A las órdenes señor

Capítulo 4

Estaba esperando a Sergio mirando mi teléfono, mi padre estaba un poco alterado y me dijo que él mismo se encargaría de esto y que yo me quedara con Sergio

Algo me dice que esto no va a terminar bien, su último mensaje fue uno diciendo que no le dijera nada a Sergio

Estaba a punto de volver al segundo piso para decirle que se apurara cuando lo veo salir y bajando la escalera con ya una cara más relajada

-Viste que bañarse le hace bien a las personas?, deberías hacerlo más seguido para no tener una cara de culo todo el tiempo-. Lo molesto y me muestra el dedo de al medio

Empieza a mirar para todos lados

-Y bueno para que me querías?, para algo que me hiciste levantarme o solo querías verme?-. También decide burlarse del rubio

Max negó con la cabeza

-No te dije que vinieras para que fuéramos a comprar algunas cosas, y además-.

Me acercó a él lentamente quedando frente a frente, me inclinó hacia su oído

-Ví todo lo que quería ver esta mañana con el espectáculo que hiciste para mi-. Lo veo ponerse rojo y me da un manotazo en el pecho yo solo río

Caminamos para la salida pero antes de salir me doy la vuelta para verlo, se ve que está ansioso por salir

-Si llegas a escaparte ya sabes las consecuencias verdad?, no quiero estarlas repitiendo todo el tiempo-. Lo señalo en señal de advertencia

-Claro si llegó por un segundo en querer escapar me vas a matar a mi y a mi familia-. Pone los ojos en blanco

Lo guió hacia a fuera y puedo ver como su cuerpo tiene un pequeño escalofrío algo que es obvio ya que no lleva un abrigo para este tipo de climas

Se da la vuelta y ve mi abrigo en señal de querer que se lo preste pero yo solo avanzo

-Vamos el auto tiene calefacción sube antes que te mueras congelado-.

Subimos al auto y empieza el camino al centro comercial, es algo silencioso pero es cómodo tal vez se sienta avergonzado por lo de la mañana y no quiere hablar

Yo solamente me limito a conducir y puedo sentir su mirada, la cual expresa confusión y dudas

-Si tienes preguntas dilas, me molesta esa cara tuya-.
Eso enfadó a Sergio, primero que nada lo desnudaba y ahora le decía que lo encontraba feo

Que pelotas debe tener este tipo pensó Checo

-A mi tampoco me gusta tu cara y no te digo nada-. Se cruzó de brazos

-Mmm que mentira más grande según varias revistas soy un hombre muy guapo y sexy-. Le dio un guiño de ojo a Checo

-No sabía que encontraban guapo a Sid de la era del hielo, que feos justos tienen acá al parecer-.

Ahora Max lo miró

-Me acabas de llamar Sid?, eso que mierda es-.

Al ver que la intriga era tanta Checo no respondió, le gustó dejarlo con desesperación y la duda

-No te voy a decir, solo para que te quedes con la duda-. Se burló de él la mayor parte del camino y Max solamente trataba de entender los insultos que el mexicano le le daba en su idioma natal

Aprendería español solo para saber que mierda decía sobre el

Llegaron a lo que parecía un centro comercial Checo vio por la ventana las tiendas se veían desde el estacionamiento

Se sintió emocionado por ir de compras, pero una parte de él se preguntaba cómo le iba a pagar todo a Max?

Pensó en no excederse, así no le daría tanto dinero o lo que quisiera a cambio

Okey Sergio Pérez el día de hoy solo gastarás veinte dólares, se venía mentalizando a si mismo

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Soltó la prenda al ver el precio, como es posible que una simple camisa cueste mil seiscientos dólares, o la económica estaba pasando por un momento de crisis o Sergio era un tacaño

Pensaba más por la primera siguió viendo las cosas que habían

Y Max estaba desesperado, como es que alguien se puede demorar tanto?, llevaban dos horas y nada Max no pensó que un hombre como Checo fuera tan difícil de complacer

Al verlo tan indeciso hablo

-Si no te gusta algo de aquí podemos ir a otra tienda-.

Al oír esas palabras Checo se alegró tal vez encontraría un tienda de rebajas o algo así.

Pero no, fue todo lo contrario parece que cada tienda que iban se le sumaba un dígito más a las prendas

Checo no pensaba en hacer gastar tanto dinero en solo ropa

Saliendo de la última tienda Max había perdido la poca paciencia que le quedaba. Y eso era algo que odiaba era perder la puta paciencia.

Tomó a Sergio de la muñeca y lo jaló fuertemente a una tienda.

-Dime que puta talla eres-. Dijo bruscamente asustando un poco al mexicano.

-M en todo-. Dijo susurrando por e miedo.

Max lo soltó y agarró cinco abrigo diez pares de pantalones, y muchas camisas y vergonzosamente para Sergio también ropa interior.

Dejo todo en la caja y antes que la cajera pudiera decir el precio extendió su tarjeta impaciente.
Quería irse de ese lugar, estar con Max lo agobiaba y quería estar con sus hermanos y amigos.

Mientras ponían las grandes compras en bolsas Sergio solamente se quedó parado mirando a la nada.

Se movió al ver a Max caminar hacia el.

-Vámonos mis guardias vendrán por la ropa-. Dijo cortante y salió rápidamente.

Sergio intentaba seguirle el paso pero era piernas cortas y se cansaba, también muy torpe para caminar.

Max vio cómo este se quedaba varios metros atrás y suspiró.

Fue hacia él y lo tomó de la mano guiándolo rápidamente al coche.

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Hice acto de presencia valoren esto les juro que se vendrá drama en el siguiente capítulo, si les gusto comenten me encanta leer sus comentarios.