Luego de varias semanas de conciertos, los chicos por fin tenían una semana libre, por lo que fueron a comer algo a un restaurante en México, que era ahora el lugar donde se encontraban.
Todos estaban muy tranquilos, hablando y tomando uno que otro trago, riéndose de los chistes malos y disfrutando unos momentos gratos entre amigos.
En un punto, Martín se empezó a sentir mareado, pues ya era algo tarde y sentía que se había excedido un poco con los tragos, así que decidió salir un segundo a tomar aire fresco.
Empezó a caminar por las cuadras cercanas al restaurante antes de devolverse, sus pies se movían mientras su mente pensaba en todo y en nada.
Estaba completamente distraído cuando unas luces parpadeantes provenientes de un local a su izquierda captaron su atención.
Vio unos segundos el vidrio concentrándose en su reflejo, hasta que decidió ver para arriba y leyó el cartel que anunciaba el local, sintiendo sus mejillas colorearse.
"Sex shop"
Por la mente de Martín pasaron cientos de ideas locas antes de que decidiera entrar (en parte por su estado de ebriedad y en parte por su naturaleza morbosa)
Entró y sonó una pequeña campanita, anunciando su llegada al local, unos segundos después empezó a arrepentirse, pensando en que pasaría si alguien lo reconoce o si alguien se da cuenta que el estuvo allí.
Aún así siguió caminando a paso lento y se sintió extremadamente aliviado de encontrarse con una señora atendiendo en la caja, una señora de esas que probablemente escuchaba pura Amanda Miguel y que no lo reconocería ni teniendo una revista con su cara al lado.
Martín vio las paredes llenas de juguetes completamente desconocidos para el y productos que lo hacían sentirse sofocado solo con verlos.
Primeramente no pensó en comprar nada, pues sentía que era un gasto innecesario y además solo pensaba en que pasaría si alguien lo encontraba o algo así, pero por un instante vio un pequeño vibrador bala, tenía un tamaño perfecto para ocultarlo y parecía poder satisfacerlo.
Al final su morbosidad le ganó y termino tomándolo junto a una mini botellita de lubricante, que le dió algo de ternura al ver su tamaño de bolsillo.
Pago ambas cosas en efectivo, pues no sé iba a arriesgar de que quedará marcado en el historial de su tarjeta.
Salió lentamente de la tienda aún viendo la pequeña bolsa de plástico en su mano, analizando lo que acababa de hacer.
Volvió a caminar hasta volver a llegar al restaurante, dónde sus amigos ya estaban haciendo cuentas para pagar.
-Ah, hola Marto, ¿Estás bien? Tardaste mucho- Pregunto Villamil mientras contaba unos cuantos billetes.
-A-ah si, si... Solo, camine mucho.- respondió tembloroso sacando su billetera.
-¿Qué es eso?- dijo Simón intentando quitarle la bolsa a su hermano.
Al instante Martín se puso a la defensiva, su expresión cambio y su cara se puso pálida mientras abrazaba la bolsa, para que nadie se la quitará, internamente estaba muerto de la vergüenza. -Nada, son... Unas pastillas para el dolor de estómago, que sentí un pequeño malestar mientras caminaba- respondió evitando a toda costa que se notara su mentira.
Los cuatro hombres terminaron de pagar sus respectivas cuentas y se subieron a la camioneta para volver al hotel, durante el camino Martín estaba nervioso, agarrando la bolsa con todas sus fuerzas, sin poder ver a Isaza a los ojos, sentía mucha vergüenza de que su pareja se entera de que es un virgen desesperado.
Llegaron al hotel y Martín se fue corriendo al baño, dónde se sentó y miro las cosas que había comprado horas atrás, sin saber muy bien como usarlas, las escondió en una gaveta de toallas y salió de la habitación, para encontrarse a Juan ya acostado viendo su celular, respiro hondo y se acostó también, tranquilo al saber de qué nadie se había enterado de su secreto.
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Amigos, pido perdón por mi manera de escribir, literalmente escribo cuentos infantiles desde los 7 años, para todas las instituciones en las que he estado, y no me acostumbro a escribir historias de verdad, y menos de este tipo JAJAJA, de todas maneras, imaginen la historia y no le pongan atención a las estupideces que escribo.
Opinen por favor para saber que estoy haciendo las cosas bien, porque siento que esto da cringe 😭
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Caramelo Agrio [Isargas]
FanfictionJuan Pablo Isaza y Martín Vargas llevan una hermosa relación de un año y unos meses, conocida por todos sus familiares, amigos y fans por ser extremadamente cursis y amorosos. Pero Martín ya se canso de los besitos y abrazos, el ya quiere dar un pas...