-Prólogo-
I wanna be drunk when I wake up,
on the right side of the wrong bed.
Los primeros versos de Drunk de Ed Sheeran hacen que habra los ojos, pero no hago ningún esfuerzo por moverme. Me quedo contemplando el techo de mi habitación cantando mentalmente. Al fin me veo con ánimos para girarme y quedarme mirando a mi movil que sigue sonando. Con un suspiro lo cojo y apago la alarma. Tengo un nuevo mensaje de Lex.
De: Lex <3
"Al fin lunes ¿eh? ;) A las 7 en la puerta no te duermas y levanta tu culo de la cama"
El mensaje me saca una sonrisa. Lex es mi mejor amiga desde que me mudé a esta casa. Es la primera persona que conocí aquí ya que ella vive en la casa contigua. Es todo lo contrario que yo. Tiene el pelo liso y rubio y le llega hasta la cintura. Tiene ojos azules y una piel perfecta. Tiene un cuerpo 10 y por eso hace algunos trabajos de modelo. Yo en cambio soy más baja que ella, tengo el pelo castaño y me llega hasta pasado los hombros. Mis ojos son bastante corrientes, grandes y de un color marrón oscuro. Mi cuerpo no es nada fuerda de lo corriente, lo normal para una chica de 17 años. Todos los chicos van siempre detras de Lex, al principio eso me incordiaba, pero ya me he acostumbrado. Quiero decir, es normal ¿no? ¿Quién se iba a fijar en mi cuando tiene a alguien como Lex al lado?
Me dirijo al baño para ducharme. Salgo y voy al armario para vestirme. Al final me decido por una camiseta larga naranja fosforita con letras en blanco que dicen "Free Hugs", unos vaqueros azul oscuros y unas Toms blancas.
Me lavo los dientes y me recojo el pelo en una coleta alta.
Slago de mi habitación, bajo las escaleras y entro en la cocina. Cojo una manzana, mi mochila y salgo por la puerta. Miro mi reloj. 6:55.
Unos minutos más tarde veo salir a Lex de su casa y me sonríe. La devuelvo la sonrisa y caminamos en dirección al instituto.
"¿Estás nerviosa Jenn?" Me pregunta Lexi.
¿Estoy nerviosa? Siempre estoy nerviosa los lunes. ¿Por las clases? No. Nada que tenga que ver con el colegio, ni con mi familia...
Todos los lunes en un cruce de calles nos cruzamos con unos chicos. Son tres. El primero es alto, rubio, ojos verdes. Delgado pero con brazos fuertes que vemos los días de verano cuando lleva camiseta de manga corta. Siempre sonriente. El segundo tiene el pelo castaño anaranjado. Siempre me recuerda a Ron Weasley de cierta manera, bajito y siempre sonrojado y algo torpe. Y el tercero. Poco más bajo que el primero. Tiene el pelo negro esparcido en distintas direcciones siempre despeinado. Ojos marrones oscuros y una piel perfecta. Tengo un enorme flechazo con él. Y a veces, solo a veces, pienso que puede que le guste. Siempre que nos cruzamos nos miramos, pero nunca, nunca, intercambiamos palabras. Me sonrojo cada vez que nos cruzamos, y él también cuando sus amigos le golpean con el codo y me señala con la mirada. A veces piendo a Lex también le gusta un poco el alto rubio, pero nunca me lo ha confensado. Al contrario que yo que se lo conté la primera vez que sentí esas mariposas en la tripa cuando le pillé mirándome.
"Si." La contesto al fin.
Unos minutos más tarde llegamos al cruce. El semáforo está en rojo para los peatones por lo que esperamos. Y al fin llegan. Van los tres uno al lado del otro. Y en medio él, con su pelo, esta vez algo más peinado, en todas las direcciones. Lleva una camiseta azul oscura de Abercrombie&Fitch, unos vaqueros azules y unas deportivas. Puedo notar que me sonrojo cuando veo que me está mirando y no puedo evitar sonreír. El semáforo cambia a verde al fin cruzamos. Noto que el corazón se me va a salir del pecho en cuanto pasamos al lado suyo. Siempre tengo la estúpida esperanza de que algún día me animaré a decirle algo, a saludarle. Tengo 17 años por el amor de Dios, pero añun así cuando estoy cerca suyo actúo como una nña de 12 años enamorada. ¿Por qué tiene que ser tan difícil? Suspiro. Nunca voy a ser lo suficiente valiente como para decirle algo. Todos los lunes igual. Bajo la calle diciéndome "Este día va a ser el día, y voy a halar con él y saludarle" pero cuando nos acercamos, me quedo en blanco. No puedo mover los labios ni hablar ni nada y siempre me arrepiento. Estaba llamando estúpida a mi misma mentalmente cuando de repente noto que alguien me frena agarrándo suavemente mi brazo. Me giro y veo lo que menos esperaba ver. El chico del cruce, como siempre le habíamos llamado Lex y yo, está enfrente mío aún con su mano en mi brazo. Parece darse cuenta y lo suelta rápidamente. Puedo ver que se sonroja y sonrío mentalmente.
"Eh... bueno solo... solo quería preguntarte si... eh... si te gustaría quedar conmigo algún día... solo si quieres por supuesto" dice mirando tímidamente sus pies.
Estoy en shock y le miro boquiabierta.
"Cl-claro que me gustaría" digo mientras las mariposas de mi tripa intentan matarme.
Su cara se ilumina por un momento y saca su movil del bolsillo.
"¿Puedes, eh, darme tu número para... eh... quedar?" Me dice mirándome a los ojos.
Respira Jenn, respira. Respira. No te desmayes ahora. No. No. ¡Responde Jenna! ¡Está esperando! Agh, ahora voy a creer que soy un bicho raro o algo. ¡Contesta!
"S-si, claro" Guardo mi número en su movil con mi nombre. Él me sonríe.
"¡Te mensajearé!" Y acto seguido se gira y se va.
Me quedo ahí parada aún repasando lo que me acaba de ocurrir. Puede que las cosas estén cambiando para mejor en mi vida al fin. Y sonrío y sigo el camino con Lex que está tan sorprendida como yo.
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¡Halo!
Bueno, esto es el prologo y por eso es tan corto. Si veo que gusta seguiré escribiendo.
Ya tengo algunas ideas. (Muajajajaja)
-Isaaaaa :D -
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El chico del cruce.
Teen FictionJenna Race. Una chica normal que ha aprendido a ser invisible al tener como su mejor amiga a una de las chicas más guapas del instituto. Pero lo único que pone emoción a su vida son los lunes cuando va de camino al instituto con su amiga Lex y siem...