La galería de Karma

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No era ningún misterio que el móvil de Karma estaba lleno de secretos, pero nadie era capaz de imaginarse qué clase de secretos ocultaba. Una vez, Nakamura intentó hacerse con su iPhone (sí, el móvil de Karma es un iPhone), sin embargo, hicieron falta cuatro alumnos para impedir que el pelirrojo se cargase a la chica. Nadie sabe de dónde sacó un cuchillo real, pero le fue requisado inmediatamente por Korosensei; por lo que Karma lo recuperó, robó, a la hora siguiente.
Esa mañana Karma había estado un tanto extraño, como distante y... algo cabreado también, era como si un aura oscura y maligna de mataré-a-todo-el-que-se-acerque lo rodeara. Durante el recreo, desapareció del aula dejándose olvidado su iPhone encima del pupite y Nakamura, que no había aprendido la lección después de que el pelirrojo atentara contra su vida, se abalanzó sobre el móvil y se marchó de la clase con él. Sin embargo, este hecho no pasó del todo desapercibido por un pequeño grupo de estudiantes.
- ¿Alguien sabe qué le pasa a Nakamura?- preguntó Isogai.
- Ni idea- respondió Kayano.
- Creo que deberíamos investigar- sugirió Ritsu-, ¡sigámosla!
- Chicos, creo que no deberíamos hacerlo- dijo Nagisa.
- Venga, no seas aguafiestas- habló Kayano.
Nagisa intentó protestar, pero el ikemen y la chica lo sacaron casi a rastras de la clase.
- Ritsu- la llamó Kayano-, ¿puedes localizar a Nakamura?
- Por supuesto, está... en el patio trasero.
Los tres chicos se dirigieron al lugar que Ritsu había mencionado, al llegar se encontraron a Nakamura sentada bajo un árbol y con el iPhone de Karma entre sus manos.
- ¡Oye!- exclamó Nagisa yendo hacia ella-. ¿Qué haces con el móvil de Karma?
- Na-Nagisa, Isogai, Kayano. ¿Qué hacéis aquí?
- Ritsu también está- dijo Kayano mirando la pantalla de su teléfono. Bueno, estaba. Se me ha agotado la batería.
- Bueno, ¿pero qué estáis haciendo aquí?
- Tenemos curiosidad- contestó Isogai-. Y ahora más, ¿por qué tienes el móvil de Karma?
- Curiosidad también- respondió la rubia-, realmente quiero saber qué diablos hay en su galería.
- Pues tiene contraseña- dijo el peliazul sentándose al lado de Nakamura.
- ¿Qué? Y yo que aún estoy tratando de desbloquearlo.
- Anda trae- ordenó Nagisa arrebatándole el móvil-, desbloqueado.
- ¿Cómo sabías la contraseña?- interrogó Isogai, que se había sentado al lado de Nakamura junto con Kayano.
- Ah... pues... es que salimos juntos bastante y a mi teléfono se le agota la batería en seguida, así que el suele prestármelo mucho.
- Bueno, como sea- suspiró la rubia-. ¿Cuál es la contraseña de la galería?
- Eso ya no lo sé- contestó el peliazul.
- Son cuatro números, igual es una fecha- sugirió Kayano-. ¿Alguien sabe alguna fecha importante en la vida de Karma?
- ¿Qué tal su cumpleaños?- propuso Isogai.
- Pero no sé cuándo es- dijo Nakamura.
- 25 de diciembre- contestó Nagisa-, así que prueba con 2512.
- A ver... nada, no es esa.
- A lo mejor es su aniversario- opinó Kayano.
- ¿Pero Karma tiene pareja?- preguntó extrañada Nakamura.
- ¡Sí!- respondió Nagisa-. Es el 14 de junio, que me lo contó a mí.
- Pues vamos a poner 1406- dijo la rubia-. ¡Genial! Ya estamos en la galería, chicos.
- Vaya... tiene un montón de carpetas- observó el ikemen Isogai.
- ¿Cuál vemos primero?- cuestionó la dulce peliverde.
- "Secretos de estado", "Realeza", "3-E en general", "Pulpo"...- enumeró la emocionada rubia-. Todos son demasiado suculentos, que elija Nagisa.
- Ah, pues... "3-E en general".
Nakamura accedió a la carpeta así titulada, en la que se encontraron fotografías de todos los estudiantes del aula y de los dos profesores humanos. Había una imagen en la que aparecía Karasuma-sensei encima de Bitch-sensei, completamente rojos los dos y manoseando en lugares... indebidos. En otra salía Okuda provocando una explosión en la cara de Hara. Luego vieron una en la que estaban Sugino e Isogai bailando tango en los vestuarios. Tras esta apareció una de Nakamura vestida de hombre, con bigote y peluca incluídos. Y también encontraron la guinda del pastel, la fresa de la tarta, el regalo del huevo de chocolate: una foto de Terasaka e Itona besándose.
