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La adrenalina de que en cualquier momento su padre tocará el timbre de la casa lo consumía, Jungkook reía por su desesperación mientras él parecía tener un colapso.

Su padre reconocía a Jungkook como el novio de su madre, bueno ahora el ex-novio de su madre; sin embargo, sería bastante extraño que ambos estuvieran solos, sonrojados y con ese ambiente extraño que afirmaba que algo acababa de pasar entre ellos.

Tenía que ser demasiado ciego o idiota para no notarlo.

— Deja de reírte Jungkookie, mi papá puede llegar en cualquier momento.

El mayor se levantó y lo apreso en sus brazos antes que el menor se tirara por el cabello en señal de nerviosismo.

— Tranquilo nene, está bien, ya me iré ¿Sí?

— S-si es lo mejor.

Jungkook sonrió y le dio un casto beso tratando de calmar aquellas ansias que lo consumían, porque estar cerca de Jimin lo ponía ansioso, quería estar con él siempre, quería tenerlo en sus brazos y llenarlo de besos a cada instante.

¿Ya estaba loco acaso?

Rápidamente, ambos bajaron entre risas y algunos besos cortos, hasta llegar a la planta baja.

— Te llamaré más tarde.

— Sip.— el menor se puso de puntillas robándole un beso más al mayor para abrir la puerta dejándolo ir

Jungkook no había traído la motocicleta, por lo tanto, debía tomar un taxi.

— Adiós nene, salúdame a mi suegro.

La cara de Jimin se tornó roja de vergüenza, que tan descarado podía ser el mayor, incluso se rio de su cara, aun así le dio un último beso al menor y salió de casa con una sonrisa tan grande como la calidez en su corazón.

Se sentía tan bien cada vez que estaban juntos, encajaban tan bien que la idea de que pudieran separarse era algo que le aterraba.

Jimin suspiró con tranquilidad, la misma que se fue cuando el timbre había sonado, a casi nada después de que el mayor se hubiera ido.

No era posible que su padre lo hubiera visto ¿Verdad? Obviamente que no, seguramente acababa de llegar a demás él no estaba enterado que Jungkook y su madre habían terminado así que…

No había nada que temer.

Por eso, con emoción se dirigió a la puerta abriéndola con una sonrisa, se abalanzó al cuerpo de su padre en un abrazo y empezó a llenarlo de besos.

— Oh… Alguien no cambia así crezca mucho ¿No es así?— Jimin rio y se bajó haciendo una reverencia hacia su padre.

— Hola Papá, estaba acabando de despertar.

— ¿Sí? Estás todo despeinado ¿Peleaste con la almohada?— el mayor revolvió el cabello de su hijo con una sonrisa y empezó a ver a su alrededor— ¿Tu madre está?

— ¿Hmm? No, está trabajando

El mayor por un momento miró a Jimin con intensidad, pero luego cambio su mirada por una sonrisa.

— ¿Por qué no vas a darte un baño? Tengo ganas de complacer a mi hijo en un desayuno delicioso.

El menor asintió y sonrió dándose la vuelta para ir a su habitación, todo parecía bastante normal, ya no se sentía nervioso, se sentía tranquilo y eufórico, necesitaba tanto a su padre que no podía explicar la felicidad que sentía en esos momentos.

Mientras, el mismo parecía pensativo, podía haber jurado ver al novio de su madre salir de casa y aún más haberle dado un beso a Jimin.

Pensó que se había confundido, ya que Jimin es muy parecido a su madre y que en vez de Jimin era ella quien lo había besado, pero ella no estaba, entonces…

— ¿Qué estás haciendo hijo mío?— murmuro cubriendo su cara con sus manos, esto sería un gran problema.

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Por otra parte, la madre de Jimin se sentía acabada, se miraba en el espejo del pequeño polvo compacto constantemente.

¿De verdad estaba mal? ¿Acaso ya no era suficientemente atractiva? ¿Era tan aburrida como el menor le había dicho?

Se sentía derrotada, era obvio que entendió los puntos del menor, pero aun así no podía aceptar que todo había acabado ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Cómo podía conquistarlo nuevamente? Jungkook le atraía demasiado.

Quizás era su físico joven, atractivo y musculoso, o su divertida manera de ser o quizás lo bueno que era en la cama, pero le atraía.

Lo quería para ella, por un momento se cuestionó sus pensamientos ¿Estaba enamorada? No lo sabía y lo más probable era que no, después de todo jamás había dejado de amar al padre de su hijo, pero Jungkook le gustaba y mucho.

De verdad tenía que hacer algo, pero no sabía exactamente qué y eso la hacía sentir frustrada.

Quizás solo debía dejarlo ir, no podía forzarlo a quererla nuevamente¿No?

Así le doliera, Jungkook merecía a alguien que lo hiciera feliz…

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— ¿Está rico el omelette?

Jimin asintió llevando otro bocado a su boca.

— ¿Estás listo para mañana? Estoy tan emocionado por verte bailar.

Jimin tragó y sonrió.

— Estoy muy preparado y más si estás aquí conmigo.

Ambos sonrieron, tenían una conexión increíble, la relación de padre e hijo que tenían era la más pura y fuerte que pudiera existir, si Jimin algún día se convirtiera en padre, le gustaría tener esa conexión con su hijo.

El teléfono del menor se encendió mostrando un mensaje en pantalla.

Jungkookie

"Te extraño mucho nene” ¿Ya comiste? ¿Estás pasándola bien?

El menor abrió sus ojos con sorpresa y bloqueó el teléfono rápidamente, aunque su padre inconscientemente ya había visto el mensaje.

Lo que antes era una sospecha ahora se volvió una realidad, entonces cayó en cuenta.

Jimin tenía algo con el novio de su madre.

Eso terminaría bastante mal y no podía evitar preocuparse por el corazón y la estabilidad de su hijo.

Nuevamente se preguntó internamente.

"¿En qué te metiste hijo?"