The girl of my dreams. 《RYEJI》

1.

[Ryujin]

Llegué de una fiesta con mis amigas, pero la verdad es que no recuerdo nada. Lo primero que recuerdo fue que llegué a la fiesta, me tomé un trago y después fueron dos y después.. fueron muchos tragos. Y también recuerdo unos ojos felinos mirándome fijamente, pero no le tomé importancia y seguí bebiendo. Ahora estamos en la puerta de mi casa, digo estamos porque vinieron todas mis amigas, las cuales son Lia, Chaeryoung, Karina, Sana.

-Ya, abre la puerta rápido que tengo mucho frío.- Me dijo Sana tirándose viento caliente de su boca a sus manos, todas asintieron a lo que dijo Sana. Olvidé mencionar que es invierno entonces por eso tienes mucho frío.

-Ya voy, ya voy.- respondí sacando las llaves de mi bolsillo. Tan pronto las saqué, abrí la bendita puerta.

-Aah, al menos tienes la casa ordenada, ryu.- se burló Chaeryeong.

-Yo siempre tengo la casa ordenada, no como otras.- mencioné mirando a Lia.

-De que hablas, mi casita siempre está bien ordenada.- respondió Lia, haciéndome rodear los ojos.

-Bueno, es muy tarde, así que vamos a dormir. Chaeryeong y Karina duermen juntas, y Sana y Lia también.- dije apuntándole con el dedo sus habitaciones. -Y sin quejas.- advertí para después subir las escaleras a mi cuarto.

Escuché como Lia se quejaba de que Sana siempre se echaba pedos al dormir, lo que me hizo reír. Al momento que llegué a mi cuarto me saque mis chanclas y me acosté, con ropa. Al sentir mis suaves sábanas en mi cara, me quedé como una piedra.

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Desperté en un tipo de lugar extraño, todo era blanco. Me sentí extraña y sentía que algo iba a ocurrir. Y no me equivoqué.

A lo lejos vi como una sombra negra venia hacia mi, quedé impactada. No me podía mover, ni un solo dedo. Mis ojos se empezaron a humedecer, poco a poco sentía que iba a llegar la ola negra que venía por mi.

Hasta que sentí una mano agarrar con fuerza mi brazo, tan fuerte que incluso me llegó a doler. Me arrastró, y empezamos a correr. No podía ver su rostro, pero vi como su pelo se movía por el viento, cosa que se me hizo muy bonito. Su color de cabello era un naranjo hermoso, su piel era blanca como la nieve. Corriendo llegamos a un lugar donde la sombra negra no nos pudo seguir más. Rápidamente empecé a respirar rápidamente por la maratón que tuvimos que correr, levanté mi cabeza para ver si podía conseguir ver su rostro, pero lamentablemente estaba de espaldas. La agarré del hombro y la volteé, haciéndonos quedar cara a cara.

-¿Quién eres?- fue lo único que salió de mi boca después de ver el rostro de aquella mujer. Era hermoso, sus ojos rasgados color café oscuro, su nariz puntiaguda con un poco de rubor en la punta, sus labios soltando un suspiro tras otro, sus mejillas coloradas por la carrera, por su frente pude ver como caía una gota de sudor hasta su ceja.

-Alguien quien te acaba de salvar.- dijo con una sonrisa muy bella en su rostro. -Ya es hora de que te vayas.- no respondió a mi pregunta y se dio media vuelta.

-No, no, ¡espera! No respondiste a mi pregun-. Fue lo único que alcance a decir hasta que caí en un agujero, mientras caía vi como se asomó y me sonrió de un lado, muy coquetamente.

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Desperté en mi cama, sudando y completamente empapada. No acababa de analizar todo lo que pasó, pero revisé la hora en mi celular y eran las ocho en punto. Me levanté con muchas preguntas en mi cabeza, la principal era, ¿Quién era esa chica? Por lo que después de esa pregunta surgieron más.