El día de mi muerte fue uno muy lluvioso y con mucho viento tal parecía que a la naturaleza le había molestado mi repentina muerte, bueno también mi familia y amigos parecían estar muy tristes, aunque eso me sorprendió mucho pues realmente nunca fui muy cercano a ellos. Pero el que realmente estaba totalmente devastado era mi amado Das pues estábamos a apenas unos días de mudarnos para empezar nuestra vida juntos, que tristeza ya no pude ser feliz junto a él.
Cuando estaba a punto de cruzar hacia el más allá un extraño ser de luz se me arco y me dijo
-Pero que pena que hayas muerto Lucy, más porque aún no era tu momento de llegar a este lugar, pero lamentablemente ya no hay manera de remediar esta situación, a cambio te daré dos opciones para continuar tu vida en este mundo. Una será que te daré la oportunidad de reencarnar en una hermosa joven de 22 años de una familia millonaria y la otra será que te dejare como un fantasma, pero con la libertad de poder ir y venir a donde quieras, pero si te le manifiestas a alguien desaparecerás por completo de este mundo y de inmediato iras al más allá a ser un simple espíritu más.
-Elijo quedarme en este mundo como un fantasma, quiero seguir viendo a mi amado Das y de vez en cuando visitar a mi familia para ver cómo va su vida sin mí. -Dije sin dudarlo.
-Muy buena elección, espero que disfrutes tu nueva vida y recuerda la advertencia que te he hecho.
Aquel ser se fue sin decir más y yo de inmediato me fui a la casa de Das para empezar mi nueva vida fantasmal a su lado. Pasaron unos meses y mi vida como fantasma no parecía ser tan feliz y emocionante como me había imaginado pues ya que todas las noches él se la pasaba lamentándose mi muerte y llorando hasta que lograba quedarse dormido, por las mañanas el pobre despertaba cada vez más lleno de ojeras y parecía estar menos lleno de vida pues se notaba más pálido y delgado.
Yo ya no podía seguir viendo como mi amado sufría por mí, quería hacer algo para levantarle el ánimo y motivarlo a seguir viviendo para que buscara su felicidad, así que llame a aquel ser de luz y este de inmediato respondió a mi llamado
-Dime Lucy porque me has llamado será que ya te has arrepentido de tu decisión y aceptaras reencarnar en alguien más.
-Ni loca aceptare eso, solo quiero pedirte que me ayudes a hacer algo para que Das recupere su vida y deje de estar tan triste por mí.
-Lo siento, no te puedo dejar hablar con él.
-Pero porque, si tú me dijiste que me le podía manifestar a alguien una sola vez, quizá con una última vez que le hable el entenderá y recuperara su vida.
-Se que dije eso, aun así, no te permitiré comunicarte con tu amado...
Llena de coraje decidí ignorarlo y me dirigí hacia donde estaba acostado Das y al intentar manifestarme para hablar con él me fue imposible ya que parecía que el tiempo se había detenido por completo
-No seas terca Lucy, no puedes hablar con él porque en unos días una nueva mujer llegara a su vida para ayudarlo a superar sus problemas.
- ¿De verdad?
-Si lo digo enserio, así que mejor sigue con tu vida de fantasma y dedícate solo a observar y no se te ocurra volver a querer interferir en la vida de los humanos a la cual por desgracia tu ya no perteneces.
Aquel ser desapareció, y yo me dedique a esperar por varios días para ver si era verdad que una mujer nueva llegaría a su vida. Una inesperada mañana una mujer de buen cuerpo toco la puerta de mi amado y este con dificultad bajo a abrir para ver de quien se trataba.
-Hola, ¿te puedo ayudar en algo? -Dijo el con ligera molestia.
-Holaaaa Das yo me llamo Luna, hace unos días he estado soñando contigo así que tuve que viajar desde muy lejos solo para conocer al atractivo chico que he estado soñando, aunque la verdad te vez muy feo comparada al hombre que yo soñé.
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Mis días junto a él
FantasiEl día de mi muerte fue uno muy lluvioso y con mucho viento tal parecía que a la naturaleza le había molestado mi repentina muerte, bueno también mi familia y amigos parecían estar muy tristes, aunque eso me sorprendió mucho pues realmente nunca fui...