Capítulo 1

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2003,Portugal

Cristiano, de 18 años, está reunido con su mejor amigo, Juan, en la orilla de una playa en Madeira.

Cristiano: (suspirando) Juan, no puedo creer lo que me ha pasado. Es todo un lío.

Juan: (preocupado) ¿Qué ha sucedido, Cristiano? Pareces muy alterado.

Cristiano: Hace unos meses, durante una fiesta, conocí a una chica. Nos llevamos bien y, ya sabes cómo es en las fiestas, las cosas se salieron de control. Después, ella me llamó para decirme que estaba embarazada.

Juan: (sorprendido) ¿En serio? Eso es… inesperado.

Cristiano: Sí, lo es. No estaba preparado para esto, somos muy jóvenes, y ni siquiera estamos juntos. Pero no puedo ignorar mi responsabilidad.

Juan: Es cierto. Siempre has sido alguien responsable. ¿Qué piensas hacer?

Cristiano: He estado pensando en esto durante mucho tiempo. Quiero hacerme cargo de mi hijo, ser un buen padre, pero también quiero que su madre esté presente. Es lo justo.

Juan: Entiendo tu punto. ¿Y qué piensa ella?

Cristiano: No lo sé. No hemos tenido la oportunidad de hablar en profundidad. Quiero hacerlo, pero me asusta su reacción.

Unos meses después, Cristiano se encuentra en el hospital, al lado de la cama de la joven madre, que acaba de dar a luz.

Cristiano: (con preocupación) ¿Estás bien? Lo siento mucho, debería haber estado aquí antes.

Madre de TN: (sonriendo débilmente) Está bien, Cristiano. Sabía que tenías tus propias preocupaciones.

Cristiano: (acariciando suavemente la mano de la madre) Sí, pero eso no me exime de mis responsabilidades. Este es nuestro hijo, y quiero estar presente en su vida.

Madre de TN: (mirando a Cristiano con ternura) Sé que serás un gran padre para él. Gracias por estar aquí.

Unos días después, la madre de TN lamentablemente fallece debido a complicaciones en el parto. Cristiano se siente abrumado por la tristeza, pero está decidido a cuidar de su hijo.

Cristiano: (con la voz quebrada) Descansa en paz. Prometo que cuidaré de nuestro hijo con todo mi corazón.

Pasando a unos años después, encontramos a Cristiano y su hijo TN en el parque, jugando con un balón de fútbol.

Cristiano: (alentador) ¡Muy bien, TN! ¡Ese fue un gran tiro!

TN: (sonriendo) ¡Gracias, papá! Algún día quiero ser como tú, un futbolista increíble.

Cristiano: (acariciando la cabeza de TN) Y lo serás, hijo. Tienes talento y determinación. Estoy aquí para apoyarte en cada paso del camino.

TN: (emocionado) ¡Eres el mejor padre del mundo!

Cristiano: (sonriendo) Y tú eres el hijo más especial que podría haber deseado. Juntos, enfrentaremos cualquier desafío que se nos presente.

Días después

TN: Papá, ¿alguna vez me contarás más sobre mamá? Quisiera saber más sobre ella.

Cristiano: Claro, hijo. Tu madre era una persona increíble. Era cariñosa, valiente y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Aunque no pudimos pasar mucho tiempo juntos, siempre la llevaremos en nuestro corazón.

TN: ¿Cómo era ella? ¿Le gustaba el fútbol?

Cristiano: Sí, le encantaba el fútbol. Solíamos ver los partidos juntos y celebrar cada gol como si fuera un triunfo personal. A ella le encantaba verme jugar, y siempre me animaba desde las gradas con entusiasmo.

TN: Me hubiera gustado conocerla.

Cristiano: Yo también, hijo. Pero debes saber que su amor y su espíritu siempre estarán presentes en nuestras vidas. Eres una parte hermosa de ella, y estoy seguro de que estaría orgullosa de la persona en la que te estás convirtiendo.

TN: Gracias, papá. Me haces sentir mejor.

Cristiano: Siempre estaré aquí para ti, TN. Eres mi mayor alegría y siempre haré todo lo posible para brindarte el amor y el apoyo que necesitas. Juntos, superaremos cualquier obstáculo que se nos presente.

TN: ¡Prometo que trabajaré duro para ser el mejor futbolista, como tú!

Cristiano: Ese es el espíritu, hijo. Nunca dejes de perseguir tus sueños y recuerda que, sin importar qué, siempre te respaldaré en cada paso que des.

En ese momento, padre e hijo continúan disfrutando su tiempo juntos en el parque, practicando y fortaleciendo su vínculo cada día.

Tn Ronaldo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora