Silent Rain

Saturno siempre estará para cuidarte

Mi mundo se caía a pedazo, pero tú lograste que lo pudiera superar, la música sabe nuestro secreto, pero jamás podrá saber cuantas letras te he escrito pensando en volver escuchar tu voz, poder escuchar tu melodía convierte mis días en mejores y tú como persona eres la mejor melodía para mis oídos.

Ya estaba en una edad media tenía 27 años y una cerrera musical espectacular una serie y varias películas pudieron permanecer desde que luche por una oportunidad, viajo a países inimaginables que a penas recuerdo sus nombres, todo fue tan rápido, pero a la vez agradezco de poder salir de mi mundo el cual quería construir solo con mi guitarra, llego la fama y así un sinfín de rumores de amoríos y los medios sin filtros hablando de mi persona cuando ni siquiera me conocen a fondo, era otro día más el cual trabajaba de un lugar a otro hasta que un pitido en mi oído comenzó a preocuparme, no le di importancia, hasta que en un concierto me desmaye del dolor, mi diagnóstico fue realmente catastrófico iba a quedar sordo. Para un músico es lo peor que le podrían haber dicho, tendría que trabajar el doble para cuando pasara lo peor podría estar tranquilo y poder quedarme solo sin poder oír, pero todo cambio, un chico alto el cual me descoloco desde que lo conocí, era un pequeño niño de 19 años que a penas comenzaba su vida, con tantas energías de poder hacer cosas, componer y saber más, me daba ese ánimo que se había llevado la mala noticia de que en algunos años quedaría totalmente en la oscuridad, pero iba a lograr que el menor pudiera hacer sus sueños realidad y llegar aún más alto de lo que yo quedaría, me encariñe de una forma totalmente irracional, sus padres lo habían criado de forma especial que fue La música para mis oídos.

Después del éxito de la serie y los chismes de cita con el pequeño todo se volvió oscuro, chismes iban y venían que yo era totalmente irracional por estar con alguien que a penas estaba en su edad más preciada y que yo era un adulto responsable, todo eso era mentira, tenía un total aprecio por el menor, pero era gratitud al ser su compañero de trabajo y que sus padres hayan hecho un trabajo increíble con este ser humano.

La agenda pedía a gritos que lo volviera a ver, el chico era una luz en tanta oscuridad, bromeábamos siempre y reía sin parar al escuchar que venía su cumpleaños y de cuál sería el regalo de este año

-Saturno - Pequeño ya estás aquí. – Su ropa ya no era por el uniforme que siempre vestía, está más alto de la última vez que me fui, ya que había pasados varios meses y su uniforme cambio de ser un alumno de escuela a uno de universidad, estaba alto, incluso sobrepasaba mi estatura

-Júpiter - ¡Saturno! Ya estoy mayor, recuerda que estoy en la universidad y que ya no soy un niño, quería saber como estás, ya que me dijeron que has tenido bastante dolor de cabeza y te has ausentado de algunos conciertos ¿Está todo bien?

-Saturno- Mis ganas de abrazar al menor y refugiarme en sus brazos era la mejor contención, pero no podía cargarlo de esa forma mientras iba a la universidad y menos sobrecargarlo con más cosas de mi vida personal – No, pequeño, no pasa nada, solo estoy cansado de tantos viajes por Asia, además de dormir poco- Sonreí lo mejor que pude, ya que no quería preocupar al menor, no quería que llevara responsabilidad de mis temas personales. 

Pasamos varios días juntos, ya que teníamos que grabar, los días eran como sueños se iban tan rápidos y me sentía totalmente feliz, esperaba que el menor encontrara a una persona correcta y que pudiera vivir la universidad como él se merecía, pero también me daba un poco de celos de que este niño ya no sea tan niño, esos días de grabación pasaron volando, íbamos a comer donde él quería y casi quede como su chofer personal, pero todo lo bueno termina y cada uno volvió a sus actividades, yo viajando por el mundo y él estudiando arduamente.

La audición no me abandonaba y varias veces tuve que estar internado diciendo a los fans que estaría unos días de fuera de vacaciones, no quería que llegara el momento de tener que anunciar mi salida de la música, sabía que sería de mí sin música. Las semanas comenzaron a pasar y contaba los días para ver a Júpiter de nuevo.