- Madre mía- suspiró Kayano-, Karma es increíble, ni siquiera sospechaba que Terasaka e Itona tuvieran esa clase de relación.
- Lo que yo me preguntó es cómo las ha conseguido- dijo Isogai-, es decir, cuando ayudé a Sugino con el tango nos aseguramos de que no había nadie cerca.
- Es como un ninja- aseguró Nakamura-, pero lo más extraño de todo es que en ninguna imagen aparece Nagisa.
- Seguro que tiene una carpeta solo para él- opinó la peliverde con cara maliciosa.
- ¿Pero qué decís?- preguntó el peliazul algo incómodo-. Simplemente es que no le intereso lo más mínimo a Karma.
- No digas tonterías- dijo Isogai-, seguramente "Realeza" esté llena de fotos tuyas.
La rubia salió de la carpeta en la que estaban y entró en la que el ikemen sugirió. Lo que encontraron mató a Nagisa de la vergüenza y a los otros de la sorpresa.
- Nagisa...- lo llamó Kayano-, ¿qué clase de relación tienes con Karma?
- Eh... bueno... yo... pues...
- Creo que es más que obvio- dijo Nakamura-. Mirad, si hay hasta vídeos.
La rubia accedió a un vídeo en el que salían Karma y Nagisa en una cama. El pelirrojo estaba despierto y empezó a besuquear al durmiente peliazul para despertarlo. El videoclip finalizó cuando Nagisa empujó a Karma y lo echó de la cama.
- No me puedo creer que estuviera grabando ese día...
Sus compañeros no prestaron atención alguna al comentario del chico y continuaron cotilleando la galería de aquel iPhone 69 (porque Karma lo vale, joder). Encontraron fotos de Nagisa y Karma besándose o haciendo... de todo, básicamente; sin embargo también hallaron imágenes del peliazul vestido de chica o simplemente con una camisa o camiseta del pelirrojo. A Nakamura y a Kayano les dolía, pero sentían que habían fracasado como mujeres.
- ¿Qué demonios hacéis con mi móvil?
Los cuatro chicos alzaron la mirada y se encontraron con un pelirrojo de ojos dorados que los observaba con odio mientras desprendía un aura oscura y tenebrosa. Sin embargo, ninguno de ellos respondió a su pregunta, pues tres de ellos huyeron dejando a Nagisa solo ante el peligro. O ante el yandere chiflado, en este caso.
- Nacchan, ¿qué hacíais con mi móvil?
- No me llames Nacchan- le ordenó el peliazul levantándose-, no tienes derecho a llamarme así.
- ¿Estás enfadado? ¿Que no tengo derecho a llamarte así? Eres tú el que no tiene derecho a algo aquí, y es a estar enfadado.
- Claro, solo el señorito puede enfadarse.
- Esta discusión no tiene sentido- aseguró Karma-, dame mi móvil.
Nagisa obedeció. Karma se extrañó al ver la imagen que se encontraba en la pantalla: una fotografía suya y del peliazul abrazados tras una noche de pasión.
- ¿Crees que si no me importaras tendría esta foto?- interrogó el pelirrojo mostrándole el teléfono.
- Cállate.
- No te gusta oír la verdad, ¿eh? ¿Por qué crees que mi contraseña de bloqueo es tu nombre o la de la galería nuestro aniversario? ¿Porque te odio?
- He dicho que te calles.
- ¡No te resistas, Nagisa!- exclamó Kayano en la distancia.
- ¡No seas testarudo y deja que te haga cosas de hombres!- gritó Nakamura desde algún lugar lejano.
- ¡Os voy a matar a las dos por mirar mi galería!- chilló Karma-. ¡Y a ti también Isogai, que sé que no andas lejos!
- Ya basta, Karma, deja de amenazar a todo el mundo.
- ¿Pero qué diablos te pasa? ¿Tanto te dolió que te dijera que no me gustaba la camiseta que llevabas?
- ¡Sí!
- Eres un crío.
- Y tú un imbécil.
Y, dicho esto, Nagisa cogió a Karma del cuello de la camisa y lo besó con fuerza.
- Un crío que besa condenadamente bien- rectificó el pelirrojo.
- Aquí y ahora, y te perdono.
- Je, ¡vosotros! ¡Más vale que grabéis esto porque no volveréis a verlo!
Entonces, Karma tiró a Nagisa al suelo y le hizo el amor bajo la atenta mirada de una excitada rubia, una avergonzada peliverde y un ikemen que no sabía qué pintaba ahí. Definitivamente, la galería de Karma siempre traía consigo consecuencias inesperadas. Nakamura ya estaba deseando saber qué ocurriría la próxima vez que se hiciese con el iPhone de Karma y cotilleara su galería, aún quería saber el contenido de la carpeta "Secretos de estado".

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