Capítulo 2: Despertar

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N/A: Lo siento mucho por la mala escritura (de hace varios años, como los primeros de Triple Súper) y los chistes malos. Comentad todo lo que queráis, críticas o lo que sea.

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Alya sentía mucho dolor en la espalda y el cuello, consecuencias de dormir en una mala postura. Alya no recordaba cuando se había dormido. Abrió los ojos y se dio cuenta de que, primero, no estaba en una cama, sino en un bosque y segundo, Aurore dormía sobre su brazo. Entonces recordó lo que pasó la noche anterior y miró la hora en su teléfono. Eran las doce del mediodía. Si alguien había salido herido por el rayo, seguramente sería demasiado tarde. Alya se incorporó un poco, con dificultad por el dolor, pero con miedo por sus amigos, y vio que habían caído haciendo un círculo alrededor del árbol.

Era tan extraño, que a pesar de la luz del sol, un escalofrío le recorrió la columna.

– ¡Chicos! ¡Chicos, despertad! ¡¿Qué coño está pasando?!

Aurore fue la primera en reaccionar, pero claro, era la que estaba más cerca. Se incorporó bruscamente con los ojos muy abiertos por el terror. Ella recordaba demasiado bien lo que pasó la noche anterior, es más, aún creía seguir allí. El resto se fueron reanimando con diferente grado de confusión. Incluso los cuatro que cayeron primero.

– ¿Estáis todos bien? – preguntó Alya.

– Quiero volver a la casa de Chloe. Este sitio da miedo.

– Ea, ya está. Ya tenemos aventura para el resto del año. No hagáis más competiciones.

– ¿Estás bien? ¡Qué susto lo de anoche!

Que todos se pusieran a hacer comentarios aleatorios le indicó a Alya que estaban bien. Todos se fueron de ese maldito claro, lejos de ese maldito árbol.

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– Hay tres duchas. Yo me ducho primero, Sabrina en otra y me da igual el turno de los demás. – declaró Chloe nada más llegar a la casa. A pesar de la confusión de la mañana, ella ya volvía a ser la de siempre. Después de mirar al grupo retando a desafiarla, subió las escaleras al baño de su habitación. Sabrina subió a ducharse en el baño de los padres de Chloe.

– ¿Puedo ser yo el tercero? Creo que se me ha metido un bicho en la ropa. – preguntó Marc muy incómodo. Los demás asintieron y él subió las escaleras.

Tras eso, todos se callaron, fueron al salón y se sentaron en el sofá o el suelo. La mayoría tenía expresiones raras y pensativas. Adrien, Kagami, Alix y Kim se miraron extrañados y tuvieron una conversación con sus ojos.

El tenso silencio duró varios minutos.

– Habéis estado muy callados todo el camino. ¿Qué pasó anoche? –  Adrien interrumpió el silencio tras terminar esa conversación silenciosa.

– Sí, eso. ¿Qué pasó? Yo solo recuerdo correr hacia el árbol y después nada. Hasta el grito de Alya esta mañana.

– En pocas palabras: os cayó un rayo. – Eso sobresaltó mucho a los cuatro. – Y cuando fuimos a ver cómo estabais, nos cayó otro. – dijo Nino.

Varios de ellos se preguntaron por qué Nino parecía tan indiferente a lo que les había pasado.

– ¿Y estamos todos bien? – preguntó Kagami.

– Lo sé. No tiene ningún sentido. Que nos caiga un rayo debería haber hecho mucho más daño. Incluso matarnos. Leo mucho sobre ello para ser la chica del tiempo. – se extrañó Aurore.

Se quedaron unos segundos asimilándolo. El rayo del día anterior debería haberles hecho mucho más daño, pero sólo se desmayaron.

– ¿Sabéis qué es lo más raro? Que el rayo cayó a medianoche. Estaba mirando la hora para saber cuánto tiempo nos había tomado la tontería del día de “los no enamorados” cuando fue el primero. – contó Nathanael.

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⏰ Última actualización: Jan 15 ⏰

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