𝙀𝙡 𝘿𝙤𝙗𝙡𝙖𝙟𝙚 𝙄𝙣𝙤𝙡𝙫𝙞𝙙𝙖𝙗𝙡𝙚

6 DURMIENDO CON TRUENOS

¡¡¡Llegamos!!! -grité para que mi hermano supiera que llegue pero para mi sorpresa no estaba.

Bueno yo me deveria ir...

Ya te quieres ir ni siquiera vimos una película, esta lloviendo a mares no piensas irte así te puedes resfriar, si quieres te puedes quedar a dormir en el cuarto de invitados.

Bueno me quedo - Estaba todo empapado y muerto de frío.

- pero me di cuenta de que no tenía más ropa seca. Le sugerí que se duchara con agua caliente para evitar resfriarse y que me pasara su ropa para que la pudiera secar mientras tanto. Además, mencioné que no teníamos que ir al estudio al día siguiente, por lo que teníamos tiempo libre.

Vale, no quiero molestar pero no tengo más ropa seca. 

Si quieres pasame tu ropa la seco mientras te duchas y te la paso

Pude notar que estaba muerta de frío. Sus labios tenían un tono morado intenso y sus ojos brillaban como la luna. Tenía el pelo húmedo, como si acabara de salir de la ducha, y su ropa estaba completamente empapada. Incluso se podía ver su brasier a través de su blusa, que estaba medio transparente.Vale me mostró la habitación donde dormiría. Era acogedora, con una ventana amplia que daba vista al patio trasero, donde se podía apreciar una gran piscina y una hermosa terraza con sofás, rodeada de un amplio espacio verde y una cerca de madera. Por el otro lado, se veían grandes árboles y naturaleza. Pero volviendo a lo importante, entré al baño, que era espacioso y tenía toallas y pantuflas para los invitados, así como artículos de uso personal. El problema era que debía pasarle mi ropa mojada a Vale para poder vestirme después. Mientras me encontraba en la ducha, escuché un toque en la puerta. Era Vale, que venía a buscar la ropa. En ese momento, solo llevaba puesta una toalla atada a la cintura, dejando mi pecho descubierto. Era eso o nada.Subí al cuarto donde estaba Seba y esperé a que me dejara entrar para poder secar mi ropa. Me di cuenta de que él estaba sin camisa, y no pude evitar deleitarme con la vista de sus bien formados músculos. Me pasó la ropa y le pedí que bajara para que pudiéramos comer algo, a pesar de que seguía lloviendo. Era extraño que alguien que apenas conocía desde hacía dos días estuviera en mi casa y aceptara quedarse a dormir, pero dejé ese pensamiento de lado. Yo ya me había duchado y me puse una pijama cómoda. Cuando salí de mi habitación, Seba ya estaba abajo con la pijama que le dejé en el cuarto para que se la pusiera mientras su ropa se secaba.

Después de preguntar qué quería comer, Vale me miró y me hizo la pregunta. Respondí que no sabía cocinar muy bien, pero podríamos intentar preparar algo juntos. Ella aceptó y fue a la sala para encender la televisión y poner música, mientras yo me dirigí a la cocina. Aunque mis habilidades culinarias no eran las mejores, siempre lograba hacer algo comestible.Vale rió y sugirió que podríamos hacer espaguetis: ella se encargaría de cocinar los espagurtis y yo de preparar la salsa. Los espaguetis se veían deliciosos y la salsa tenía una apariencia prometedora. Vale probó la salsa y me dijo que estaba muy buena, pero que no lograba adivinar el ingrediente secreto. Ella sirvió los espaguetis y yo vertí la salsa sobre ellos. Estaban deliciosos y pude notar por la expresión en su rostro que a ella también le encantaron. Era tan linda con su pijamita, el pelo atado en un moño, bailando y saltando por los sillones.Ambos nos divertíamos mucho, pero de repente se cortó la luz y ¡PAF! terminamos en el suelo. No podíamos ver nada en la oscuridad. Afortunadamente, logré sostener a Vale para evitar que golpeara su cabeza con la mesa de centro. Sin nuestros celulares, que habíamos dejado en nuestras respectivas habitaciones, nos ayudamos mutuamente a subir las escaleras, aferrados y asegurándonos de no tropezar. Vale entró a su habitación y yo a la mía. Me acosté en la cama, pero antes de relajarme, tomé mi celular y revisé los mensajes. Había uno de Vale que decía lo siguiente..