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las cosas quizás no estaban dirigidas hacía un buen rango, quizá era kim, quien no quería admitir el hecho de que se había vuelto a enamorar de sunghoon como la primera vez que lo vio aquel día en la iglesia, o de como pasaba todos los fines de semanas absorbito en su propio mundo pensado en él, y en como rápidamente se acercaron como si fuese amigos desde hace años. pero el miedo interno que sentía de salir lastimado nuevamente no se iba con el pasar de los días, ni tampoco del pasar de las semanas o meses. ¿y si ya estaba listo para volver a enamorarse libremente? ¿pero y si era juzgado..?

¿por qué el amor dolía tanto?
¿por qué dolía tanto amar a alguien de tu mismo género?
¿por qué no podía soltar a su primer amor?
¿por qué no podía enterrar sus miedos internos?

—Es que aun no estás listo para volver a amar, Sunoo. ¿Comprendes eso? Quizá la ayuda psicológica te ayudo de algún modo, pero tú también tienes que ayudarte a ti mismo. ¿No te sientes preparado? Está bien, no lo hagas. Espera un tiempo mas. Pero tampoco hazte daño, si quieres verlo, hazlo, sino alejate como si nada hubiese pasado. ¿Qué es lo que quieres hacer tu?

pregunto señalando su corazón, sunoo lo miro con el entre cejo fruncido sin saber a que iba aquella pregunta. suspiro pesado y abrió su boca para decir algo, mas sin embargo no salió absolutamente nada de él.

—No lo sé..

—Y está bien, no tienes que preocuparte. Necesitas tiempo para pensar, no interesa si son días o semanas. Estoy seguro que Sunghoon lo entenderá.

¿y si había alguien más?

¿qué era lo que tenía que hacer para afrontarlo?

—Pero, ¿quieres verlo..?

—¿Ahora? — se sentó de prisa viendo cómo jungwon esbozaba una sonrisa de burla—. No, mirame como estoy.

—Estas enfermo, sun. Por supuesto que estarás así de mal, y estoy seguro que antes, él se canso de verte despeinado, recién levantado, enfermo, borracho y mil cosas así. Así que no hay nada de que preocuparse.

—Pero..

—¡Nada de peros! Lo llamaré, ¿De acuerdo? — estiró su mano en espera del celular de sunoo—. Dame tu celular, demonios.

sunoo lo pensó un buen rato hasta que accedió en darle el aparato, jungwon lo miro con una ceja elevada.

—Tienes su número, ¿cierto?

—Ah, no lo intercambiamos.

y pudo ver como el brillo de sus ojos desapareció.

—No te preocupes, le pediré ayuda a Jay. ¿Sabes si hace algo en particular?

pregunto levantándose para dejar el celular en la mesita de noche y mojar de nuevo la toalla que tenía en la frente sunoo, esté mordió su labio inferior nervioso negando.

—No lo recuerdo ahora mismo. Se que toma fotografías. Nada mas que eso.

—Bien, ¿cómo es él? Cuéntame.

sunoo sonrío acomodando su almohada para poder verlo mejor, jungwon se volvió a sentar dispuesto a escucharlo todo mientras acariciaba una de sus manos.

—Él es.. Tan encantador que te hace perder el aliento cada vez que lo ves sonreír, su sonrisa tan espléndida y sus colmillos tan perfectos que parecen irreales, su cabello oscuro que ahora es de un color ceniza te deja enloquecer demasiado, ver el contraste que hace aquel color en su pálida piel, te deja atónito, sus manos tan calidad que son mil veces mas grandes que las mías, sus brillantes ojos café son tan, pero tan llamativos cuando brillan que parecen dos perlas. Ver como sonríe como tonto cada vez que decía una idiotez y, sin embargo él se reía de mis chistes pésimos. Él siempre estuvo a mi lado siempre que lo necesitaba, o como cuando decía mi nombre acalorado por hacerlo correr detrás mío por toda la plaza, siempre que me compraba mis comidas favoritas o de como me hacía regalos a mano. Aun recuerdo el último día que nos vimos, fue.. Fue un día bastante denso y lleno de mil emociones cada vez que nos besábamos detrás de una gran fuente que había lejos de casa, donde nos solíamos esconder siempre que su papá o mi mamá estaban en casa, de como se colaba a mi casa por las noches solo para dormir conmigo, o de como sus manos se colaban por debajo de mi ropa para poder abrazarme bien según él. Era tan maravilloso que en tan poco tiempo me termine de volver loco solo por ser él mismo. Por fuera puede parecer alguien intimidoso y con un corazón de hielo, pero es todo lo contrario cuando lo conoces.

jungwon solo sintió como su corazón se rompió en mil pedazos al escuchar como relataba cada pequeño recuerdo junto con él, sabía cuan estaba enamorado de park, pero tampoco imagino algo tan fuerte, la química de la que hablaba seguido le hace darse cuenta que fue un amor hermoso con un final horroroso.

