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Cierto día,Ricky se había lastimado en las prácticas de baile.

Se había doblado el tobillo, al pisar mal, y apenas fracturado, una fisura, como había dicho el médico, la muñeca, al caer con todo su peso sobre esta.

Le dolía tanto que las lágrimas le picaban los ojos, aunque se resistió a llorar, y no fue sino hasta que Jiwoong llegó con el que se escondió en su pecho para que nadie lo viera.

Jiwoong se había asustado bastante cuando había recibido el mensaje de su novio de si podía ir a la sala de baile, sin más información que esa.

Incluso cuando la señora Shen llegó para llevarse a su hijo,Jiwoong no se separó de él, y la mujer tuvo que firmar para retirar a los dos.

En el camino al hospital, con Ricky teniendo su muñeca descansar dentro de un pañuelo, atado a su cuello, el chico ya había dejado de llorar y se empeñaba en mantener la vista baja, apoyando su cabeza en el hombro de Jiwoong .

-No sigas mal.-pidió el rubio, acariciando su pelo y mejilla, alzando el rostro del chico para mirarlo.
Ricky negó, volviendo a acomodarse.

-Rickyyy. - lo llamó, aunque el mudo lo ignoró. -Te conozco, algo te pasa, ¿En qué piensas?

Ricky tardó un momento en negar de nuevo.

Jiwoong se ahorró un suspiro, tomó a Ricky por sus mejillas, volviendo a alzar su rostro.

-Dime.-habló con suavidad.

Ricky suspiró. Con su mano libre se señalo así mismo, y luego juntó todos sus dedos, y tocó su mejilla con la punta de estos.

-¡Ririi!-su madre se enojó un poco, viendo los gestos por el espejo.

-¿Qué significa?-preguntó Jiwoong .

La señora Shen suspiró.

-Dijo "Soy tonto".

Jiwoong lo miró con el ceño fruncido, vió el mohín en los labios de Ricky, el mudo volvía a tener la vista baja.

-Ricky, no eres tonto. - habló el rubio con suavidad. - ¿Por qué serías tonto? ¿Por caerte? Es algo que le pasa a cualquiera

Ricky sacó su cuaderno.

"Soy tonto porque no sé coordinar. Me caí por bailar mal".

-No bailas mal. -dijo Jiwoong , automáticamente, negando con su cabeza para enfatizar. -Ricky, eres el mejor bailarín que he visto.

"Tú no ves bailar a nadie más que a mí".

-No voy a perder el tiempo viendo bailar a otros cuando puedo ver al mejor bailarín del mundo.
replicó Jiwoong, mirándolo directamente.

Ricky bajó su cuaderno, sin nada que decir, sus mejillas se tinieron de rojo, y Jiwoong dejó un sonoro beso en ambas, haciendo que la señora Shen riera.

MUTE ★ʀɪᴡᴏᴏɴɢ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora