y un niño con el rostro borrado.

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Perfect World
FanficLo nuestro fue un mundo perfecto, una ilusoria fantasía... Que hoy se acaba.