—¿Fue por él que te fuiste el otro día del salón, cierto?

—Si..

—Bien, no te preocupes, lo encontraremos con Jay.

le aseguró levantándose de la cama para dejar un beso en su frente y recordarle de mojar la toalla, tomo sus cosas y cuando estuvo a punto a abrir la puerta se quedó congelado, se giro lentamente mirando a sunoo.

—¿Cabello gris?

asintió.

—Sunoo, ¿No es aquel chico que te encontraste a la salida de la universidad el otro día...?

sunoo se quedó callado pensado en que diablos estaba hablando su mejor amigo hasta que los recuerdos le volvieron. asintió sonrojado.

—Es él.

—Oh mierda, ahora te entiendo. — lo miro y sonrío enseguida—. ¡Lo encontrare!

grito tan fuerte que hizo que sunoo se asustará.

𓆩⚝𓆪

las horas pasaban como ráfagas de vientos, sunoo ya para ese entonces estaba completamente consumido por las pastillas que estaba tomando para poder bajar su fiebre, sentía tanto frío que aun estando tapado no podía conseguir calor, a lo lejos podía escuchar como su celular sonaba pero no podía moverse para atenderlo.

la oscuridad le aterraba, sin embargo estando completamente dormido, aquello no le daba miedo, le daba miedo no poder despertar porque se sentía tan débil que casi no podía respirar, su pecho subía y bajaba rápido y con dificultad, se abrazaba a si mismo para poder conseguir el calor que le hacía falta para poder estar tranquilo.

en un abrir y cerrar los ojos, sintió unas manos ajenas recorrer su pequeño cuerpo, el recorrido quemaba, sin embargo le hacía sentir que aun seguía vivo, un costado de su cama se aplastó y lo último que sintió fue como alguien hizo que se acurrucara contra su cuerpo y el calor se concentro en su cuerpo dejando de tiritar, estiró sus brazos inconscientemente abrazando el cuerpo ajeno y entonces despertó de prisa viendo cómo el sol comenzaba a asomarse, eran casi las seis y media de la mañana. tallo sus ojos y miro para arriba tratando de que sus ojos dejen de desenfocar y, entonces lo miró. como su boca estaba entre abierta respirando por ahí, sus ojos tan relajados y su cara descansado tan plácidamente que podia jurar que hace dias que no descansaba bien.

alzó su mano lentamente y con uno de sus dedos quiso tocar sus esponjosos labios, un toque basto para que esté abriera sus ojos rápidamente y lo miro, se veía tan pequeño a comparación de su cuerpo y sonrío adormilado abrazándolo mas fuerte haciendo que lo último que vea sea su pecho, sunoo hizo lo mismo, o bueno, trato porque no tenía tantas fuerzas aun.

-Despertaste, por fin.

balbuceó con su voz ronca y respirando por su boca aun, sunoo como pudo asintió cerrando los ojos seguro, se sentía bien.

—¿Cuando viniste?

—Anoche, estabas tan dormido que no me notaste.

—Gracias por venir..

—Siempre que me necesites, llámame. No interesa que sean las tres de la mañana, yo lo mismo vendré. ¿Bien?

sunoo asintió abrazándolo mas fuerte, sunghoon lo hacía sentir tan bien que temia el hecho de no ser lo suficientemente bueno para él como lo era antes de que todo aquello pasara.

pero tampoco quería alejarlo porque odiaba el pensar de tenerlo lejos aun sabiendo que él estaba dispuesto a dejar todo atrás solo por sunoo, le dolía tanto que comenzaba a perder la noción del tiempo y sentir como su corazón comenzaba a palpitar nuevamente como lo hacía antes.
no podía enamorarse, no de nuevo. hace una semana que se encontraron y sunoo ya sentía que tenía todo a su favor, porque teniéndo a sunghoon con él, era la gloria. una maldita bendición.

una gratitud.










𝘾𝙧𝙪𝙣𝙘𝙝. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora